Murcia verdea en solitario en un mapa de
España coloreado en rojo PSOE, excepcionalidad de un inicial impacto
que provoca rubor y pasmo. Los municipios de la Región, todos a una, han
obedecido a la voz secreta y han entronizado a Vox como primera fuerza
política de esta Región.
El fulgurante ascenso del retórico vivaespaña
como tónico político no se contabiliza solo en esta Comunidad, pero no
parece un gran consuelo si desde aquí lideramos el fenómeno. Es cierto
que estábamos advertidos, pero no podíamos prever tamaño alcance.
Todavía
es más estupefaciente la altura de esta emergencia por tratarse Vox de
un partido meramente ideológico, que sustituye el programa por la
proclama.
En la Región cuenta con una nutrida legión de activistas en
los espacios más inesperados, pero carece de cuadros más allá de media
docena de personas que dan la cara pegados a una jerga tan precisa como
explícita y se despendolan en las redes sociales sin demasiada
contención.
El tsunami de la 'sopa verde', en este caso política, ha
procedido de todos los municipios de la Región, en más de media de
docena de ellos también como partido más votado, en la mayoría de manera
muy destacada respecto al resto de partidos y sin distinguir que las
plazas locales tuvieran alcaldías populares o socialistas.
Habrá
que entender que este suceso se debe a una anomalía propiciada por las
organizaciones políticas convencionales, que han venido desempeñándose
encerradas en sus respectivas burbujas. La pregunta es: ¿qué pasa en la
calle que los radares de los partidos mayoritarios no detectan? Hay
muchas respuestas, y cada cual tiene la suya.
El
PP de López Miras ha perdido las terceras elecciones consecutivas, las
dos anteriores frente al PSOE y ahora frente a Vox, y el candidato
Teodoro García también se apunta dos derrotas. Pero el PP ha avanzado
esta vez sobre los socialistas de manera muy contundente, lo ha empatado
en escaños en el Congreso y se ha hecho fuerte en el Senado, del que
junto a Vox los ha expulsado.
Además,
el cómputo general por bloques no ha variado: Vox más PP superan con
creces a PSOE más Unidas Podemos en votos y en escaños. 3-3-3-1 son en
la práctica de bloques 6-4. Los socialistas han visto desaparecer su
pedigrí de partido más votado, que les daba una preminencia más
psicológica que real, y no consiguen abordar el muro de la derecha; ésta
se transforma a través de vasos comunicantes, pero mantiene en su
conjunto un respaldo electoral más que compacto.
En todo caso, lo más
humillante para el PP ha sido ser superado por otro partido de su
cuerda, socio secundario suyo en la Asamblea Regional, al que tiene que
atender en contradicción con lo que le demanda el otro socio, el de
Gobierno (Cs), que ahora se diluye en la insignificancia.
En
lo que se refiere a Ciudadanos, las encuestas se quedaron cortas, pues
aunque el pronóstico de su desplome era certero ninguna calculó que lo
fuera tan estrepitoso. Hay que remitirse a los tiempos de UCD para
encontrar un paralelo a esta catástrofe.
Su representación por Murcia en
el Congreso de los Diputados ha desaparecido de un plumazo, y no será
porque ese partido no haya recibido advertencias sobre las consecuencias
que le traerían sus posiciones erráticas en política nacional y
engañosas en las autonómicas, como en el caso de Murcia.
Cabe suponer
que Ciudadanos entrará en boxes y no vendrá el PP a sacarlo en
correspondencia con lo que aquéllos hicieron con éste en Madrid,
Castilla-León y Murcia. Van a sumergirse en una crisis profunda en la
que aparecerán los cuchillos largos. De momento, anoche, la consejera
Ana Martínez Vidal estuvo ausente del luctuoso acto de presentación de
los resultados en la sede para evitar aparecer en la fotografía del
fracaso anunciado.
El resultado
electoral escribe un apunte en la agenda política inmediata de la
Región en relación al pacto de Gobierno PP-Cs, que se sostiene sobre
unos resultados autonómicos que los de las legislativas han refutado. El
pacto implícito con Vox que llevó a Cs al Gobierno junto al PP no
parece haber sido un buen negocio: ese blanqueo les ha salido caro.
En
política, tanto las señales de emergencia como las de decadencia, cuando
aparecen, suelen desarrollarse de manera rápida y contundente, como
prueban los casos de Vox y de Ciudadanos en sus respectivas
circunstancias. El PP también ha sufrido la mordedura de la
normalización de Vox, pues es obvio que el poderío expresado por los
ultras procede en buena parte de la masa sociológica que antes se
refugiaba bajo la gaviota.
El
Gobierno PP-Cs se verá inevitablemente afectado por el cómputo del 10N.
Primero porque la crisis a que se abocan los segundos puede hacer
trastabillar la actual composición de la cuota de éstos, y segundo
porque será perceptible la pérdida de la autoridad política de un
partido que ha sufrido tamaño derrumbe.
En
cuanto a Unidas Podemos se puede reseñar su resistencia electoral en un
marco negativo para sus intereses por diversos motivos. De un lado, la
segregación de Más País y Equo; de otro, la apelación al voto útil al
PSOE para fortalecer el bloque de la izquierda, y finalmente, por el
retroceso electoral que para este partido pronosticaban las encuestas,
ya se ve que con tino. Mantener el diputado en este contexto resulta,
sin duda, meritorio.
Hay
lecciones para todos, pero del shock que provoca el hecho de que la
Región de Murcia se distinga por figurar en el mapa de España tintada
con el verde Vox no nos sacará ni Manolo Escobar cantando el Viva España
a toda pastilla. Y es que, en el fondo, en lo de adaptarnos a las modas
no nos gana nadie. Si esta Región ya era de derechas, solo quedaba dar
un paso al frente y pasar a la ultraderecha. Qué ilusión.
(*) Columnista
https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2019/11/11/sopa-verde-inunda-region/1067242.html#cxrecs_s
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