MADRID.- La juez que instruye el caso Zaplana impidió al arzobispo de Valencia y al capellán del Hospital de La Fe visitar a Eduardo Zaplana durante la Nochebuena. La Policía que custodia al ex presidente valenciano, ingresado por una complicación de su leucemia, no permitió el acceso a la habitación de Zaplana a Antonio Cañizares,
que se acercó expresamente a verle, ni al capellán del centro
sanitario, que visitó a los enfermos más delicados ingresados en La Fe, según revela El Mundo.
Los agentes explicaron que la decisión no les correspondía a ellos sino a la juez María Isabel Rodríguez, que instruye el denominado caso Erial y que mantiene en prisión preventiva al ex alto cargo del Partido Popular desde hace ocho meses.
Zaplana tuvo que ser trasladado hace unos días desde el centro penitenciario de Picassent al Hospital de La Fe como consecuencia de un empeoramiento de la leucemia que padece.
El jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del centro sanitario, Guillermo Sanz, considerado una de las mayores eminencias mundiales en la dolencia que padece el ex ministro de José María Aznar,
informó a la juez de que la situación de Eduardo Zaplana reviste en
estos momentos una extraordinaria gravedad y ha advertido por escrito
que si regresa al centro penitenciario morirá de forma irremediable.
A
pesar de la contundencia de los dictámenes médicos, la juez ya ha
trasladado su determinación para que Eduardo Zaplana regrese de
inmediato a la cárcel. No en vano, está requiriendo prácticamente a
diario a los médicos para que permitan su nuevo encarcelamiento cuanto
antes sin explicar a qué responde su extraña premura.
De manera
paralela, ha impuesto a Zaplana un régimen de visitas más severo todavía
que el que tenía en la prisión, hasta el extremo de denegar la visita
de los religiosos que han acudido a interesarse por su gravísimo estado
de salud.
En estos momentos, el ex presidente valenciano está
siendo sometido a una serie de pruebas médicas, entre las que se
encuentra la limpieza de su sangre, y su pronóstico sigue siendo, a
juicio de los facultativos que le atienden, extraordinariamente grave.
De tal forma que su posición pasa por mantener en el hospital a Zaplana
durante un largo periodo de tiempo hasta certificar que mejora su
estado.
La
juez Rodríguez no ha atendido hasta el momento las indicaciones de los
médicos, como tampoco las de los representantes de las asociaciones de
enfermos de cáncer de la Comunidad Valenciana, que se
han puesto en contacto con ella a título particular para trasladarle lo
delicado del estado de Eduardo Zaplana y la irresponsabilidad en la que
incurriría si decide finalmente devolverlo a Picassent.
La magistrada ha
atendido a estos últimos pero se ha mostrado inflexible en su posición.
Considera que puede darse a la fuga si queda en libertad y que se
encuentra mejor atendido en la cárcel que en el hospital de referencia
en el tratamiento del cáncer en la Comunidad Valenciana.
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