En Cataluña y por abusos o muy graves errores políticos ya han caído
en el cementerio de la fama política Pujol, Mas, Junqueras y Puigdemont y
ahora están en la lista de espera Torra y Sánchez.
Dos presidentes, catalán y español, que se reunieron en Madrid a
inaugurar el diálogo y tomar unas copas de ese licor envenenado que
Torra llevó a La Moncloa y que resultó ser un bebedizo que hizo creer a
Sánchez que llegaría hasta 2020 en el poder y se equivocó.
Como lo han demostrado: el batacazo andaluz del PSOE, en cuyo Grupo
Parlamentario andan a palos por culpa de los favores de Sánchez a los
golpistas catalanes; y las últimas actuaciones golpistas del tal Torra.
Quien como dijimos ayer, además de ser un demente y fascista confeso
ya es un presunto delincuente. Y tarde llega la Fiscalía de Sánchez para
abrir una investigación contra Torra (Vox ya presentó querella en el
Supremo) sobre los que son dos delitos recientes: ‘colaboración
necesaria por omisión en desórdenes públicos’; y ‘provocación para la
rebelión’. Delitos tipificados en el Código Penal y sobre los que no
cabe duda sobre la autoría de Torra.
Pero Sánchez sigue poniendo cataplasmas en la herida en vez de
aplicar, como debiera, el 155, poniendo punto final a esta nueva etapa
del golpe catalán.
Lo que ahora se vuelve a debatir en el Congreso de los Diputados con
motivo de los últimos episodios de Torra, consentidos por Sánchez, y lo
que se suma al cúmulo de concesiones políticas a los golpistas catalanes
de este Presidente que apenas lleva seis meses al frente del Gobierno y
entre las que destacan:
-Traslados de presos preventivos. El pasado mes de
junio y tras llegar a la Moncloa, Sánchez aprobó el traslado de los
presos preventivos del golpe catalán a las prisiones catalanas. Lugar en
donde disfrutan de un régimen obsequioso que les permite dirigir a sus
organizaciones como si estuvieran en sus casas u oficinas políticas.
-Indultos. La Delegada del Gobierno en Cataluña,
Teresa Cunillera, anuncia en septiembre el posible indulto de los
golpistas que resulten condenados en qué juicio que el Tribunal Supremo
inicia el próximo día 18. Y Sánchez no descarta los indultos a los
golpistas en respuesta a las preguntas reiteradas de Albert Rivera.
-Fin de la prisión preventiva. La vicepresidenta
Calvo se declara favorable a la suspensión de la prisión preventiva de
los golpistas catalanes, lo que supone por parte del Gobierno la pública
desautorización de las decisiones del juez.
-Torra aprieta. El Presidente Torra jalea el 1-O de
2018 la violencia de los CDR y les dice que tienen que ‘apretar’. El
Gobierno de Sánchez calla ante esa incitación a la violencia, y el
ministro Ábalos dice que es ‘asumible’.
-Ataque a la Abogacía del Estado. A primeros de
noviembre Sánchez aparta al responsable penal de la Abogacía del Estado
(al que luego sustituye entregando su cabeza al golpismo catalán) para
rebajar, en el escrito de la Abogacía de petición de condenas en el
juicio del golpe catalán, el delito de ‘rebelión’ dejándolo en
‘sedición’.
-Desprecio de Torra al Rey. Sánchez consiente,
estando él presente, el público desprecio al Rey Felipe VI por parte de
Torra en la apertura de los Juegos del Mediterráneo en Tarragona. Lo que
más adelante se vuelve a constatar en Gerona y Barcelona, sin que
Sánchez ponga fin a semejante desprecio al Jefe del Estado.
-Desamparo al Juez Llarena. La ministra Delgado de
Justicia niega el amparo del Gobierno al Juez Llarena frente a la burda
demanda que le presenta Puigdemont en Bélgica. Aunque, finalmente, ante
la indignación general de la judicatura en toda España Sánchez le obliga
a rectificar a la ministra.
-Sánchez intenta eliminar a Marchena del juicio del golpe.
En una escandalosa y secreta operación, urdida por Sánchez y Casado
para la renovación del Poder Judicial, Sánchez le ofrece la presidencia
del Consejo Judicial y del Supremo al magistrado Marchena para que
abandone el Tribunal que va a juzgar el golpe catalán.
A sabiendas
Sánchez de la firmeza de Marchena en la confirmación del delito de
rebelión. La indiscreción del senador Cosidó del PP sobre el pacto
dinamita la operación y Marchena renuncia a la Presidencia del Consejo
del Poder Judicial.
Todos estos hechos que conocen los españoles y conviene recordar son
la causa principal del fracaso del PSOE en Andalucía y del malestar
general que se vive en el seno del Partido Socialista como se vio en su
Grupo del Congreso y se respira en todas las baronías regionales del
PSOE donde ya se temen lo peor en el próximo e intenso curso electoral.
(*) Periodista
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