MADRID.- Según un estudio elaborado por el portal inmobiliario
pisos.com en función de la antigüedad de las viviendas, los inmuebles
de segunda mano más caros son los que tienen menos de cinco años, con un
precio medio de 258.024 euros. La recuperación de los pisos más nuevos
ha sido espectacular, dado que en 2017 fueron los más baratos, arrojando
un precio medio de 175.625. Así, el incremento que han experimentado
estos inmuebles en un año ha sido del 47%. La situación se ha invertido
por completo, dado que los pisos más caros en 2017 fueron los que tenían
más de 50 años, con un precio medio de 257.518 euros.
De
hecho, el valor de los pisos con mayor antigüedad ha caído un -23%
frente al año pasado, dado que su precio medio actual es de 197.546
euros, siendo los segundos más asequibles en 2018. El primer puesto en
la parte baja de la tabla es para las viviendas de entre 30 y 50 años
(184.985 euros), que se han devaluado un -8% frente a 2017, año en el
que fueron las segundas más asequibles con un precio medio de 201.393
euros
Volviendo al ranking de los más caros en
2018, el segundo lugar lo ostentan las viviendas de entre 20 y 30 años
(218.792 euros), que han ajustado su precio un -11% frente a 2017,
cuando costaban 244.854 euros y también fueron las segundas más caras.
El tercer puesto en 2018 es para las viviendas de entre 10 y 20 años
(214.107 euros), que han bajado también un -11% en el último año, cuando
se situaron también en el tercer puesto y tenían un precio medio de
240.203 euros.
El cuarto lugar este año es para los inmuebles de entre 5
y 10 años (201.484), repitiendo posición frente a 2017 y abaratándose
un -9%, ya que hace un año costaban una media de 222.251 euros.
Según
Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, este giro podría estar
fundamentado en que “se ha volcado mucho producto inmobiliario de origen
bancario al mercado, estando compuesto gran parte del mismo por
urbanizaciones de viviendas de reciente construcción”.
En cuanto a la
pérdida de valor de las viviendas más antiguas, el experto admite que
“la oferta de mayor antigüedad con las mejores condiciones de
conservación y, por lo tanto, la más cara disponible, ya ha sido
asimilada por la demanda, sobre todo, por la de carácter inversionista”.
En
2016, los pisos más caros fueron los que tenían menos de cinco años,
con 217.423 euros de media. El segundo lugar lo ocuparon los pisos de
entre 10 y 20 años, con un precio medio de 204.790 euros. Siguieron en
orden descendente los pisos de entre 20 y 30 años (198.859 €), de entre 5
y 10 años (185..647 €), más de 50 años (183.055 €) y, por último, los
más baratos fueron los inmuebles de entre 30 y 50 años, con un precio
medio de 157.564 euros.
En 2015, los pisos más
caros fueron los que tenían entre 10 y 20 años, con 211.790 euros de
media. El segundo lugar lo ocuparon los pisos de más de 50 años, con un
precio medio de 196.725 euros. Siguieron en orden descendente los pisos
con menos de cinco años (195.777 €), de entre 20 y 30 años (195.371 €),
de entre 5 y 10 años (191.713 €) y, por último, los más baratos fueron
los inmuebles de entre 30 y 50 años, con un precio medio de 150.526
euros.
Regionalmente,
las viviendas más caras están en Baleares, donde la casa tipo de menos
de cinco años tiene el precio medio más alto: 400.778 euros. Por tanto,
la región revalida el puesto de 2017, si bien el récord del año pasado,
de 552.774 euros, fue con los pisos de entre 5 y 10 años. En 2016
también fue la más cara, con 350.495 euros en las viviendas de menos de
cinco años. En 2015, el liderazgo fue para la casa tipo de entre 10 y 20
años del País Vasco, con un coste de 352.316 euros.
En
cambio, las viviendas más baratas habría que buscarlas en Aragón, donde
los pisos de más de 50 años son los más asequibles, con un precio medio
de 98.750 euros. En 2017, las casas más asequibles estuvieron en
Castilla-La Mancha y, en concreto, en los pisos de la región con más de
cinco décadas, que alcanzaron un precio medio de 84.133 euros. En 2016,
La Rioja fue la autonomía que cerró el ranking de las más baratas, que
fueron también las viviendas de más 50 años y con un coste medio de
82.376 euros. En 2015, los más baratos fueron los pisos de entre 30 y 50
años de Castilla-La Mancha, que registraron un precio de 96.914 euros.
Si
analizamos la oferta con más antigüedad, hallaremos los pisos con los
precios más elevados en Baleares, donde estos inmuebles alcanzan un
precio medio de 320.182 euros. Esta autonomía arrebata el puesto a
Madrid, que fue la región con los pisos más antiguos y más caros en 2017
(496.194 euros), 2016 (281.128 euros) y 2015 (305.236 euros).
Los más
baratos dentro de esta categoría son los ya mencionados de Aragón
(98.750 euros). En 2017 fueron los de Castilla-La Mancha (84.133 euros),
y en 2016 y 2015 los de La Rioja (82.376 euros y 97.084 euros,
respectivamente).
Si buscamos los pisos de
construcción más reciente, las viviendas de menos de cinco años más
caras están, tal y como hemos apuntado con anterioridad, en Baleares
(400.778 euros). La región balear revalida la primera posición obtenida
en 2017 (396.505 euros) y en 2016 (350.495 euros). En 2015, fue el País
Vasco (293.547 euros) quien tuvo las viviendas de menos de cinco años
más caras.
Las casas recientes más baratas están en Extremadura (129.795
euros). En 2017, La Rioja lideró este listado (84.207 euros), al igual
que en 2016 (135.951 euros). En 2015, los pisos con menor antigüedad más
asequibles estuvieron en Castilla-La Mancha (142.556 euros).
Los
pisos en venta que más abundan en España son los que tienen entre 10 y
20 años, que suponen el 23% de la oferta total de segunda mano publicada
en pisos.com. En 2017 y 2016, esta muestra también fue la más
abundante, acumulando el 20% y el 26% sobre el total, respectivamente.
En 2015, los pisos con mayor presencia fueron los que tenían entre 30 y
50 años, con el 26% del total de viviendas usadas anunciadas.
La
oferta menos voluminosa este año es la compuesta por los pisos de menos
de cinco años, con el 11% sobre el total de inmuebles anunciados. En
2017, las viviendas de más de 50 años representaron el grupo menos
numeroso, suponiendo el 13% de la muestra. En 2016, los pisos de
construcción más reciente fueron minoría con un 7%, mientras que, en
2015, las viviendas de más de 50 años figuraron como las más escasas con
un 7%.
País Vasco repite como la región donde se
concentra el mayor porcentaje de vivienda de más de 50 años, aunque esta
cifra ha pasado del 23% de 2017 al 27% actual, un porcentaje bastante
alejado tanto del 41% registrado en 2016 como del 19% alcanzado en 2015.
En cualquier caso, la región vasca lleva siendo la región con el parque
de vivienda a la venta más antiguo durante cuatro años.
Este año, la
autonomía con menos pisos viejos es Murcia (11%). En 2017, Murcia
compartió primera posición con Andalucía, con el 11% de su
correspondiente muestra. En 2016, tan solo llegaron al 5%, y en 2015 al
3% junto con Canarias.
En cuanto a las residencias
de menos de un lustro, su mayor volumen se detecta en Aragón, Comunidad
Valenciana, Galicia, Baleares y Murcia, donde suponen el 12% en cada
una de estas regiones.
En 2017, Aragón fue la que tuvo el parque más
joven, dado que el 25% de sus viviendas no superaban los cinco años de
antigüedad. En 2016 y 2015, Galicia fue región con más inmuebles de
reciente edificación, con un 13% y un 22%, respectivamente.
Por
otro lado, la menor presencia de inmuebles jóvenes define el 10% de la
muestra total de las regiones de Cantabria, Cataluña, Madrid,
Extremadura, Canarias, País Vasco y Asturias. El año pasado, la
autonomía con menos vivienda de este tipo fue Canarias, donde el 15% de
su oferta de segunda mano en venta tenía esta edad.
En 2016, Canarias y
País Vasco fueron las regiones donde menos oferta de inmuebles recientes
hubo, representando el 4% de su muestra. En 2015, Madrid lideró la
presencia de esta tipología con el 7% sobre el total de sus inmuebles.
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