MADRID.- El Gobierno inició este miércoles su segundo intento para conseguir aprobar la nueva senda de estabilidad que ha concedido la Comisión Europea a España. La tramitación se inicia con la aprobación de los nuevos objetivos de estabilidad en el Consejo de Política Fiscal y Financiera
(CPFF) donde el PSOE tiene garantizada la mayoría absoluta, ya que solo
el gobierno central acapara el 50% de los votos, según El Confidencial.
El Ejecutivo quiere
dar a las regiones un déficit extra para 2019 de 2.500 millones de
euros, equivalente a dos décimas del PIB. El problema de la oferta de Pedro Sánchez es que muchas comunidades autónomas no podrán beneficiarse de esta medida. De hecho, la mitad de ellas no podrán disfrutar de este margen extra, la gran mayoría gobernadas por el PP.
El obstáculo para todas ellas es la regla de gasto, una
herramienta diseñada para evitar un crecimiento desorbitado del gasto
público que ya empieza a restringir a las comunidades más saneadas. De
este modo, aunque el Gobierno habilite mayor margen de déficit para las
regiones, muchas de ellas no podrán presupuestarlo al
superar el límite establecido por la regla de gasto. En definitiva, no
podrán beneficiarse de la nueva senda del déficit sin una reforma de la
regla de gasto, o sin saltarse la ley.
Al menos cuatro comunidades autónomas no podrán emplear ni un solo euro del margen extra ofrecido por el Gobierno: País Vasco, Navarra, Balares y Canarias. Todas ellas deberían terminar el año 2019 en superávit presupuestario
si se cumplen las previsiones de crecimiento y se ajustan a los
objetivos fijados por la regla de gasto. Además, hay otras cinco
autonomías que tendrán serios problemas para emplear todo el nuevo
déficit que ofrece Sánchez: Galicia, Asturias, La Rioja, Comunidad de Madrid y Andalucía.
La mayor parte de las autonomías que podrán emplear el margen
presupuestario que ha ofrecido el Gobierno son Cantabria, Cataluña,
Aragón, Castilla y León, Murcia, Extremadura, Comunidad Valenciana y
Castilla-La Mancha. Da la casualidad que la mayor parte de las regiones beneficiadas son las gobernadas por el PSOE, mientras que las perjudicadas son del PP.
Para el Gobierno, lo importante es que se cumpla el objetivo agregado
para todas las comunidades autónomas. Esto es, que el déficit conjunto
sea del 0,3% del PIB en 2019, como marca su propuesta actual. Como la senda es homogénea para todas, las regiones que no gastan todo el déficit compensan a las incumplidoras
que no llegan al objetivo. De esta forma, el Ministerio de Hacienda se
garantiza que el conjunto del subsector vaya a cumplir la senda fijada,
aunque eso signifique perjudicar a algunas regiones.
"Como la
medida no viene acompañada de una modificación de la regla de gasto, no
vamos a poder aplicar esos recursos financieros a mejorar los servicios a
los madrileños", lamenta el viceconsejero de Hacienda y Empleo de la
Comunidad de Madrid, Miguel Ángel García Martín.
Ante esta situación, las comunidades gobernadas por el Partido Popular volverán a votar en contra
de la senda de estabilidad del Gobierno, que volverá a presentar los
mismos objetivos que ya fueron rechazados en julio. El Ejecutivo tiene
asegurada la victoria en el Consejo de Política Fiscal y Financiera,
pero, por el momento, no tiene garantizados los apoyos suficientes en el Congreso.
El 'corsé' de Montoro
La regla de gasto se introdujo en la
Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera
(LOEPSF) elaborada por el exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. La filosofía de esta herramienta es pura economía keynesiana:
evitar que el gasto público se dispare en los años de bonanza cuando
las administraciones públicas tienen excedente de recursos generados
gracias al ciclo económico.
De esta forma se genera un excedente que se
puede emplear en los momentos de crisis. Muchas comunidades autónomas
están en este momento de bonanza, por lo que la regla de gasto les obliga a acumular superávits, aunque el Gobierno ahora ofrezca más déficit.
Hacienda ha fijado la regla de gasto en el 2,9% para 2019. Esto significa que el gasto de todas las administraciones no puede crecer por encima de esta cifra. Sin embargo, los ingresos tributarios van mucho más rápido gracias a la combinación del crecimiento económico y la inflación.
Según las estimaciones
de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), los
ingresos de las comunidades autónomas crecerán en torno a un 4%. Un
crecimiento superior de los ingresos significa que el déficit
forzosamente tiene que bajar.
No solo eso. El Gobierno de Sánchez ya ha anunciado que quiere incrementar los recursos
de las regiones a la espera de reformar el sistema de financiación
autonómica. Esto significa que los ingresos de las comunidades podrían
crecer más rápido el año que viene, lo que contribuirá a recortar el
déficit más rápidamente.
Y como no se cambia la ley de financiación, no
se puede considerar estos recursos como permanentes, por lo que sí se
incluyen en la regla de gasto. Por último, como el objetivo de déficit
se mide en relación al PIB, el mero crecimiento de la economía también reduce el endeudamiento.
En definitiva, la legislación obligará a que las regiones sigan
reduciendo su déficit en el próximo ejercicio, lo que choca con el
objetivo de Sánchez de dar mayor margen de déficit. En definitiva, las
comunidades que están en mejor posición fiscal no podrán beneficiarse de esta medida.
Por ejemplo, Baleares, Canarias, Navarra y País Vasco tendrán superávit
en 2019 si cumplen con la Ley de Estabilidad. Ellas no verán ni un solo
euro del nuevo déficit.
El segundo grupo de comunidades tendrán muy complicado poder utilizar todo el margen presupuestario.
Se trata de Andalucía, Asturias, Galicia, La Rioja y Madrid.
Según las
estimaciones de la AIReF, todas ellas cumplirán con el objetivo de
déficit fijado para este año en el 0,4% del PIB. Además, su crecimiento
para 2019 será superior al 3% (PIB nominal), lo que hará que sus
ingresos crezcan por encima de la regla de gasto.
En definitiva, su
déficit debería quedarse por debajo del 0,3% del PIB en el próximo año, de modo que no podrían alcanzar el nuevo objetivo propuesto por Sánchez.
Las ocho comunidades restantes sí tienen margen para agotar la nueva senda de estabilidad. Extremadura, Murcia y Comunidad Valenciana son las que seguro podrán utilizar todo el margen sin
incumplir la regla de gasto. El motivo es que este año están cerca de
incumplir con el objetivo de déficit del 0,4% del PIB, de modo que
partirán desde una situación de desfase presupuestario mayor.
El resto:
Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cantabria y Cataluña
dependerán del déficit con el que cierren este año y de la evolución de
sus ingresos en 2019.
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