MADRID.- María Dolores de Cospedal y Pablo Casado se reunieron a solas este fin de semana para cerrar un acuerdo de colaboración en la segunda vuelta de las primarias del PP,
que se ha traducido en la incorporación de personas de su máxima
confianza al equipo del vicesecretario de Comunicación. Dirigentes tan
destacados como Agustín Conde, que dirigió la campaña de la secretaria general en la primera vuelta, Vicente Tirado, secretario general del PP de Castilla-La Mancha, el ex ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y su número dos en el Ministerio, José Antonio Nieto, cooperan ya con el núcleo duro de Casado, según confirman fuentes de ambas listas a El Mundo.
Desde la candidatura del vicesecretario de Comunicación
están a la espera de que Cospedal haga un pronunciamiento público de
apoyo a Casado pero en estos momentos no hay confirmación de que vaya a
suceder. Desde el día 5, cuando la votación de las bases señaló a Casado y a Soraya Sáenz de Santamaría
como los candidatos que pujarán por la presidencia del PP en la segunda
vuelta y dejaron a Cospedal fuera de la carrera, la dirigente popular guarda silencio. Pero, sus afines, al menos en Castilla-La Mancha y en Andalucía, trabajan ya activamente para sumar compromisarios a la lista del vicesecretario popular.
No obstante, el bloque que la respaldó en la primera vuelta no es unánime en estos momentos. Extremadura, donde el presidente José Antonio Monago
apoyó públicamente a Cospedal, no se ha decantado aún por ninguno de
los dos candidatos. Monago, según fuentes del PP extremeño, está
pendiente de reunirse con Casado y con Sáenz de Santamaría, después de
que ambos le hayan reclamado un encuentro.
Y lo mismo sucede en Galicia,
donde la secretaria general venció en la votación de las bases por un
margen de 400 votos frente a los cosechados tanto por la ex
vicepresidenta del Gobierno como por Casado. Alberto Núñez Feijóo sigue sin optar por ninguna candidatura. Este miércoles recibirá en su feudo al vicesecretario popular y el lunes a Santamaría. Desde el PP gallego se asegura que no habrá posición hasta escuchar a los dos.
El
PP vive en las últimas horas una guerra psicológica en la que ambos
candidatos se atribuyen la victoria. La lista de Santamaría mantiene que
vencerá "con claridad" mientras que la de Casado pone incluso número a
su respaldo interno: 2.156 compromisarios de los 3.184 que componen el
congreso. En ambos casos, el propósito de proclamarse vencedores tiene
como objetivo arrastrar el voto de los indecisos y generar un clima
favorable a su candidatura. Desde las dos listas se admite que ningún
dirigente territorial quiere equivocarse y que todo el mundo espera para
apostar a "caballo ganador".
Con el acuerdo con Cospedal, Casado
amplía su estructura territorial pero su fuerza siguen siendo los
cargos locales y los cuadros intermedios y la resistencia que éstos
puedan ejercer contra las direcciones regionales y provinciales que
respaldan a Santamaría.
Porque en el PP, además de los
dos candidatos, mucha gente se está jugando su "futuro". Seguir en su
cargo, o ser o no candidato en su municipio. Depende de quien gane,
explican, en los territorios habrá un "nuevo orden" porque los
vencedores exigirán su parte del botín. Esta perspectiva es la que hace
que muchos se mantengan a la espera.
Aunque sigue incrementándose
la presión para que haya un entendimiento entre Santamaría y Casado
para llegar a una candidatura única y ésta se elevará conforme se
acerque el día 20, por ahora no hay atisbos de lograrlo. El problema,
resumen fuentes populares, es que los dos quieren ser "presidentes". Anoche coincidieron en la cena de verano del grupo parlamentario popular
después de que, a instancias de la ex vicepresidenta, hubieran quedado
en reunirse. Santamaría tiene intención de plantear una oferta de
integración y de tratar de hacer valer que fue la más votada entre las
bases. Casado insiste en que se presentó para llegar hasta "el final" y
en que, según fuentes cercanas, él no podría ser su secretario general
porque no cree en el proyecto que ella puede liderar al frente del PP.
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