MURCIA.- La Asociación No más ruido presentó este viernes una serie de alegaciones al Acuerdo de aprobación inicial del Mapa Ruido de Ocio y Plan Acción propuesto por el Ayuntamiento de Murcia.
De entre las numerosas alegaciones formuladas, subrayan que los Planes Zonales no contemplan medidas suficientes frente a una de las principales fuentes de ruido y,
sin lugar a dudas, la que mayores perjuicios ocasiona, como son los
locales clasificados como grupo 1 y 2 -discotecas y pubs- que
desarrollan su actividad en estas Zonas. Es decir, se toman más medidas
sobre bares, cafeterías y restaurantes que sobre pubs y discotecas.
«Buena parte de nuestras alegaciones exigen la aprobación de Planes de Control de las actividades ruidosas. Porque ya sabemos que por muchas y buenas normas que tengamos, de nada sirven si luego no se aplican«, añaden.
Asimismo, dedican una especial atención «a exigir la reducción de horarios de cierre de los establecimientos«.
Al respecto, recuerdan que »la propia Junta de Gobierno del
Ayuntamiento de Murcia, en fecha 30 de diciembre de 2015, adoptó el
Acuerdo de solicitar de la Administración Regional la reducción de los
horarios de cierre en las zonas más afectadas por el ruido del ocio,
como medida cautelar mientras el Ayuntamiento tramitaba, elaboraba y
aprobaba el Mapa de Ruido de Ocio«.
Por tanto, apuntan, «resulta
incomprensible que el gobierno municipal, que había manifestado de forma
explícita su voluntad de proceder a una reducción de los horarios de
funcionamiento de los establecimientos de ocio en estas zonas, llegado
el momento de la inclusión de esta medida en su Plan de Acción, se echa para atrás y, sin ningún motivo, no incluye la medida«.
En relación con la instalación de barras en la calle, alegan que están en desacuerdo «por cuanto supone causar graves perjuicios a la ciudad (suciedad,
destrozos y mala imagen) y a los vecinos (ruido, falta de movilidad,
inseguridad, problemas de accesibilidad de vehículos contra incendios o
de ambulancias), a los que hay que añadir el fomento del consumo de
alcohol en la calle, no solo en las barras sino por centenares de grupos
que hacen botellón en la vía pública«, para finalizar solicitando que
»resulta indispensable que se prohíba la emisión de música en las barras, así como reducir su horario de funcionamiento«.
Otro
asunto destacado en su alegaciones son las medidas de reducción de
mesas de terraza, que se proponen realizar de forma porcentual (un 25%
en una primera fase, y otro 25% en una segunda).
«Frente a este sistema
de tabla rasa, que solo sería operativo en unos pocos espacios en la
primera fase (dejando fuera algunos tan problemáticos como Pérez Casas, o
las plazas de Las Flores, Santa Catalina, San Juan y Cristo del
Rescate), proponemos que para la autorización de terrazas en las ZPAE
debe exigirse la presentación de una Memoria Ambiental y el informe del
Servicio de Medio Ambiente para garantizar que no se sobrepasan los
objetivos de calidad acústica».
Asimismo, piden que en los
espacios más problemáticos «elaborar -a la mayor brevedad y sin esperar a
la aprobación definitiva de las ZPAE y sus Planes de Acción- los
distintos Planes de Ordenación de Usos de Espacios Públicos, figura
prevista en la Ordenanza de Terrazas con esta finalidad».
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