MURCIA.- El informe del Tribunal de Cuentas sigue analizando con preocupación
la situación financiera de la desaladora de Escombreras. «En el
ejercicio fiscalizado (2015), la sociedad Desaladora de Escombreras,
S.A. ha continuado presentando pérdidas significativas por importe de
17.325.000 euros, lo que ha determinado que la sociedad se encuentre
nuevamente incursa en la causa de disolución prevista en el art. 363.1.c
de la Ley de Sociedades de Capital. A la finalización de la
fiscalización, seguía sin alcanzarse una solución para la planta, no
teniéndose evidencia de la adopción de acuerdo alguno entre la empresa
titular de la planta, las entidades prestamistas y la Administración de
la Comunidad», señala un informe hecho público.
El Tribunal
de Cuentas apunta que durante el ejercicio 2015 (y posteriormente) han
continuado instrumentándose convenios para la venta del agua por
Desaladora de Escombreras, S.A.U., que sustituyen el antiguo
abastecimiento a núcleos urbanos por el abastecimiento de agua para uso
agrícola.
«El cambio en los usos y venta del agua desalada por la
planta, si bien garantiza un aumento importante en la producción y venta
del agua, supone una reducción del margen de venta al pasar de un
precio de 0,69 euros/m3 a 0,5 euros/m3, impacto que, de alcanzar la
producción de pleno rendimiento prevista por la entidad en varios
ejercicios, podría reducir el margen, según los cálculos efectuados en
la fiscalización, en más de 3 millones de euros por año», señala el
informe.
«Esta modificación del abastecimiento del agua tiene su origen,
por una parte, en el decreto de sequía, en el que se prevé que, ante la
situación de extrema necesidad derivada de la reducción de caudales y
la ausencia de un suministro alternativo al agua desalada procedente de
Escombreras, se destine la producción de forma íntegra al uso agrícola,
y, por otra parte, en la suspensión temporal de la distribución de agua
para consumo humano en 2016, como medida de prudencia adoptada por la
propia entidad hasta que se encuentre operativa una nueva captación del
agua en mar abierto, lo que por otra parte ya se ha llevado a efecto».
El
Tribunal señala que la producción y venta del agua desalada, que
inicialmente comenzó en 2009 y para la que se preveía un pleno
rendimiento (21 hectómetros cúbicos ) al cuarto año de producción, ha
reflejado en el año 2015 un volumen de 7,57 hectómetros y de 10 en 2016,
no alcanzándose el pleno rendimiento, en el mejor de los supuestos,
antes de 2018.
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