Está previsto que el Frob, propietario del 60% de Bankia,
termine la privatización del cuarto banco español a finales de 2019.
Este proceso, que “genera apetito” inversor, según el consejero delegado
de la entidad, también pone los dientes largos a la gran banca
española.
Bankia es ahora el banco que a todos les gustaría comprar, y BBVA es el que está en el centro de todas las miradas porque es la operación que gusta en Economía.
A sabiendas del interés que genera, el banco mira hacia otro lado y
asegura que el sistema financiero español ya está lo suficientemente
concentrado.
“Hoy por hoy no hay nada encima de la mesa”, aseguró el
consejero delegado de Bankia, José Sevilla, en la presentación de los resultados de la entidad en 2017, a la que no asistió, como suele ser habitual, José Ignacio Goirigolzarri. El presidente hará acto de presencia a finales de febrero, cuando presentará el plan estratégico 2018-2020.
Este plan estratégico será el que definirá la futura Bankia, tras la
integración de BMN y la salida del Estado de su accionariado. Dibujará
un futuro en solitario –con BMN pero con una sola marca, por tanto sin
más fusiones–, el que tienen en la cabeza Goirigolzarri y Sevilla. Al
presidente no le gusta la opción de BBVA, aunque poco tiene que decir si
Francisco González da el paso.
El consejero delegado de Bankia ya aprovechó la rueda de prensa de
este lunes para mostrarse escéptico respecto a operaciones corporativas
de calado en España. “El nivel de concentración en el sistema bancario
español ya es alto”, aseguró, por lo que “cualquier propuesta habrá que
analizarla muy bien desde el prisma del sentido industrial y financiero,
que tenga sentido”.
La integración de BMN, que se consolidó ya en diciembre, para disgusto de los inversores –restó 312 millones a los beneficios de Bankia y su valor en bolsa cayó el 4,3%–,
es el argumento perfecto de la entidad para ahuyentar a los fantasmas:
“Para Bankia 2018 es el año de la integración de BMN. Nosotros a lo
nuestro”, dijo Sevilla. En marzo prevén culminar la integración
tecnológica: cuánto antes terminen, antes empezarán a disfrutar las
sinergias.
Una de las tareas pendientes de la integración es el expediente de
regulación, que se está negociando con los sindicatos y que podría
suponer la salida de más de 2.200 empleados. También supondrá cierre de
oficinas, pese a que en 2017 ya se cerraron 150 sucursales por el
incremento de las operaciones por canales online.
(*) Periodista
No hay comentarios:
Publicar un comentario