En nuestro colegio electoral, a las
09:30 hay normalidad. La gente hace cola, vota si problemas y luego se
acerca a tomar un café y un bollo en las provistas mesas situadas en el
centro de la calle. Pero las imágenes que llegan por TWT de otros
lugares cuentan una historia muy distinta. Cargas de los antidisturbios,
maltrato a la gente, secuestro de urnas. Cargas también de la Guardia
Civil en otros sitios. Al no entender qué sea el censo universal, han
asaltado el centro en donde debería votar Puigdemont rompiendo puertas y
ventanas sin conseguir nada.
Las fotos de policías quitando urnas
están ya dando la vuelta al mundo y contribuyendo al universal y
definitivo desprestigio de la marca España. No sabemos hasta dónde
quieren llegar con la represión. Están deteniendo gente y provocando
escenas que dejarán un reguero de frustración y odio. Tanto si
obstaculizan el referéndum por la fuerza bruta como si no, el abismo
sentimental entre España y Cataluña será insalvable. Que estos robocops,
a la orden del gobierno más corrupto y mafioso de la historia de
España, apaleen impunemente ciudadanos pacíficos, es algo que no admite
disculpa
España
se ha hundido del todo a ojos del mundo. El gobierno ha revalidado su
condición de partida de la porra y la oposición la suya, muy triste, de
correveidile de los franquistas.
No hay salida. Si el referéndum triunfa, Cataluña se hará independiente. Si fracasa, la distancia con España será ya insalvable.
Un
tipo sin categoría mental y moral como el de los Sobresueldos ha
destruido el país al extremo de que solo puede gobernarlo a palos. La
oposición le ha facilitado este triste trabajo. Todos debieran dimitir
por incompetentes.
Volveremos sobre el asunto en otro momento.
Seguimos
A partir de las cinco de la mañana ha
empezado a llegar más gente, como puede verse. Ya debemos ser más de
cien y sigue viniendo personal. Sobre las seis y media, cierta alarma.
Pasan dos coches de los mossos camino de Sant Cebrià. Uno da media
vuelta y, al ver la gente aquí, da otra media vuelta. Se supone que
llegarán en algún momento.
Por lo que puede leerse en TWT de otros
colegios, el protocolo es más o menos el mismo: llegan, piden un nombre
de un responsable, lo identifican y se marchan sosteniendo que no se
puede hacer nada porque hay mucha gente concentrada. La victoria está en
la gente. Sobre las siete y algo, vuelven a pasar, pero no pueden entrar
porque hay un tapón en la puerta. La gente. Nos avisan de que van a
poner una barrera metálica por "nuestra seguridad" y vuelven a irse. Ni
un policía nacional; ni un guardia civil.
Sobre
las siete viene una pareja de mossos. Todos en la puerta. No pueden
entrar. El alcalde está al frente del personal. Los mossos comunican que
se quedarán de plantón para garantizar el orden y se retiran a un lugar
poco visible. Retornamos a nuestros lugares, a seguir esperando. Cada
vez parece más cierto que se votará.
A las siete y media nos dicen que van a constituirse las mesas y que debemos desalojar. Todos a la calle.
Ha seguido llegando gente. Poco después
de las ocho sale el presidente provisional de la mesa y da las
instrucciones. Los miembros de la mesa serán los primeros que voten. Las
urnas y las papeletas -que siempre estuvieron en el polideportivo- se
materializan y el presidente nos da la clave de la situación: el censo
es universal.
Por eso, daba igual lo que la Guardia Civil hubiera
encontrado en sus frenéticos escorcolls (lo pongo en catalán porque me
parece una palabra más bonita que "registros", casi onomatopéyica) por
cuanto el censo está en la nube.
Por eso todos pueden votar en donde
quieran, hasta en las bocas de riego público con tal de tener acceso a
internet. Nosotros, no, por no estar empadronados. Y no hacen falta
sobres. En el fondo casi ni harían falta papeletas. Con el DNI bastaría
al haber registrado el voto telemáticamente. Pero conviene atender a
todas las aficiones,
A
las 09:00 se abren de nuevo las puertas del polideportivo y la gente
empieza a votar en el referéndum que según el Sobresueldos, no iba a
celebrarse.
De momento, vamos ganando.
La noche más larga
Estamos en el polideportivo de La Palma
de Cervelló, una pequeña localidad cercana a Barcelona. Podríamos estar
en cualquier otro lugar de Cataluña o de la misma Barcelona. Los
colegios, las escuelas, los centros culturales, la mayoría de los
designados para mesas electorales están ocupados por la gente, la
ciudadanía catalana para evitar que los cierre y los precinte la
policía.
Sabemos que en cualquier parte tendríamos amigos, pero hemos
venido aquí porque lo tenemos cerca. En esta noche reemerge la
fraternidad de la lucha, pues todos compartimos una convicción: es un
momento decisivo para el país y también en nuestras vidas. El referéndum
depende de nuestra capacidad para mantenerlo frente al aparato
represivo del Estado.
La
llegada al Cervelló ha aliviado algo la irritación que me produjo esta
mañana una tertulia que compartí en RAC 1 con Suso de Toro, Jesús
Maraña y Jesús Cintora, uno que va de izquierda a lo Podemos (o sea,
presunta y no real) llamando al referéndum "movilización", según
consigna de los Morados. Sostiene que la situación es muy, muy, muuuuy
compleja, que requiere soluciones muuuuuy matizadas, que son precisas
soluciones muuuuy "políticas" en las que estemos todos, que debemos
dialogar, que el gobierno del PP es corrupto pero qué vamos a decir del
famoso 3%. O sea todo el argumentario del nacionalismo español de
izquierda, idéntico al de derecha.
Aunque estas falacias suelen caerme
mal, las hubiera aguantado de no ser porque vino atacando y acusando al
programa de falta de imparcialidad y de ausencia de otras
sensibilidades. Esperé a ver si el presentador protestaba por la falta
de respeto a su profesionalidad y, como no lo hizo, lo hice yo y
aprovecho la tribuna de Palinuro para dejarlo en claro: que venga un
tipo de Madrid, con acceso prácticamente irrestricto a unos medios que
son un oligopolio de enchufismo, manipulación y caciquismo, en donde no
solo no hay imparcialidad, sino que hay listas negras y censura total a
atacar a los medios catalanes, mucho más plurales que los de Madrid,
empezando por los del propio Cintora, no hay por donde cogerlo.
Y
ahora sigo con la "falta de sensibilidad" de un polideportivo en el
Cervelló en donde a las 03:00 de la madrugada se están defendiendo los
derechos cívicos y políticos de todos frente al ataque de los
neofranquistas y sus cómplices de la "izquierda". Una sala de fútbol,
baloncesto, balonvolea y otros deportes, ocupada por los padres y madres
de los colegios cercanos, algunos con sus hijos, vecinos del lugar y
algún afuereño como Palinuro y un su amigo periodista colombiano,
guerrero de muchas batallas, que vino a hacerme una entrevista y decidió
quedarse con nosotros para mantener abierto el centro hasta la hora de
empezar a votar.
Tenemos conciencia de retén de guardia. Somos unas
cincuenta personas que aguantamos los nervios y la espera como podemos.
Unas juegan al balón, otras tocan la guitarra, otras forman corros. Hay
un par de mesas con víveres, zumos, galletas, bizcochos, etc., que han
traído de sus casas. Algunos duermen en sacos y sobre colchonetas. Otros
no pueden por el nerviosismo.
Parece que la Policía Nacional y la
Guardia Civil empezaron a salir de los barcos Piolín entre las diez y
las doce de la noche en sus negros vehículos, bien armados y
probablemente enfurecidos por los diez días que llevan en cuarentena.
Son entre 6.000 y 10.000. Los esperamos en cualquier momento. Traen
orden de presentarse en los centros de votación a requisar urnas antes
de las seis de la madrugada. Son las tres. Sobre las cinco esperamos más
gente. Se trata de parar la agresión de modo pacífico, no violento. No
dejarles que secuestren las urnas. Si es posible, no dejarlos entrar.
La
mayoría de la gente es joven y algunos de la CUP. Varios me han dicho
que, si se vota, será la primera vez que lo hagan en su vida. Les
digo que deben hacerlo para evitar que sea la última. Otros tienen más
edad y suelen ser de la ANC o de ERC. También hay ancianos que aportan
recuerdos y experiencias. Somos la gente, defendiendo nuestro derecho a
votar. Todas las profesiones y andaduras de la vida. Compartimos una
experiencia que no hemos buscado, que se nos ha impuesto por la
arbitrariedad de un gobierno corrupto y una oposición cómplice,
incapaces ambos de encontrar alguna solución que evitara esta vergüenza
de que seamos la ciudadanía quien tengamos que luchar por nuestros
derechos y nuestra vida ya que nuestros representantes en el gobierno y
en el Parlamento españoles no sirven para nada, aparte de cobrar sus
jugosos emolumentos.
Todo
son conjeturas. Nada es seguro. No sabemos qué pasará dentro de unas
horas. Tenemos el nerviosismo y el orgullo de estar desobedeciendo a un
orden tan injusto que, bien a la vista está, es un desorden, un desorden
de robo, saqueo, latrocinio, engaño, injusticia, abuso, impuestos por
una asociación para delinquir y tolerada, si no animada, por una
oposición que ha entrado en el juego, sea PSOE, sea el bluff de Podemos.
Los dos esperan su turno para beneficiarse de un poder que solo les
sirve a ellos, pero es inútil para la ciudadanía, cuando no contrario a
sus intereses.
Lo
dicho, no sabemos qué pasará dentro de unas horas. Pero algo es
evidente: ya hemos ganado. El referéndum se celebrará este domingo,
hundiendo aún más en el ridículo y el desprecio a este sistema político
incapaz de reaccionar con una conciencia mínimamente democrática y
ética. Y si, empleando la fuerza bruta (porque de otro modo, es
imposible) consiguieran vencernos e impedir que la consulta se
celebrara, se hará en un mes, en dos, en tres más; cuando sea. Y seremos
nosotros mismos, los que hemos protegido esta noche las urnas, quienes
lo organicemos. No serán, en cambio, los mismos quienes estén enfrente.
Sus amos habrán despedido a estos incompetentes para poner a otros.
Y la República catalana será.
Donec perficiam
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
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