MURCIA.- El presidente de la Comunidad Autónoma, Pedro Antonio Sánchez, lo
dijo claro: «Si al final la Justicia dictaminara una imputación
por el 'caso Auditorio', yo dimitiría. Porque cumplo lo que firmo y
cumplo mi palabra, y no esperaría que nadie me lo pidiera».
Fue el 25 de
junio a su llegada a la asamblea general de la patronal CROEM. En aquel
momento se le preguntó por su citación para el día 14 de julio por la
juez de Lorca que instruía la querella de la Fiscalía por los presuntos
delitos cometidos en la construcción del auditorio de Puerto Lumbreras,
en los años en los que él era alcalde de esta localidad.
Una semana después, Sánchez sería investido con los 22 votos
de su grupo y los cuatro de Ciudadanos (C's), insistiendo en que había
firmado un «compromiso personal y político por una nueva etapa de
regeneración, limpieza y de ejemplaridad», en alusión al acuerdo de
investidura con el partido naranja.
«Confío en que todo se va a aclarar,
pero si la justicia dictamina una imputación yo dimitiría porque cumplo
lo que firmo, cumplo mi palabra y no esperaría a que nadie me lo
dijera», añadió el entonces candidato a la presidencia.
Ahora se interpreta a sí mismo y dice que se refería a una imputación por corrupción pero no a una supuesta cuestión administrativa que él ahora se propone a a clarar y a pedir nuevas diligencias de investigación... para así seguir ganando tiempo en San Esteban mientras se producen cambios favorables en la Fiscalía Superior para cambiar de posición respecto a este caso de corrupción.
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