Después de varios meses de debates entre las tres magistradas que
tienen que emitir sentencia sobre el caso Nóos, esa sentencia se hará
publica este viernes al mediodía, y será comunicada a las partes, sin
necesidad de que los procesados estén presentes en la Audiencia
Provincial de Palma de Mallorca, por lo que se espera que los dos
principales procesados, la infanta Cristina de Borbón, hermana del rey
Felipe VI, y su esposo Iñaki Urdangarin, principal acusado de la trama
delictiva recibirán, la noticia en su residencia de Ginebra, donde
instalaron su domicilio tras el estallido del escándalo, aunque este
jueves la Infanta se encontraba en Barcelona asistiendo a un acto
organizado por La Caixa para la que ella trabaja.
El llamado “caso Urdangarin”, la utilización de un Instituto
supuestamente sin afán de lucro para cobrar de las Administraciones
autonómicas de Baleares, Valencia y Madrid seis millones de euros con
una serie de contratos firmados al margen de las condiciones que deben
regir en las concesiones publicas por ser el Duque consorte de Palma,
algo que para la Fiscalía Anticorrupción supondría malversación, estafa,
fraude a la Administración, prevaricación, falsedad, delitos contra la
Hacienda Pública y blanqueo de capitales. Su esposa, la infanta Cristina
está acusado de colaboración con su marido en dos delitos fiscales, por
los que la acusación particular de Manos Limpias pide ocho años de
cárcel.
El escándalo Urdangarin es lo que más daño ha hecho a la Monarquía, a
la Familia Real e incluso al actual Rey, aunque desde que estalló el
caso, que produjo una profunda división en toda la familia, tanto él,
como la reina Letizia, rompieron prácticamente toda relación, con el
matrimonio de los Duques de Palma e, incluso pidieron que renunciara a
los derechos de sucesión como Infanta. Sin embargo, fue el rey emérito
Juan Carlos de Borbón, el que más sufrió las consecuencias del
escándalo, hasta el punto que tuvo que abdicar en Junio de 2014, aunque
esa abdicación fue presentada como un simple traspaso de poderes a una
nueva generación que representa su hijo Felipe VI.
Las declaraciones del socio de Urdangarin, Diego Torres y de otros
procesados, insistiendo en que nada se movía en el Instituto Nóos sin el
visor bueno del Palacio de la Zarzuela y el hecho de que un hombre de
la Casa del Rey, Carlos García Revenga, secretario de las Infantas,
estuviese al tanto de todas las operaciones de Nóos, según testimonio
del propio Urdangarin y de su esposa la infanta Cristina, ha sumido el
caso en una nube de sospechas que ha llegado hasta el propio Tribunal
que tiene que emitir sentencia este viernes.
Este tema habría sido la principal causa de que el fallo judicial se
haya retrasado más de lo previsto, ya que en el propio tribunal formado
por las magistradas Samanta Romero, Eleonor Moyà y Rocío Martín, no se
ponían de acuerdo sobre ese delicado tema. La magistrada Roció Martin no
solo estaba en contra de una rebaja en las condenas de Urdangarin, sino
que insistía en que había que introducir un párrafo sobre el
comportamiento de la Casa Real en el caso, teniendo en cuenta, sobre
todo, la declaración de los principales imputados que, durante el
juicio, utilizaron a la Casa Real como defensa para eludir su propia
responsabilidad. Desde el banquillo de los acusados, el exsocio de Iñaki
Urdangarin, Diego Torres, que filtró numerosos correos del Duque de
Palma, afirmó repetidamente, que la Casa Real realizaba un “control
total” de las actividades del Instituto: “No decidíamos nada sin su
consentimiento”, afirmó.
Por lo que se sabe, la sentencia que ha sido objeto de un amplio
debate entre las tres magistradas, liberaría a la infanta Cristina de
entrar en la cárcel ya que la Fiscalía Anticorrupción no ha pedido para
ella ningún tipo de pena, sino una multa que ya ha pagado a Hacienda (la
única petición ha sido la del sindicato Manos Limpias, cuyo máximo
responsable está en prisión por extorsión, y que como acusación
particular ha pedido ocho años de cárcel) y condenaría a Iñaki
Urdangarin a ocho años de prisión, menos de la mitad de lo que
solicitaba la Fiscalía. Este aspecto de la sentencia es, probablemente,
lo que provocará más polémica, aunque todos veamos la entrada en la
cárcel de un cuñado del actual Rey… una escena insólita en la Historia
de España.
(*) Periodista y economista
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