CARTAGENA.- El diputado socialista, Jesús Navarro, manifestó "que todo el proceso
de esta desalinizadora está más contaminado que la dársena de
Escombreras". Esta mañana se ha reunido la Comisión Especial de
Investigación sobre la desalinizadora de Escombreras y han comparecido
el expresidente de la Autoridad Portuaria, Adrián Ángel Viudes, y el
actual presidente Antonio Sevilla.
El diputado socialista destacó de la comparecencia de Viudes el hecho
de que la primera autorización para ceder el agua que utilizaba
de la desaladora de Escombreras la hizo Enagás. La autorización de la
desaladora de Escombreras se hizo pese a los informes negativos de la
propia Autoridad Portuaria y de la Consejería de Agricultura, al
considerar que las condiciones de las aguas no eran las más idóneas para
esta actividad debido a la presencia de metales por su entorno
industrial y por el constante tráfico marítimo de petroleros y metaneros
en el puerto".
"Todos los informes hablan de que la zona de captación de aguas está
situada en el lugar más contaminado de la costa, el sitio más inadecuado
porque este agua se destinará a riego o a consumo humano, y a pesar
del consiguiente riesgo nadie ha pedido informes sanitarios ni ha
solicitado ningún análisis, lo que en nuestra opinión es una temeridad",
subrayó.
En este tema -dijo- "existen responsabilidades sobre los riesgos para
la salud pública directas e indirectas, y que pueden ir más allá de las
que podamos pedir en esta Comisión".
Navarro también hizo mención al incumplimiento por parte de la
empresa de construir otro punto de captación de agua fuera de la dársena
de Escombreras, "lo que delata la indolencia con que ha venido actuando
la empresa responsable, según el testimonio de Viudes". Este no era
partidario de que se aprobara una prórroga a la empresa adjudicataria,
por sus reiterados incumplimientos.
Otra cosa que sorprende también al PSRM es que con el cambio de
presidente de la Autoridad Portuaria, el mismo día que tomó posesión se
concediera una prórroga a la empresa adjudicataria con efecto
retroactivo, a pesar de haber incumplido parte de sus compromisos. A día
de hoy es tal el lío empresarial existente en este entramado, que sigue
sin desenredar", indicó.
Además, un aspecto curioso es que la concesión de la captación de
aguas se haga a una empresa (Hidromanagement) y que la conducción de las
salmueras (salmueroducto) se haga a otra empresa diferente (Desaladora
de Escombreras).
Un detalle más: la nueva prórroga de captación de aguas caduca en
diciembre de 2016 y a fecha de hoy la empresa concesionaria todavía no
ha presentado el proyecto de la nueva captación de aguas fuera de la
dársena de Escombreras, aduciendo que es un proyecto muy costoso.
"Esto
nos permite vaticinar que llegado el fin de la concesión, la empresa
volverá a incumplir el contrato, siendo necesaria una nueva prórroga".
El diputado socialista añadió que según avanza la Comisión una cosa
va quedando patente y es que "se trata de un proyecto que se desarrolló
con el conocimiento de muy poca gente y la Autoridad Portuaria fue un
colaborador necesario".
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