MADRID.- La preferencia por
el empleo por cuenta propia en España ha caído más de 20 puntos en los
últimos doce años, según datos de encuestas del Centro de
Investigaciones Sociológicas (CIS) que señalan que en 2015 seis de cada
diez españoles prefería el trabajo asalariado frente a un 37 % que
optaba por ser autónomo.
Según estos datos del CIS, recogidos en el último boletín de "Focus
on Spanish Society" publicado por Funcas, en 2002 la situación era justo
a la inversa ya que entonces el 61 % de los españoles contemplaba el
autoempleo como primera opción, superando ampliamente a un 33 %
partidario del trabajo asalariado.
Esta caída ante la opción de emprender también se observa en datos
recabados por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico
(OCDE), que aseguran que la preferencia por el autoempleo en España
bajó casi seis puntos entre 2009 y 2012, coincidiendo con los años de la
crisis.
Según la OCDE, en 2012, el 34,7 % de los españoles entrevistados se
decantaba por el trabajo por cuenta propia, 5,7 puntos menos que en
2009, cuando el porcentaje llegaba al 40,4.
La responsable de estudios sociales de FUNCAS, Elisa Chuliá, ha señalado
que la evolución de las preferencias por el trabajo por cuenta propia
está relacionada con "la percepción de incertidumbre económica
generalizada que ha generado la crisis".
Según Chuliá, la crisis ha puesto de relieve la fragilidad de los
puestos de trabajo, afianzándose la idea de que, ante una eventual
pérdida de empleo, es preferible trabajar por cuenta ajena porque se
disfruta de mayor protección social a través de prestaciones y
subsidios.
La investigadora de FUNCAS ha explicado que el fuerte descenso de la
preferencia por el trabajo por cuenta ajena en España responde muy
probablemente a las graves dificultades sufridas por las pequeñas
empresas españolas durante los años de crisis, afectadas no solo por una
caída de la demanda de sus productos sino también por el impago de
facturas y las grandes estrecheces en el acceso a la financiación.
Ante esta pérdida de atractivo del empleo por cuenta propia, Chuliá
ha señalado que "antes de lanzarse a incentivar el autoempleo sin más
discriminaciones", habría que pensar qué tipo de emprendimiento es más
valioso, económica y socialmente.
Para ello, Chuliá ha planteado reducir los costes en el periodo de
establecimiento de una empresa, facilitar el acceso al crédito y la
contratación de los primeros empleados y ofrecer respaldo público a los
emprendedores en el caso de que no consigan consolidar su negocio.
En definitiva, según la investigadora de Funcas, se trata de
implantar incentivos más potentes para conseguir un emprendimiento
"competitivo y socialmente provechoso".
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