MADRID.- La Bolsa española
abrirá mañana lunes con los resultados de las elecciones del domingo
sobre la mesa, algo que no preocupa en exceso al mercado, que no
contempla la posibilidad de que España dé marcha atrás en las reformas
emprendidas sea cual sea el signo del Gobierno.
La probabilidad de que el nuevo escenario político tras las
elecciones generales vaya a asustar a los mercados financieros es muy
reducida, explica Álvaro Sanmartín, economista jefe de la gestora MCH
Alinea, entre otras cosas porque "los mercados saben que el margen de
maniobra real con el que contará el nuevo gobierno para hacer políticas
económicas heterodoxas es muy reducido.
Salvo que el resultado electoral sea "inesperadamente complicado",
indica Ramón Forcada, director del departamento de análisis de mercados
Bankinter, el Ibex-35 debería comenzar a recuperar atractivo a partir de la
segunda mitad de enero, una vez eliminado el lastre que le ha supuesto
la incertidumbre electoral.
En su opinión, es "altamente improbable un escenario caótico", y el
desenlace "será más constructivo de lo que se espera, ya que en la vida
sólo hay dos escenarios desastrosos: la muerte y los impuestos".
En el mismo sentido se pronuncia Alfonso de Gregorio, director de
Gestión de Gesconsult, que reconoce que el Ibex 35 parte con cierta
desventaja frente a otros índices, pero no necesariamente debido a las
elecciones generales.
El analista apunta como factores que han perjudicado al mercado
español, entre otros, los resultados en el sector bancario, elemento
fundamental de la bolsa española.
Asimismo, la exposición de algunas de las grandes compañías del Ibex 35 a
Latinoamérica, en especial a países en apuros como Brasil, así como
"eventos nacionales" como la situación de Abengoa, que en algunas
sesiones lastró al índice de referencia español notablemente en
comparación con la evolución de indicadores como el EuroStoxx.
También atribuye algo de peso a las elecciones en Cataluña, si bien
esto habría afectado sobre todo a la prima de riesgo de España y a su
diferencial con la de Italia.
Aparentemente, prosigue De Gregorio, el riesgo del triunfo
mayoritario de un gobierno con políticas económicas "heterodoxas" se ha
diluido bastante, o al menos eso es lo que parece que está cotizando
ahora mismo el mercado.
Y es que la economía española tiene "mejor aspecto y perspectivas que
hace unos meses", al tiempo que la percepción desde fuera de nuestras
fronteras también es ésa, aunque sí es cierto "que algunos inversores
extranjeros han manifestado puntualmente que están esperando a ver el
resultado de los comicios antes de entrar en España o de aumentar su
exposición al país".
Desde la gestora del grupo AXA, Jean-Alexandre Vaglio considera que
las coaliciones más probables después del domingo, PP-Ciudadanos o
PSOE-Ciudadanos no afectarán de forma negativa a los mercados, aunque
admite que a medio plazo sí existe el riesgo de que no prosigan "las
reformas adicionales que España necesita para asegurar un mayor
potencial de crecimiento".
Desde Alinea MCH, Álvaro Sanmartín recuerda además que España "se
encuentra todavía inmersa en el procedimiento de déficit excesivo
previsto en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento", lo que hace que las
instituciones europeas vayan a seguir estando "muy encima de las
decisiones de política económica que se tomen en nuestro país".
Los vientos de cola que ahora mismo benefician a la economía
española, añade, son tan importantes que tendrían que pasar cosas muy
extrañas como para que se pueda producir un cambio brusco en el
escenario macroeconómico a corto plazo, que es lo que de verdad preocupa
a los inversores.
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