MADRID.- Los bancos españoles han sido forzados a fusionarse desde
que estalló la burbuja inmobiliaria, que les dejó una saturación
de viviendas sin vender, promociones sin finalizar y activos
tóxicos, según la agencia Reuters.
Más de 30 pequeños bancos de ahorros regionales o cajas ya
han sido absorbidas por entidades mayores o se han fusionado,
quedando 14 bancos importantes.
Ahora, dicen los banqueros, es probable que los cuatro o
cinco bancos más fuertes traten de comprar a los más débiles,
entidades que ya han sido nacionalizadas por el Estado o de
menor tamaño.
El incentivo para los compradores son los 40.000 millones de
euros del rescate europeo a la banca española que ayudarán a
sanear los bancos más pequeños y forzarles a descargar sus
activos dañados en un banco malo preparado por el gobierno, lo
que les convertiría en objetivos más atractivos.
Las pruebas de estrés independientes a los bancos españoles
dejaron un mapa muy claro de los siete fuertes y los siete
débiles, dijo un ejecutivo de la banca española que no quiso ser
nombrado.
"El ejercicio ha dejado muy claro que 4 ó 5 entidades
relativamente sanas irán a la caza de otras 4 ó 5 entidades
seriamente tocadas", dijo el ejecutivo.
Está previsto que los compradores extranjeros se mantengan
al margen debido a los grandes riesgos de España, golpeada por
la crisis de deuda soberana de la eurozona.
Los precios de las viviendas siguen cayendo y los activos
tóxicos continuarán aumentado al menos durante un año más,
mientras consumidores y empresas caen en una profunda recesión.
Los probables compradores son los saneados Santander
, BBVA, CaixaBank, Sabadell
y la entidad vasca Kutxa.
Entre sus objetivos podrían incluirse las nacionalizadas
Catalunya Caixa, NovaGalicia Banco y Banco de Valencia,
además de otras pequeñas entidades como el Banco Mare Nostrum o
Caja 3.
El banco de tamaño medio Popular no es visto lo
suficientemente fuerte como para ir en busca de adquisiciones,
pero podría convertirse en objetivo de compradores si fracasa en
su intento de ampliar capital.
La nueva legislación, aprobada para cumplir con las
condiciones de la ayuda europea, facilita que el Estado pueda
liquidar bancos y venderlos en diferentes partes.
"La competencia entre las entidades para comprar los activos
más valiosos va a ser feroz," dijo Ángel Berges, consejero
delegado de Analistas Financieros Internacionales (AFI).
Las nacionalizadas Bankia, Catalunya Caixa,
NovaGalicia y Banco de Valencia perderán grandes cantidades de
viviendas y suelo, que transferirán al banco malo.
Una fuente financiera con conocimiento de las negociaciones
dijo que, como condición del rescate, los cuatro bancos
reducirán sus balances en más de un 40 por ciento, haciéndoles
objetivos más baratos.
Santander, BBVA y Kutxa están entre los favoritos para
hacerse con Catalunya Caixa, cuyos activos rondan los 80.000
millones de euros, dijeron fuentes bancarias.
NovaGalicia, con unos activos por valor de 75.000 millones
de euros, podría ser un objetivo interesante para Caixabank,
añadieron las fuentes.
Popular, con unas necesidades de capital de 3.200 millones
de euros, buscará una ampliación de 2.500 millones de euros en
un intento por evitar ser adquirido por el Estado o por algún
competidor.
"En el caso de que Popular no pudiera salir adelante por sí
sola, Caixabank estará merodeando y lista para aprovecharse",
dijo un ejecutivo de la banca.
Banco Mare Nostrum, resultado de la unión de cuatro bancos
con unos activos totales de 68.000 millones de euros y unas
necesidades de capital de 2.000 millones según la auditoría,
podría acabar siendo reestructurado con fondos públicos, dijo un
ejecutivo bancario con conocimiento del proceso.
La fusión a tres bandas entre las entidades de pequeño
tamaño Liberbank, Ibercaja y Caja 3 fue cancelada. La auditoría
reveló que el hipotético grupo tendría un déficit combinado de
2.100 millones de euros y dejaría a Caja 3 como un candidato a
ser nacionalizado y vendido, al ser el más desprotegido de los
tres.
Otra fusión ahora en duda es la de Unicaja, Caja Duero y
Caja España. Como grupo, aprobaron las pruebas de estrés, pero
la unión de Caja Duero y Caja España tiene un déficit de capital
de 2.100 millones de euros.