MURCIA.- El Gobierno regional ha planificado ya el
regreso a los centros de trabajo de manera presencial de los empleados
públicos de Administración y Servicios y del Servicio Murciano de Salud
(SMS). Para ello, las consejerías de Presidencia y Hacienda y de Salud
han dictado sendas instrucciones en las que se detallan las condiciones
para que este regreso se realice de manera escalonada y con las medidas
de protección que garanticen la prestación de los servicios públicos con
las debidas condiciones de seguridad para trabajadores y usuarios.
En el caso del personal de Administración y Servicios, este
regreso se realizará a partir del 11 de mayo, mientras que en el caso
del personal sanitario se ha iniciado ya esta semana, según informaron
fuentes del Gobierno regional en un comunicado.
El consejero de Presidencia y Hacienda, Javier Celdrán, ha
explicado que esta planificación se enmarca ante el nuevo escenario que
vive la Región dentro de la crisis sanitaria del coronavirus. "En los
últimos días estamos asistiendo a una estabilización e incluso
decrecimiento del impacto de la enfermedad en la Región, con una
disminución continuada de los casos y una menor presión asistencial", ha
manifestado.
"No podemos relajarnos en las medidas que han ayudado a limitar
los contagios para evitar un repunte, pero sí que tenemos que afrontar
el reto de adaptarnos a esta nueva situación", ha remarcado.
El desarrollo y puesta en marcha de este protocolo, en cualquier
caso, estará sometido a la evolución de la enfermedad y a las posibles
instrucciones que se puedan dictar desde el Gobierno central y a las
normas y recomendaciones de las autoridades sanitarias.
En el caso del personal de Administración y Servicios, el
protocolo se ha negociado este miércoles con los representantes de las
principales organizaciones sindicales.
Esta planificación incluye
medidas de protección personal y colectiva como el reparto de
mascarillas y geles hidroalcohólicos, tanto individuales como para las
zonas comunes, el establecimiento de un sentido de entrada y otro de
salida a los edificios para garantizar la distancia de seguridad entre
personas, el fomento del uso de las escaleras y la limitación del aforo
en los ascensores o la limpieza y desinfección de espacios y conductos
de aire y ventilación.
En aquellos edificios en los que se atienda al público de manera
presencial, como las oficinas de la Agencia Tributaria o del Servicio de
Empleo y Formación (SEF), se instalarán mamparas de seguridad y se
implantarán sistemas de cita previa vía telefónica o web. Además, se
establecerán sistemas de turnos para evitar aglomeraciones y las
personas que esperen en el exterior deberán guardar una distancia mínima
de seguridad de dos metros.
Con respecto a la incorporación presencial del personal, esta se
realizará de manera progresiva, con incrementos que oscilarán entre un
10 por ciento mínimo y un máximo de un 20 por ciento y que se irán
modificando en las semanas sucesivas.
Para esta incorporación gradual se tendrán en cuenta criterios
como la posibilidad de ocupar despachos individuales, mientras que en el
caso de los despachos comunes acudirán primero aquellos empleados que
no puedan realizar sus funciones mediante teletrabajo, se guardará la
distancia de dos metros y se fomentará la instalación de mamparas de
separación o el uso de pantallas faciales.
El protocolo, que incluye la creación de una comisión de
seguimiento para analizar la aplicación de estas medidas, mantiene la
apuesta por el teletrabajo, especialmente para aquellos trabajadores que
tengan a su cargo hijos menores de 14 años, personas mayores o
dependientes.
En este sentido, y desde que el 14 de marzo se dictó la orden para
limitar la presencia física en los centros de trabajo, más de 4.100
empleados públicos de los 9.032 del área de Administración y Servicios
han estado trabajando mediante la plataforma de teletrabajo, mientras
que cerca de 2.000 lo han hecho con aplicaciones específicas o a través
del correo electrónico.
También se establece la posibilidad de organizar las plantillas en
diferentes turnos para reducir el número de empleados en un mismo
espacio de trabajo y de ampliar el horario de apertura de los edificios
públicos, además de potenciarse la realización de reuniones a través de
medios telemáticos.
La orden que regula esta progresiva adaptación a las nuevas
condiciones en el SMS establece por su parte medidas de protección
individual y colectiva similares para evitar contagios, como la
distancia de seguridad de dos metros, la limitación de las reuniones de
carácter presencial y el fomento de los medios telemáticos, el
establecimiento de vías de entrada y de salida independientes y de vías
de circulación interiores separadas o el establecimiento de mamparas u
otras barreras físicas de separación entre personas.
En el caso de los centros de atención primaria, y tras los buenos
resultados obtenidos durante esta crisis sanitaria, se seguirá
priorizando la atención a los casos con patologías epidemiológicas o
respiratorias, se mantendrá el seguimiento personalizado de los
pacientes, las visitas a domicilios o la recogida y transporte de
muestras.
La actividad en estos centros se organizará priorizando la
atención telefónica y domiciliaria, habilitando horarios alternativos
para las diferentes actividades con el objetivo de reducir la afluencia
de personas o manteniendo los centros abiertos mañana y tarde los días
entre semana y las mañanas de los sábados.
En lo que respecta a los hospitales, se da un plazo de una semana
para que las gerencias de los mismos elaboren y envíen sus propios
protocolos personalizados y adaptados a sus condiciones y
circunstancias. Estos planes, no obstante, tendrán en cuenta criterios
comunes como el fomento del seguimiento de los pacientes, el
escalonamiento de las citaciones con intervalos de seguridad o la
utilización de las dependencias en turnos de tarde.
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