Al Covid 19 lo doblegaremos, pienso que en breve, calculo que en pocos meses. Con un mayor o menor coste de vidas, la humanidad saldrá victoriosa de esta situación. Por suerte, en nuestros días disponemos de muchos recursos para enfrentarnos a este tipo de amenazas.
Es bien conocido como unos siglos atrás, una pandemia de similares características diezmaba poblaciones, hasta el punto que en ocasiones, podía llegar a eliminar tribus o culturas en su totalidad.
Es bien conocido como unos siglos atrás, una pandemia de similares características diezmaba poblaciones, hasta el punto que en ocasiones, podía llegar a eliminar tribus o culturas en su totalidad.
Pero en estos momentos el avance científico que hemos alcanzado, nos permitirá vencer y lo haremos en un plazo relativamente corto. Lo que pienso que tardará más, si es que llega, es el restablecimiento de nuestra forma de vida, tal y como la teníamos concebida. Esta pandemia, una vez superada, nos va a traer primero una brutal crisis económica de la cual nos costará tiempo salir, pero también va a dar lugar a cambios en nuestros hábitos, en nuestras costumbres, en suma, en nuestra forma de vida.
Como dice el famoso refrán, “nunca llueve a gusto de todos”, es decir, lo que será negativo para unos, puede que sea positivo para otros. Algo así ocurrirá en el mundo del turismo, nuestra particular "gallina de los huevos de oro".
Durante décadas, el turismo ha sido en España “la gallina de los huevos de oro”. Ha sido un sector económico en auge que nos ha proporcionado un gran volumen de negocio. Nos ha traído divisas, ha generado empleo, oportunidades de inversión para inversores nacionales y foráneos, en suma, prosperidad. Muchos pueblos de la costa española deben lo que son hoy al fenómeno turístico y son conocidos en todo el mundo gracias a éste. Baste como ejemplo citar poblaciones como Benidorm o Marbella. Más de una vez, en mis salidas por el extranjero, la gente del lugar, al saber que era español, me han citado alguna de estas poblaciones.
Pero esto puede cambiar tras el paso del COVID19. El miedo a contraer el virus se ha establecido en nuestras sociedades desarrolladas, va a tardar tiempo en disiparse y va a perjudicar seriamente a la actividad turística a nivel global, pero con especial incidencia a España. Y ésto será así debido fundamentalmente a dos circunstancias:
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España está siendo uno de los países más afectados de Europa por el COVID19, lo cual quedará grabado en el inconsciente colectivo de los habitantes del resto de países durante largo tiempo.
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El modelo turístico español, un turismo de masas, que supone movimiento de gran cantidad de personas y concentración en ciertos núcleos urbanos. Esta circunstancia es y será un factor de temor en un futuro. Lo he dicho en anteriores ocasiones y lo repetiré. En esta crisis del COVID19, está siendo más peligroso el pánico que se ha generado, que el virus en si mismo.
Las repercusiones que está teniendo la pandemia a nivel económico y social están siendo devastadoras y si no se toman las medidas adecuadas, se perpetuarán en el tiempo. Le estamos cogiendo miedo al contacto humano, lo que se traduce en miedo al uso de medios de transporte colectivos como aviones, trenes, barcos a autobuses, miedo a los lugares de concentración de personas bares, restaurantes, hoteles o incluso playas. Este pavor es y será letal para el mantenimiento de la actividad turística si no se toman medidas contundentes y acertadas.
Queriendo ser positivos y acudiendo de nuevo al refranero, podemos decir que “el que tuvo, retuvo”. De cara al nuevo arranque del sector, en España disponemos de infraestructuras de comunicaciones, infraestructura turística de diverso tipo, capital humano, etc..., pero por una buena temporada nos faltarán los turistas. Para volver a atraerlos va a ser necesario realizar un gran esfuerzo en varias direcciones.
1.- Tenemos que garantizar al visitante que España es zona libre de virus. Nuestro Ministerio de Sanidad debería elaborar una serie de pautas de conducta, tanto individuales como colectivas, que aseguren al visitante que no volverá a su país con un “souvenir” en forma de virus.
2.- Tenemos que garantizar que nuestro sistema sanitario puede afrontar con éxito cualquier contingencia que se presente.
3.- Será necesario elaborar y llevar a cabo una gran campaña de imagen, a nivel global, en la que se dé a conocer al mundo que España es zona libre de virus.
Si no se toman medidas desde las instituciones, medidas contundentes y apropiadas en estos dos sentidos, nuestra “gallina de los huevos de oro” va a languidecer durante años, con respiración asistida e incluso, corre el riesgo de morir, porque nuestra debilidad va a ser aprovechada por otros destinos turísticos del planeta para ganar posiciones y quién sabe si dentro de unos años, somos o no capaces de recuperar el vigor que mantenía el sector turístico en España. Ese sector turístico que tantas veces nos ayudó a salir de difíciles situaciones económicas.
(*) Economista
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