ALBACETE.- La Asociación de Municipios Ribereños de los
Embalses de Entrepeñas y Buendía acudió a un "encuentro histórico con
regantes tradicionales de la Región de Murcia" para poner de manifiesto
que "la guerra del agua no es entre comunidades; sino contra los
intereses particulares de una serie limitada de empresarios
agroindustriales y del Gobierno de la Región, que les ampara".
Reunidos
en Albacete, ribereños y agricultores tradicionales mantuvieron "un
fructífero" encuentro de opiniones, en el que primó sobre todo el
entendimiento, según informaron fuentes de la Asociación de Municipios
Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía. "El problema viene de
arriba, de quienes no facilitan el acceso a otras fuentes de agua, como
la desalada, para favorecer los intereses económicos de quienes manejan
el Trasvase a su antojo".
Los regantes denunciaron las "prácticas
corruptas" de quienes llevan más de dos décadas gobernando en la Región
de Murcia. "Un escándalo que ya no hay quien lo oculte, con peces y
crustáceos muriendo por millares a los pies de los turistas", añade el
comunicado.
Así, los municipios ribereños
acordaron sumarse a la reivindicación de los regantes sobre el agua
desalada, con la campaña “Si soy desalá, a 30 céntimos n’a más”, con la
que los agricultores buscan un abaratamiento del precio "que les
permitiría desistir en gran medida a la mayoría de los municipios de
agua del Trasvase", según un comunicado.
“Es
una cuestión de costes, que al Gobierno de López Miras nunca le ha
interesado resolver”, afirmaron los regantes. “Es un problema de
sillones, la mentira del ‘Agua para todos’ les mantiene arriba porque
son los empresarios los que les colocan en el Gobierno”.
"Prácticamente,
con las desaladoras podría cerrarse el Trasvase o, por lo menos,
minimizarse brutalmente".
"Pero no interesa a quienes manejan el
dinero".
“El agua ‘moja’ todo aquel sitio por donde pasa”, comentaron en
referencia al poder del dinero.
"50.000 hectáreas de regadío ilegal"
Si
bien es cierto que existen ciertas zonas que solo pueden regarse con
agua del Trasvase, algo que también dejaron claro, el consumo sería
muchísimo menor. Máxime si se tiene en cuenta otra de las denuncias de
los propios regantes murcianos, que afirmaron conocer la existencia de
cerca de 50.000 hectáreas de regadío ilegal roturado por las grandes
corporaciones agroindustriales que han hecho de la Región su cortijo
particular, “con el beneplácito de unos políticos aupados al poder por
los mismos aguatenientes y su dinero”.
Según
denunciaron, "mientras que al pequeño agricultor se le persigue con
saña, impidiéndole perforar pozos o regularizar desaladoras, a los
grandes empresarios se les permite roturar nuevos regadíos sin cesar y
prácticas que han llevado a la situación actual que sufre el Mar Menor".
“Se ha querido denunciar dónde se pierde el agua y el Gobierno hace
oídos sordos”, clamaban mientras trataban de explicar la sinrazón de
que, a día de hoy, mientras se reclaman decretos de sequía, se roturan
nuevos campos.
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