Pablo Iglesias ha sacrificado la Reina de sus fichas negras para
mejorar su posición en el tablero de ajedrez donde mantiene una tensa
partida contra las fichas blancas de Pedro Sánchez.
Un Sánchez que aparentemente acaba de lograr una victoria parcial con
la renuncia de Iglesias a entrar en el Gobierno pero que puede perder
la partida si Iglesias consigue colocar en la vicepresidencia y en
varios ministerios a dirigentes de Podemos, empezando por su compañera
Irene Montero.
Todavía falta mucho por negociar entre el PSOE y Podemos, pero ahora
la investidura de Pedro Sánchez parece más cercana y viable para el
próximo martes día 23, gracias a la renuncia de Iglesias a ser ministro.
Lo que no quiere decir que el líder de Podemos haya dado un paso
hacia atrás sino hacia un lado, porque si hay acuerdo Iglesias será
‘Vicepresidente en la sombra’ desde donde moverá sus peones situados en
el Consejo de Ministros.
Aunque antes de que se llegue a esa situación todavía quedan muchas
cosas por negociar y bastantes peticiones de Podemos que exigen en el
Gobierno de coalición un reparto proporcional de ministerios en relación
a los votos de cada uno y no a los escaños. Y que anuncian que no van a
aceptar nuevos vetos de Sánchez porque los candidatos de Podemos a
entrar en el Gobierno los seleccionará Iglesias.
Y además queda la negociación programática con capítulos importantes
en materias laboral, fiscal, financiera, de vivienda y energética. Y por
supuesto el número y la función de los ministros asignados a Podemos.
En la Oposición, donde se creía y se esperaba un suspenso de Sánchez
en la investidura y su retraso a septiembre, impera el desconcierto
tanto en el PP como en Cs.
Y entre los poderes económicos y los financieros del país, así como
en las principales cancillerías europeas y en la de EE.UU crece la
preocupación, por la entrada en el Gobierno de España de un partido como
Podemos que es populista, marxista y de izquierda radical. Y que,
además, mantiene muy estrechos vínculos con partidos soberanistas del
País Vasco y Cataluña.
De ahí la importancia de la jugada maestra de Iglesias en la partida
que mantiene con Sánchez. Y que, si concluye con el pacto de investidura
-con los votos de PSOE (123), Podemos (42), PNV (6), CP (1) y PRC (1) y
las abstención de ERC y Bildu-, el día 23 podremos decir -como
anunciábamos ayer- que Iglesias ha ganado la partida y ha puesto ‘una
pica en Flandes’.
Al tiempo que seguirá mandando en Podemos e influyendo
como nunca en la política nacional desde su ‘vicepresidencia en la
sombra’ y con sede oficial en su chalé de Galapagar.
(*) Periodista
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