Como ya saben, el PP ha cosechado un
auténtico fracaso en las últimas elecciones generales del pasado mes de
abril. Los cinco diputados conseguidos en las elecciones celebradas en
2016 se han quedado en dos, y en número de votos han pasado de 333.109 a
178.123. Datos que reflejan que son los peores resultados de la
historia de los populares en la Región de Murcia.
Es cierto que en el
ámbito nacional no han salido mejor parados, pero se dé la lectura que
se dé, lo cierto es que, con estos resultados, López Miras ha suspendido
en su primera prueba electoral, y algo tendrá él que ver en este
desaguisado.
Cuando hace unos meses el presidente de la Comunidad decidió sustituir a Noelia Arroyo
como portavoz de su Gobierno, con lo que esto significa de
sobreexposición de su figura, alguien me dijo que lo que pretendía era
darse a conocer más, porque llevaba poco tiempo en el cargo y su índice
de conocimiento no era tan alto como él pretendía.
Contesté que,
teniendo sentido esa decisión, también podría ocurrir que no diese la
talla en esas frecuentes apariciones públicas con el peligro de darse a
conocer demasiado. Y creo que el tiempo me ha dado la razón, porque la
sobreexposición pública es un arma de doble filo, si tenemos en cuenta
que, en ella, se muestra todo lo mejor, pero también las carencias que
se tienen: imposible ocultarlas.
Pero la vanidad pierde a muchos
políticos, y a él le perdió, porque un presidente debe de tener el mejor
portavoz posible y, desde luego, López Miras no ha sabido ser su mejor
portavoz. Debería de haber aprendido ya que un buen equipo le hace mejor
a él. Esto tendría que ser de primer curso de 'mandamás', pero hay
quienes no quieren enterarse.
Y yo no digo que este tiempo de portavoz
de su Gobierno haya influido en los malos resultados de las ultimas
elecciones, no, pero estoy segura de que tampoco le ha ayudado, por no
hablar de sus inenarrables intervenciones públicas cuando se siente a
gusto entre sus seguidores. En esos momentos se olvida de su papel
institucional y da rienda suelta a su 'creatividad' dejando en muy mal
lugar la imagen de alguien que debería de cuidar más sus apariciones.
Sí,
hay que trabajarse el puesto. Por ejemplo, cuando una persona con tan
alta responsabilidad como es un presidente de Gobierno regional, acepta
ser sometido a una entrevista en un medio de ámbito nacional, que es
escuchado por miles de posibles votantes, su obligación debería ser
preparársela adecuadamente. Hacer un guión de los temas candentes en ese
momento, susceptibles de salir en la conversación, e imaginar distintas
soluciones a determinadas cuestiones. Esto debería de ser de primero de
asesoramiento, o de sentido común, para el que no se necesitan
asesores, porque basta con el nuestro, o debería.
Pero algunos políticos
van tan de sobrados que aparecen a pecho descubierto en las
entrevistas, esas que oirán miles y miles de ciudadanos, de posibles
votantes también, y se les ven todas las costuras de la improvisación,
del desconocimiento, del no saber que decir ni como decirlo.
Y mucho de esto es lo que le ocurrió a nuestro presidente hace unos días en la SER, en una entrevista con Pepa Bueno.
Ella, buena periodista, le preguntó, entre otras cosas, algo tan
sencillo como si gobernaría con los de Vox, llegado el caso de
necesitarlos, y López Miras se lió con que «lo que quiero es hacer un
proyecto para defender los intereses de Murcia».
Como a Pepa no le
pareció suficiente (ni a ella ni a nadie) insistió en el asunto, y él
regresó con los tópicos y las frases hechas dejando en el oyente la
sensación de que ese buen hombre no tenia nada claro en su mente: ni lo
que haría, ni porqué lo haría, ni con quién lo haría, ni quiera qué
hacia allí manteniendo aquella entrevista que estaba poniendo al
descubierto sus carencias políticas.
(*) Periodismo
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