MADRID.-La jueza que investiga el caso
Máster ha pedido hoy al Tribunal Supremo que impute a Pablo Casado por
cohecho impropio y prevaricación. Carmen Rodríguez-Medel ha elevado una
exposición razonada en la que reúne los indicios contra el presidente
del PP. El Alto Tribunal es el único órgano judicial que puede citar
como investigado al presidente del PP dado que al ser diputado en el
Congreso tiene condición de aforado.
En su auto, la magistrada recuerda que ha continuado practicando hasta
el día de hoy diligencias de investigación en la pieza concerniente a
Casado, "intentando agotar la instrucción en todo aquello que no causase
indefensión al aforado, de modo que, en aplicación de la doctrina
citada del Alto Tribunal, sólo cuando ya no es posible continuarla se
eleva Exposición Motivada".
"De este modo, entendiendo esta magistrada que está
agotada la instrucción en todo aquello que no implica actuaciones
procesales a realizar con el aforado, siendo necesario garantizar sus
derechos de conformidad con lo previsto en el artículo 118 LECrim,
procede elevar a la Sala Segunda del Tribunal Supremo Exposición
Motivada al considerar que la competencia para continuar la instrucción
de la causa en esta pieza C podría corresponder a ese Alto Tribunal en
relación con la indiciaria responsabilidad penal de don P.C.B, Diputado
por el Partido Popular en el Congreso de los diputados", añade.
El líder del PP se matriculó en un máster de derecho en el que le
convalidaron 18 de 22 asignaturas por haber cursado Derecho. Para las
cuatro asignaturas restantes entregó cuatro trabajos que en total suman
92 páginas. Lo hizo sin hablar con ningún profesor, con las únicas
indicaciones de Enrique Álvarez Conde. Era con quien trataba y a quien
enviaba los trabajos.
Durante la semana pasada, la jueza celebró los interrogatorios clave
para determinar si había delito en el máster de Casado. Así ha
comprobado que tres compañeras de Casado, con un expediente calcado al
suyo, aprobaron sin ir a clase. Una ha reconocido que ni siquiera entregó trabajos,
mientras que las otras dos han sido incapaces de demostrarlo. No han
aportado un solo documento que demuestre que cursaron el título que
obtuvieron.
Dos de esas alumnas tienen vínculos con
el PP. Alida Mas Taberner era alto cargo de la Generalitat valenciana y
María Mateo Feito es hija de una exasesora del Gobierno de Cifuentes y
trabajó en el Ministerio de Empleo durante el Ejecutivo de Mariano
Rajoy. La tercera, María Dolores Cancio, era becaria del catedrático
Enrique Álvarez Conde, el responsable del máster.
En
su declaración aseguro que fue este profesor quien le recomendó
matricularse para acceder al doctorado. Le dijo qué asignaturas
convalidar, le dio permiso para no ir a clase y ni siquiera le exigió
que entregase nada para obtener el título. Según resumieron algunos
abogados al término de la declaración, vino a decir que le regalaron el
máster. Fuentes jurídicas confirman que es la impresión que le quedó a
la jueza después de escucharla.
La juez había mantenido el pasado jueves la imputación por prevaricación administrativa y cohecho impropio contra tres compañeras de promoción del máster que cursó el presidente del PP, Pablo Casado, una de las cuales ha confesado que le regalaron el título de posgrado porque no hizo absolutamente nada aquel año.
Con esta decisión, la titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Carmen Rodríguez-Medel, dió un paso adelante para estrechar el cerco contra el líder del PP, en tanto que las alumnas que esa tarde habían comparecido aprobaron el máster de forma similar a la manifestada por el presidente popular.
Fuentes jurídicas ya habrían explicado que la magistrada estaba cada vez más cerca de enviar una exposición razonada al Tribunal Supremo, órgano competente para investigar a Casado por su condición de aforado, dado que es la primera vez que aprecia indicios de delito en la actuación de unas alumnas de la promoción del líder popular.
Al término de la comparecencia, la juez mantuvo la imputación a la profesora de la URJC María Dolores Cancio y a dos ex altos cargos del PP Alida Mas Taberner y María Mateo Feito. En concreto, la magistrada imputó a Feito y Cancio el delito de prevaricación administrativa, mientras que a Más Taberner le habría añadido, además, el de cohecho impropio al tratarse de un alto cargo del gobierno valenciano, precisamente la misma condición que ostentaba Casado, que en aquella época era diputado autonómico.
Feito y Taberner aprobaron el máster de similar forma a la que Casado ha manifestado públicamente, es decir, con varias convalidaciones y calificaciones de sobresalientes en unos pocos trabajos, calificados la mayoría por el director del Instituto de Derecho Público de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Enrique Álvarez Conde.
Más sorprendente fue sido la versión de Cancio, que habría confesado ante la juez que Álvarez Conde le regaló el título sin hacer nada, ni presentar trabajos ni acudir a clase.
Cancio, profesora y coautora de varias publicaciones con Conde, habría apuntado directamente al exdirector del instituto, uno de los principales imputados en la causa, como el responsable de las presuntas irregularidades que están detrás de su título.
Fue Álvarez Conde quien ofreció el máster a todas ellas, según ellas mismas han reconocido, e incluso en el caso de Cancio, entonces becaria de investigación en el Instituto, le aseguró que cursar dichos estudios era la vía para poder acceder a unos estudios de doctorado.
Cancio accedió y finalmente -dijo- consiguió obtener el título de posgrado, aunque jamás fue a clase ni entregó ningún trabajo para conseguirlo, pues, según le decía Álvarez Conde, no hacía falta que hiciera nada.
Ninguna de ellas realizó un trabajo de fin de máster, como Casado o las tres alumnas que también han comparecido como testigos; tan solo elaboraron una especie de “itinerario” que, cuando llegó el turno de presentar, no entregaron porque desde la dirección del máster les dijeron que ya estaban aprobadas.
De las tres, solo Feito fue a alguna de las clases, pues, en el caso de Mas Taberner, habría dicho que precisamente uno de los motivos por los que accedió a cursar el máster fue por las facilidades que le dio Conde para hacerlo a distancia.
Unas acusaciones contra Conde sobre las que él mismo no se ha pronunciado, dado que se ha negado a declarar de nuevo hasta que la Audiencia Provincial de Madrid no resolviese si elevaba o no el caso al Tribunal Supremo, extremo que se ha producido hoy mismo.
La juez había mantenido el pasado jueves la imputación por prevaricación administrativa y cohecho impropio contra tres compañeras de promoción del máster que cursó el presidente del PP, Pablo Casado, una de las cuales ha confesado que le regalaron el título de posgrado porque no hizo absolutamente nada aquel año.
Con esta decisión, la titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Carmen Rodríguez-Medel, dió un paso adelante para estrechar el cerco contra el líder del PP, en tanto que las alumnas que esa tarde habían comparecido aprobaron el máster de forma similar a la manifestada por el presidente popular.
Fuentes jurídicas ya habrían explicado que la magistrada estaba cada vez más cerca de enviar una exposición razonada al Tribunal Supremo, órgano competente para investigar a Casado por su condición de aforado, dado que es la primera vez que aprecia indicios de delito en la actuación de unas alumnas de la promoción del líder popular.
Al término de la comparecencia, la juez mantuvo la imputación a la profesora de la URJC María Dolores Cancio y a dos ex altos cargos del PP Alida Mas Taberner y María Mateo Feito. En concreto, la magistrada imputó a Feito y Cancio el delito de prevaricación administrativa, mientras que a Más Taberner le habría añadido, además, el de cohecho impropio al tratarse de un alto cargo del gobierno valenciano, precisamente la misma condición que ostentaba Casado, que en aquella época era diputado autonómico.
Feito y Taberner aprobaron el máster de similar forma a la que Casado ha manifestado públicamente, es decir, con varias convalidaciones y calificaciones de sobresalientes en unos pocos trabajos, calificados la mayoría por el director del Instituto de Derecho Público de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Enrique Álvarez Conde.
Más sorprendente fue sido la versión de Cancio, que habría confesado ante la juez que Álvarez Conde le regaló el título sin hacer nada, ni presentar trabajos ni acudir a clase.
Cancio, profesora y coautora de varias publicaciones con Conde, habría apuntado directamente al exdirector del instituto, uno de los principales imputados en la causa, como el responsable de las presuntas irregularidades que están detrás de su título.
Fue Álvarez Conde quien ofreció el máster a todas ellas, según ellas mismas han reconocido, e incluso en el caso de Cancio, entonces becaria de investigación en el Instituto, le aseguró que cursar dichos estudios era la vía para poder acceder a unos estudios de doctorado.
Cancio accedió y finalmente -dijo- consiguió obtener el título de posgrado, aunque jamás fue a clase ni entregó ningún trabajo para conseguirlo, pues, según le decía Álvarez Conde, no hacía falta que hiciera nada.
Ninguna de ellas realizó un trabajo de fin de máster, como Casado o las tres alumnas que también han comparecido como testigos; tan solo elaboraron una especie de “itinerario” que, cuando llegó el turno de presentar, no entregaron porque desde la dirección del máster les dijeron que ya estaban aprobadas.
De las tres, solo Feito fue a alguna de las clases, pues, en el caso de Mas Taberner, habría dicho que precisamente uno de los motivos por los que accedió a cursar el máster fue por las facilidades que le dio Conde para hacerlo a distancia.
Unas acusaciones contra Conde sobre las que él mismo no se ha pronunciado, dado que se ha negado a declarar de nuevo hasta que la Audiencia Provincial de Madrid no resolviese si elevaba o no el caso al Tribunal Supremo, extremo que se ha producido hoy mismo.
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