MADRID.- En el Ibex 35 hay hasta seis valores que se mueven en mínimos este verano. El más tocado de los seis es, sin duda, DIA que está cerca de perder el nivel de referencia de los dos euros por acción,
se encuentran en mínimos desde agosto de 2011 cuando llegó a los 1,97
euros y se deja más de un 48% de capitalización bursátil en lo que va de
año, publica hoy www.estrategiasdeinversion.com.
Según el director de análisis de Estrategias de Inversión, Luis Francisco Ruiz, “DIA continúa
construyendo una estructura de máximos / mínimos significativos
decrecientes y las medias móviles simples de medio y largo plazo
permanecen cruzadas a la baja presentando pendiente negativa. La
tendencia bajista es incuestionable y el siguiente soporte significativo
se encuentra en el mínimo histórico situado en 1,832. Lo positivo es
que se comienzan a presentar las primeras condiciones para comenzar a
construir un suelo: sobreventa, volatilidad en niveles elevados y divergencias alcistas en osciladores de precios y volumen”.
La compañía que dirige Ricardo Currás se encuentra acechada por los
fondos bajistas desde septiembre de 2015, cuando los ‘hedge funds’
irrumpieron en su capital con más del 10% de las acciones de la
compañía. En la actualidad, es el valor del Ibex 35 con un mayor
porcentaje de posiciones cortas o bajistas en su accionariado, ya que
controlan el 16,8% de sus acciones, según los registros de la Comisión
Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Las cuatro últimas
recomendaciones que ha recibido DIA de las firmas de análisis han sido
muy negativas para su cotización. Los analistas de HSBC redujeron el
precio objetivo sobre sus títulos un 22% desde los 2,7 euros hasta los
3,5 euros por acción el pasado 28 de junio. El viernes 13 el banco
británico Barclays redujo un 26% su valoración, hasta los 2,70 euros por
acción y Jefferies un 29%, hasta los 2,75 euros por acción. Y la
puntilla se la dio Invest Securities al recomendar ‘vender’ sus acciones
y fijar el precio objetivo en 1,9 euros desde los anteriores 3,9 euros.
Los expertos de Barclays alertan de la debilidad de las ventas de DIA, la presión a la baja de los márgenes y el efecto de las divisas emergentes en
las cuentas de la distribuidora de alimentación. Barclays estima que el
próximo jueves 26 la compañía dará a conocer una reducción de su ebitda
(beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y
amortizaciones) del 14% en el primer semestre, mientras que Jefferies ve
caídas del ebitda en el segundo trimestre del 21%.
Otro valor ‘tocado’ es Mediaset que
cotiza en mínimos desde noviembre de 2016 en los 6,9 euros y cae en
2018 un 20,6%, lo que le convierte en el segundo valor más castigado del
2018 sólo por delante de DIA. El grupo de Telecinco y Cuatro, entre
otras televisiones, registró un beneficio de 53,2 millones de euros en
el primer trimestre del año, lo que supone un 12,2% menos respecto al
mismo período del año anterior, cuando ganó 60,6 millones de euros. En
el corto plazo, los inversores penalizan la caída de los ingresos
publicitarios que se está viendo en las televisiones, algo que también
le ocurre a su competidora Atresmedia, pese a la celebración del Mundial
de fútbol.
Más a largo plazo, Mediaset y las televisiones privadas europeas tienen por delante el resto de la creciente competencia de plataformas de contenidos en Internet como Netflix, HBO o Amazon Prime.
A nivel técnico, Luis Francisco Ruiz comenta que “Mediaset comienza a poner a prueba / perder el mínimo del ejercicio 2016 establecido en 6,926 euros.
De esta forma, la serie continúa construyendo una estructura de máximos
/ mínimos significativos decrecientes a medida que las medias móviles
simples de medio y largo plazo acentúan la pendiente negativa. La
tendencia bajista es incuestionable en todos los marcos temporales y un
primer requisito para pensar en un posible giro al alza sería la
superación de la resistencia intermedia sita en 7,464”.
La banca… no siempre gana
Dice
el refrán que la banca siempre gana. Pero en caso de los bancos
cotizados del Ibex 35 no es así, al menos en 2018. Salvo Bankinter, el
resto de entidades acumula retrocesos en bolsa en el ejercicio. El
contexto del sector sigue marcado por los tipos de interés del 0%
fijados por el Banco Central Europeo (BCE) “al menos” hasta el próximo
verano, según las palabras del propio presidente de la institución Mario
Draghi.
El coste del dinero es fundamental en el negocio
bancario, sobre todo, en el margen de intereses que se encuentra muy
golpeado por los tipos al 0%. Las políticas expansivas de Draghi han
sido uno de los factores clave de la recuperación económica pero también
han dejado la rentabilidad del sector por los suelos, con pérdidas por valor de 10.000 millones de euros entre 2008 y 2016, según las estimaciones de la institución que preside Mario Draghi.
Las
comisiones han ido subiendo en la medida que el margen de intereses
caía, aunque los expertos apuntan que las entidades tienen poco margen
para seguir subiendo esta partida en su balance. Además de este panorama
general para el sector, la exposición de BBVA a Turquía o Argentina también le pesa en el Ibex, igual que a Santander su negocio brasileño.
Sin embargo, en el corto plazo el riesgo no llega del exterior sino del
impuesto a la banca que quiere incorporar el Gobierno de Pedro Sánchez,
tal y como apuntó la semana pasada un informe de UBS.
El Ejecutivo de Sánchez prepara un impuesto al sector para recaudar cerca de 1.500 millones
de euros con el objetivo de que "complete las cotizaciones a la
Seguridad Social y contribuya a sostener el sistema público de
pensiones", según aseguró el presidente el martes pasado en el Congreso
de los Diputados en el que detalló sus planes al frente del Ejecutivo.
Como
dato alentador, en las últimas semanas se ha ido conociendo el
desapalancamiento de entidades como Sabadell, CaixaBank, BBVA o
Santander. Sabadell vendió la semana pasada "la práctica totalidad de su
exposición inmobiliaria" al fondo estadounidense Cerberus, que asciende a 3.900 millones de euros.
Este ladrillo se estructurará en una nueva sociedad llamada NewCo
conjunta entre la entidad catalana que contará con el 20% del capital y
Cerberus con el 80% restante.
En bolsa, Sabadell está en mínimos de marzo de 2017 y retrocede en el Ibex un 15% en lo que va de año, mientras que Bankia también cotiza en mínimos desde noviembre de 2016 y cae más de un 21% en el ejercicio.
El cambio de Gobierno les sienta mal
Aena
es otro de los valores con debilidad a nivel técnico y cotiza en
mínimos desde noviembre de 2017, mientras que Indra se encuentra en
mínimos desde 2016.
En el caso de la tecnológica se rumorea que el
futuro de su presidente Fernando Abril-Martorell pende de un hilo por
la mala relación que tiene con la actual ministra de Hacienda, María
Jesús Montero. El Estado es el principal accionista de la consultora
tecnológica con el 18,7% del capital a través de la Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales (SEPI) y podría relevar a Abril-Martorell
como ya ha hecho con Jaime García-Legaz al frente de Aena por el catalán Maurici Lucena.
En junio, los
analistas de Goldman Sachs empeoraron su consejo sobre las acciones de
la compañía hasta vender, ya que ven difícil que Indra cumpla sus
objetivos hasta 2020. Según los analistas de la entidad
estadounidense, la primera etapa de la transformación de Indra fue
impulsada con una ejecución sólida en la optimización de su balance y un
reenfoque en la eficiencia de costes, aunque la siguiente fase requiere
una reestructuración de su negocio de servicios de consultoría y
servicios informáticos, que representan el 60% de los ingresos y 30% del
EBIT en 2017.
Goldman recortó sus previsiones de ebit (resultado
neto de explotación) para 2020 hasta situarlas un 9% por debajo del
consenso de los analistas, y en el caso de sus estimaciones sobre el
flujo libre de caja son un 23% inferiores al consenso y un 18%
inferiores a la media de los objetivos fijados por la compañía para
2020, según recoge Reuters.
En el caso del gestor de los
aeropuertos españoles, Aena, el Gobierno ha prometido que mantendrá el
plan estratégico de la compañía tras las dudas con el dividendo de la
compañía, aunque el Estado no colocará una participación mayor en el
mercado ya que tiene intención de seguir controlando el 51% del capital
de Aena. El último plan de la compañía establece una política de retribución al accionista vía dividendo del 80% del beneficio, excluyendo partidas extraordinarias, durante los tres próximos años.
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