BRASILIA.- Plantar
árboles para "conservar" los ríos es una de las claves del "Proyecto
Conservador de Aguas", una iniciativa pionera en Brasil que ofrece ayuda
a los agricultores que contribuyen a la preservación del medio ambiente
en sus propiedades.
Extrema,
ciudad del estado de Minas Gerais (sureste), alberga desde hace casi 12
años este proyecto, uno de los más importantes de preservación hídrica
de Brasil, país que a partir de este lunes y hasta el 23 de marzo
recibirá el Foro Mundial del Agua, ya que ha permitido la plantación de
unos 1,5 millones de árboles en un área de 1.000 hectáreas y preservar
cerca de 700 nacientes de ríos.
En
esta localidad de poco más de 33.000 habitantes, Rubens Carbone, uno de
los productores beneficiados por el "Conservador de Aguas", realiza
plantaciones en las laderas de las colinas y las nacientes de los ríos,
áreas frágiles desde el punto de vista ambiental que reciben atención
especial del Código Brasileño del Bosque.
"Aquí
en la región había, en la época de sequía, nacientes (de ríos) que se
secaban. Hoy ya no se secan más. A veces se reduce el agua en cierta
cantidad, pero ya no se secan más", celebra.
En
su propiedad, el agricultor siembra brotes de especies nativas del
Bosque Atlántico, un bioma brasileño intensamente explotado y del que
actualmente tan solo resta el 12,5 % de su cobertura original, según
datos de la Fundación SOS Mata Atlántica.
Rubens,
al igual que otros agricultores, recibe 262 reales (unos 80 dólares)
por hectárea en el marco del proyecto "Conservador de Aguas",
desarrollado por la alcaldía de Extrema y pionero en el pago por
servicios ambientales en Brasil.
Rossini
Ferreira Matos Sena, especialista en recursos hídricos da Agencia
Nacional de Aguas (ANA), órgano regulador del sector en el país, explica
que la iniciativa fue creada porque era difícil mejorar la calidad y
cantidad del agua ciñiéndose tan solo a la legislación.
"El
productor rural no respondía a la altura de la expectativas. Entonces
era multado, no podía pagar y respondía por delitos ambientales que no
provocaban una mejora en la recuperación de las áreas que ayudan a la
producción de agua", explica Rossini.
Desde
su implantación, en 2007, el proyecto ha ofrecido resultados concretos,
según explicó el secretario de Medio Ambiente de Extrema, Paulo
Henrique Pereira.
"El
Conservador de las Aguas permitió la plantación de cerca de 1,5
millones de árboles en un área de más de 1.000 hectáreas, preservando
más de 700 nacientes y garantizando el abastecimiento durante la crisis
hídrica que golpeó la región entre 2014 y 2015", cuenta Pereira.
Brasil
expondrá esta iniciativa como ejemplo en el Foro Mundial del Agua, que
por primera vez tendrá lugar en el hemisferio sur, concretamente en la
capital brasileña, Brasilia, a donde acudirán 45.000 participantes
durante seis días, según la organización.
Conservador
de Aguas "es fundamental para demostrar al mundo, lo que la sociedad
brasileña está haciendo para buscar la mejoraría de la calidad y de la
cantidad del agua para ofertar a la sociedad", concluyó Rossini.
El
objetivo del proyecto, que en 2016 plantó 284.326 árboles en Extrema,
es restaurar 1,2 millones de hectáreas de áreas de bosque, lo que
equivale al 10 % de la meta que Brasil se comprometió a restaurar en la
Conferencia del Clima en París.
El
éxito del programa fue reconocido en 2013 por la ONU, que concedió al
"Conservador de Aguas" el premio internacional por Mejores Prácticas
para la Mejora de las Condiciones de Vida.
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