ALMERÍA.- En pleno parque natural Cabo de Gata-Níjar se ubica el Playazo de
Rodalquilar, una playa custodiada desde el siglo XVIII por la batería
militar de San Ramón, fortaleza declarada Bien de Interés Cultural que ahora está a la venta por tres millones de euros en internet.
"Dos salones, cocina, patio con acceso a piscina, aljibe árabe y
batería de cuatro cañones para posibles aunque poco probables ataques
piráticos" es el anuncio publicado en Twitter por la inmobiliaria
Bernardó, que también ha puesto el cartel de "se vende" en otras redes sociales como Facebook, Instagram o YouTube.
Carlos III ordenó en 1764 la construcción de la fortaleza que tenía
el objetivo de defender los recursos auríferos de las Minas de
Rodalquilar frente a los ataques de los piratas berberiscos.
Una misión defensiva de la que se encargaban medio centenar de
hombres que raras veces salían de la fortificación y que contaban para
ello con el apoyo de una batería de cuatro cañones, de
los que aún se conservan dos en el castillo de San Ramón, explican Maite
Linares y Alberto Morales, responsables del hotel Los Patios y dos de
los propietarios, durante una visita al edificio.
La fortaleza, tras la Guerra de la Independencia, fue ocupada
alternativamente por personas sin refugio y distintos cuerpos de policía
hasta que en 1875 fue enajenada por el Estado y adquirida por un
particular por 1.500 pesetas.
Con gran parte de sus torres y muros derruidos, pasó a un segundo
propietario privado y de éste a un tercer particular, un arquitecto que a
partir de 1977, acometió las obras necesarias para convertirlo en residencia habitable.
Este técnico segmentó y acondicionó los espacios interiores, y dotó a
la fortaleza de los correspondientes suministros de luz -por placas
solares- y agua corriente -que llega desde el propio manantial de la
finca- para poder contar con suficiencia energética y recursos hídricos
para poder pasar largas temporadas en el Playazo.
En la actualidad el edificio se encuentra en manos de una comunidad
formada por medio centenar de propietarios, entre ellos Maite y Alberto,
quienes recuerdan que, a pesar de sus peculiaridades y de tratarse de
un bien de interés cultural, la batería militar de San Ramón no deja de
ser una propiedad privada enclavada en una "ubicación de calas increíbles y vistas maravillosas en pleno parque natural".
Aunque es cierto que reconocen que tiene algunas particularidades ya
que el monumento en sí presenta la misma consideración en cuanto a uso
que cualquier otra casa de Rodalquilar, su carácter de bien de interés
cultural obliga a la propiedad a garantizar su correcta conservación.
De hecho, la Junta de Andalucía reclama también que de acuerdo a la
Ley de Patrimonio se establezca un calendario de visitas, aunque por
"contención del gasto" haya declinado adquirir la fortaleza, tal y como
han confirmado fuentes del Gobierno autonómico.
Además, recientemente el Defensor del Pueblo Andaluz ha reclamado a
la Junta información sobre el estado de conservación de once bienes del
Cabo de Gata, entre ellos la batería de San Ramón que ahora está a la
venta junto a las entre cinco y seis hectáreas de terreno anexo de la
propiedad.
Sea como sea, los propietarios aseguran que el mantenimiento de la
batería militar de San Ramón está garantizado y apuestan por un uso privado
como vivienda de esta fortificación, aunque recuerdan también que ya ha
sido el escenario elegido para acoger celebraciones de bodas y todo
tipo de eventos frente al mar.
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