MADRID.- La banca vuelve a estar en plena ola de
ajustes, con la ya aprobación del ERE que va a realizar Banco Santander
tras la adquisición de Popular y los inminentes recortes que se
presentan en Bankia y BMN con su fusión, alerta hoy elEconomista.
Tan sólo en los dos últimos
años, desde el cierre de 2015 a la actualidad, la gran banca ha
recortado en torno a 11.000 puestos de trabajo, contando con los 1.100
empleados de los que van a prescindir Santander y Popular en sus
servicios centrales hasta febrero de este año.
La
cifra de ajuste equivale a una reducción del 8,34% de los empleados de
la gran banca española. CaixaBank es una de las entidades que mayores
recortes ha hecho en los últimos dos años.
En 2016 anunció un plan de
reestructuración que afectó a 1.700 trabajadores, con un coste de 281
millones de euros, y este año puso en marcha un segundo plan de
prejubilaciones que afectó a 960 empleados, nacidos antes de 1.959, con
un coste de 455 millones.
En total, ha prescindido de 2.660
trabajadores, aunque su plantilla (sin el portugués BPI) se mantiene en
32.126 personas, a tener en cuenta las nuevas contrataciones que ha
realizado en los últimos meses de gente más joven titulada en Economía,
Empresariales o Derecho para reforzar el equipo de asesoría.
Banco Santander (sin Popular) contaba a
cierre del tercer trimestre del año con 22.904 personas, 1.327 menos que
a diciembre de 2015. La entidad ya realizó un plan de ajuste en 2016
que afectó a 1.480 personas, de las que 700 fueron prejubiladas; 680
salieron de la empresa por baja incentivada y 100, fueron reubicadas en
otros segmentos del grupo.
Con la compra de la entidad expresidida por
Emilio Saracho, el banco sumó sus 11.695 trabajadores. Ahora se
encuentra en pleno reajuste de plantilla y, para 2019, realizará otro
recorte que afectara a la red de oficinas.
Popular ya venía de un ERE, que se aprobó
en noviembre de 2016, y supuso un recorte de 2.592 empleados, entre
prejubilaciones a partir de los 55 años y despidos. Por su parte, BBVA
ha pasado de tener 32.903 trabajadores al cierre de 2015 a 30.584 en
septiembre de este año, es decir, 2.319 menos.
Entre medias, el banco ha
realizado dos planes de prejubilaciones, uno en 2016 que afectó a 600
empleados, y otro en 2017, con la salida de otros 500. Además, la
entidad prevé externalizar a otros 152 trabajadores con la venta de su
división informática.
Bankia, que realizó su gran ERE en 2013
con 4.500 afectados, cerró el tercer trimestre de 2017 con 13.472
trabajadores, prácticamente similar a los 13.569 que tenía hace dos
años. Sin embargo, la entidad volverá ahora hacer nuevos reajustes de
plantilla tras la fusión de BMN y se conocerá de manera inminente el
número de afectados.
Sabadell se encuentra inmerso en el
recorte anunciado a finales de 2016 que supondrá un recorte de 800
empleados. El banco, con 17.866 empleados en 2015, contaba a septiembre
de 2017 con 17.589 empleados, a falta de que se materialicen las últimas
salidas.
Bankinter, es el único que ha incrementado plantilla, sobre
todo de perfil tecnológico, y ha pasado 4.405 empleados a 5.606.
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