MADRID.- El sector de la paquetería se
rebela contra Amazon por sus bajos precios y elevados volúmenes de
envíos que amenazan, un año más, con cargarse sus márgenes y desbordar
su operativa. El gigante de Internet está teniendo problemas para
conseguir que las empresas de reparto de paquetes como Seur, Tipsa, DHL,
Redyser, MRW o TNT acepten sus condiciones y se hagan cargo de todas
las entregas que necesita contratar de cara a la recta final del año,
cuando afronta un pico de demanda por el Viernes Negro, el Cyber Monday y
la campaña de Navidad (durante la semana siguiente al Black Friday se
repartieron un millón de paquetes diarios en España), avanza hoy elEconomista.
"Amazon
tiene problemas serios de servicio en España porque los pequeños no
quieren trabajar con él. Paga mal y pide mucho", explican fuentes del
sector logístico.
En este punto, fuentes cercanas a la patronal UNO han asegurado a elEconomista que
Amazon ha dejado de ser visto como "un chollo en el sector".
"Exige
precios muy bajos porque contrata grandes volúmenes, pero las empresas
se han dado cuenta de que no pueden asumir los picos de demanda y se han
plantado", explican. "La logística de Amazon en España factura 40
millones de euros y deja un margen de 400.000 euros, menos del 1%, que
no es nada para este negocio", apuntan otras fuentes.
Así, firmas como Tipsa han
decidido no trabajar con Amazon y otras más grandes han limitado el
volumen y el precio que le aceptan, ya que no tienen infraestructura
para cubrir los picos de demanda y quieren cuidar a sus clientes
estables.
Y es que, las empresas de la
última milla han aprendido la lección del año pasado, cuando el elevado
volumen de ventas online y la promesa de entregas inmediatas o en un
máximo de 48 horas saturaron su servicio y dispararon sus gastos
operativos, ya que se vieron obligadas a reforzar sus plantillas a
última hora para poder hacer frente al servicio de entrega a domicilio
que ofrece el gigante norteamericano. "Un Black Friday se puede cargar
la rentabilidad de una compañía de distribución", aseguró Juan Sandes,
director de operaciones y expansión de Redyser, durante una jornada
organizada en Madrid por la patronal de logística UNO.
Servicio de lujo
Según
explica Sandes, es "imposible" que una compañía pase de 10 a 100
entregas de un día para otro con los precios que actualmente se cobran
en el sector y que algunas plataformas se empeñan en ajustar. "No hay
estructura de costes que soporte el aumento de plantilla que se necesita
para absorber los picos de demanda y las retailers no ayudan ya que no
quieren asumir los costes", explicó Sandes.
Así, lo que está pasado es
que las compañías de reparto se pelean para encontrar conductores a
última hora, les pagan el doble de lo habitual y en vez de realizar 80
entregas al día, hacen 40, ya que no conocen la app de la empresa ni las
direcciones. "Esos días no solo no entregamos más, si no que entregamos
menos, con más incidencias, con más problemas para el consumidor y a un
mayor coste", sentencia el director operativo de Redyser.
"No podemos esperar que la cadena
de suministro, y especialmente su último eslabón (la distribución de la
última milla), esté diseñada para el día siguiente del Black Friday, el
Cyber Monday o fechas similares", asegura en esta línea Antonio Fueyo,
director general de Tipsa, en una columna publicada en la web de su
compañía.
A su vez, el directivo critica la saturación de las empresas
logísticas y la tendencia de las plataformas online de competir por la
inmediatez de los envíos sin exigir precios más altos. "El mercado
electrónico ha llegado para quedarse, pero el reparto personal e
inmediato acabará pagándose como un bien de lujo porque no es sostenible
en el tiempo. Tiene que cambiar", explicó Jaume Bonavía, presidente de
Alfil.
En
este punto, desde Redyser plantean la opción de que las empresas que
venden sus productos por la red asuman parte de los costes de cubrir los
picos de demanda, algo a lo que se niegan porque tendrían que subir sus
precios en plena Navidad o sacrificar sus márgenes. Por su parte, desde
Tipsa se apuesta por potenciar el uso de los puntos de entrega de
conveniencia, como los que Correos ha habilitado en las gasolineras de
Repsol, para evitar que los repartidores tengan que ir a las casas de
los clientes a distintas horas.
Las opciones de Amazon
Los
problemas que la compañía fundada por Jeff Bezos está atravesando para
adjudicar todo el volumen de operaciones que necesita para cumplir con
la demanda del último trimestre del año (se prevé que los envíos crezcan
otro 20%) ha llevado al grupo a analizar varias opciones para blindar
parte de sus envíos y ajustar los costes, ya que la logística es una
parte fundamental de su negocio.
Por un lado, lleva más de un año
estudiando la compra de parte de una empresa de reparto española de
tamaño mediano o pequeño, como puede ser MRW. En Francia, Amazon se hizo
con el 25% de Colis Privé, una de las principales firmas de transporte.
Con la entrada en su capital, el gigante online buscaba ajustar el
precio de envío y reducir la dependencia de La Poste.
La segunda opción que está
analizando es crear un servicio exclusivo de transporte de la mano de un
socio. Así, la idea es contratar a una empresa para que defina el
servicio (rutas, estructura....) y se encargue de gestionar la flota y
los conductores, que trabajarían solo para Amazon. La compañía que se
aliara con la firma norteamericana tendría que crear una estructura
nueva que operara desde los centros logísticos de Amazon, con furgonetas
pintadas con la marca, con la app de la compañía y sus condiciones
laborales: seis días a la semana, nueve horas al día y media hora para
comer.
Este tipo de servicio permitiría
al grupo tener servicios asegurados. Sobre todo el premium de entregas
exprés, aunque tendría que seguir externalizando volumen de trabajo
porque tiene unos picos muy elevados que es difícil que asuma una
estructura. Amazon España asegura que no comentan "rumores de mercado" y
que todo va bien en la compañía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario