En esta ocasión los socialistas
murcianos han remado en sintonía con la ola nacional apoyando la llegada
de Pedro Sánchez a la secretaría general, algo que no sucedió en la
histórica pugna entre Zapatero y Bono, donde apostaron por el perdedor.
Han cambiado las cosas en el interno del partido; en aquella ocasión
votaron los delegados, siempre en línea con el aparato, y ahora lo han
hecho los militantes, que son mucho menos controlables.
En
alguna medida se han confirmado las previsiones apuntadas en la batalla
de los avales sobre techos y suelos. Los partidarios de Sánchez, con una
plataforma creada deprisa y corriendo y el apoyo de los calasparreños,
consiguieron más de 1.800 respaldos, frente a los más de 2.200 de Susana
Díaz,apoyada por alcaldesas y la vieja guardia del PSRM; y los 800 de
Patxi López.
Aquí, a la hora de la verdad, se han clarificado los apoyos
y se ha confirmado la teoría de los avales prestados. No ha sorprendido
el trasvase de más de trescientos avalistas de Patxi López a Pedro
Sánchez, algo anunciado a pesar del postureo de González Tovar. Más
sorprendente ha sido lo de Susana Díaz, con una pérdida de más de
doscientos apoyos. Algo que no deja en buen lugar a la vieja guardia del
aparato tradicional.
A nivel nacional los socialistas quedan
abiertos en canal, con un distanciamiento total entre la nueva dirección
y el grupo parlamentario. Con un secretario general ausente del
Congreso y cuyo objetivo principal es desalojar a Rajoy de la Moncloa.
Por muchas llamadas que se hagan a la unidad, las heridas y los
costurones de estas primarias no van a cicatrizar tan fácilmente. Sin
hablar de posibles depuraciones, porque la guerra ha sido cruenta.
El
resultado supone también una gran revolución en el interno de los
socialistas murcianos, acostumbrados a regirse por el control y el
enfrentamiento de las familias. Un partido que lleva años metido en la
mala dinámica de socavar permanentemente su suelo electoral con pérdida
de votos y militantes. Los ´sanchistas´ aquí son cruzados de la causa,
con ideas claras como las expresadas por el alcalde de Calasparra en
mitin de hace dos semanas. En las instituciones como la Asamblea
Regional o el Congreso están los ´susanistas´ y los partidarios de Patxi
López, con un González Tovar quemado y denostado.
Ahora toca
Congreso Regional y elegir al nuevo líder y al próximo candidato a
presidir la Comunidad. Por mucho que hablen barones y baronesas de
luchar por el consenso, la nueva ola de Ferraz va a sacudir con fuerza.
Los ´sanchistas´ tienen los votos, pero adolecen de liderazgo y
presencia en la Asamblea. Varios de los nombres que han aparecido en las
quinielas de cara al futuro han quedado tocados por la derrota de
Susana Díaz. Y empieza a coger fuerza la baza del diputado regional
Joaquín López.
(*) Periodista
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