CARTAGENA.- Dos asociaciones protectoras de animales entregaron ayer en
el registro del Ayuntamiento 9.000 firmas en contra del sacrificio de
perros y gatos en instalaciones públicas como el Catad municipal.
Además, exigieron una mejora de las condiciones y del bienestar de las
mascotas que están confinadas allí y también la devolución de los seis
gatos recogidos el pasado 21 de marzo en el entorno del Molinete.
La presidenta de la Federación de Asociaciones Protectoras
de Animales de la Región (Animur), Cristina Zaragoza, y la que será su
sucesora, Esperanza García, acompañaron a Susana Eleuterio, de Cuatro
Gatos de Cartagena, a entregar las firmas en apoyo de una serie de
exigencias en el funcionamiento del Catad. Para empezar, estas
organizaciones quieren tener acceso al libro de registro de entrada y
salida de animales de las instalaciones, en La Asomada. También que se
especifiquen los tratamientos veterinarios que tienen lugar en el
centro.
Desde estas dos asociaciones se pone en duda que las
condiciones de vida de los animales sean las mejores en el recinto.
También el procedimiento de recogida de animales, sobre todo en casos
como la campaña que llevó a sacar de la calle a seis gatos a finales de
marzo, por orden de la Dirección General de Salud Pública de la
Comunidad.
Empleados del Catad salieron aquel día para cumplir la orden
de la Administración regional de llevarse todos los mininos que
encontraron junto al Foro Romano. Pocas horas después, el concejal de
Calidad de Vida, Francisco Calderón, justificó la acción: «La
Administración regional nos dijo que teníamos que acabar con todos los
focos de insalubridad».
«Recibimos una nota oficial por parte de la Dirección
General de Salud Pública de la Administración regional. Al parecer, le
han llegado varias denuncias y han decidido que hay que recoger a los
gatos, recluirlos en el centro de La Asomada, someterlos a una
inspección para ver si tienen enfermedades y actuar en consecuencia»,
añadió el concejal.
La asociación Cuatro Gatos, que trabaja con colonias felinas
establecidas en la zona en la que actuó el Catad, ya emitió una queja
oficial hace dos meses. «No se trata de gatos abandonados. Los cuidamos
nosotros», dijo la presidenta, Susana Eleuterio. Ayer, reiteró que esos
mininos estaban correctamente censados en la colonia que gestiona esta
asociación y que por eso exigen que sean devueltos. Es más, a su juicio
el Ayuntamiento debe regularizar la existencia de colonias urbanas de
gastos mediante un plan especial, tal y como se aprobó en Pleno.
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