SAN PEDRO DEL PINATAR.- El investigador del Instituto Español de
Oceanografía (IEO) Víctor León reconoce que «es complejo» medir la
repercusión de las escorrentías de agua provocadas por las últimas
lluvias que han ido a parar al Mar Menor. «No hay datos suficientes.
Puede tener efectos negativos o, incluso, positivos; es algo muy
complejo», señaló.
León explicó que el hecho de que haya entrado
tanta agua dulce en la laguna «puede hacer que algunas de las
microalgas mueran y se rompa el ciclo». Sin embargo, apuntó que «a lo
mejor todo el aporte de nutrientes puede hacer que vuelvan a proliferar
estas microalgas. Es decir, pueden pasar las dos cosas, y las dos a la
vez», según León.
Puede provocar un choque osmótico con muchas de las
microalgas que hay y hacer que su población baje», avanzó. A la vez,
explicó que el aporte «también puede provocar que aparezcan más
microalgas a posteriori».
Igualmente admite que, al parecer, el episodio
de riadas «es un evento mucho mayor de lo que ha habido en las últimas
décadas». No obstante, explicó que, «desde luego», se trata de «un
proceso natural, porque aquí siempre ha habido lluvias torrenciales y
este tipo de aportes».
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