MURCIA.- El Consejo de Gobierno, a propuesta de la Consejería de Medio Ambiente,
ha dado el visto bueno al decreto por el que se declara la malvasía cabeciblanca como especie en peligro de extinción y se aprueba un plan para recuperarla.
El
decreto incluye antecedentes, fundamentación legal, distribución y
estado de conservación, amenazas, ámbito territorial, relación con otros
instrumentos de planificación, finalidad y objetivos, medidas de
conservación, evaluación de las medidas de conservación y cartografía.
El plan de recuperación
tendrá una vigencia indefinida hasta que se justifique el cambio de
categoría de amenaza y descatalogación de la Malvasía cabeciblanca como
especie en peligro de extinción en futuras revisiones del catálogo
español de especies amenazadas y del catálogo regional de especies
amenazadas de fauna silvestre. Las áreas críticas designadas en dicho
plan quedan determinadas, según su ámbito territorial delimitado, como
Áreas de Protección de Fauna Silvestre.
Desde
2006, cuando la malvasía cabeciblanca fue observada por primera vez
como reproductora en la Región, se han realizado trabajos relacionados
con esta especie, como el censo y seguimiento biológico de la población
reproductora regional y sus hábitats asociados, a través del Programa de
seguimiento de avifauna en humedales.
En 2009 se concedió a la
Comunidad un proyecto Life sobre conservación de esta especie, que se
inició en octubre de 2010. Desde entonces hasta la actualidad se ha
llevado a cabo una gestión activa, reconciliando su conservación con el
uso agrícola de las depuradoras de tratamiento de aguas residuales, lo
que ha conllevado un aumento y mejora del hábitat físico de la especie.
Asimismo,
han disminuido las amenazas por impactos antropogénicos, con la
generación de programas de seguimiento de la especie y evitando la
hibridación con otras especies del género Oxyura. También mediante la
previsión de episodios epidemiológicos y a través de programas de
divulgación y sensibilización en las administraciones y agentes
implicados en la conservación de la especie con ayuda de los
ayuntamientos.
En la Región la especie se presenta desde el año
2000 como invernante. Se cita por primera vez en el embalse de
Santomera, con concentraciones que fluctúan entre los 30 y 60 ejemplares
y, a partir de entonces, la expansión de la especie es continua.
En
2003 se observa una población invernante en las lagunas de Cabezo
Beaza, que alcanza los 200 ejemplares a finales de 2004. Ese mismo año
se observan los primeros individuos en las lagunas de Campotéjar, donde
permanecen durante todo el año, con un máximo de ejemplares en invierno
con 243 ejemplares censados.
A partir de 2006 la especie empieza a
reproducirse en las lagunas de Las Moreras y, a partir de 2008, en las
lagunas de Las Salinas de Alhama de Murcia. En 2013 la especie se
presenta como nidificante en las lagunas de Campotéjar, Las Moreras y
Las Salinas de Alhama de Murcia, y como no nidificante en las lagunas de
Cabezo Beaza y de Alguazas.
Las amenazas que han llevado a la
malvasía a encontrarse en peligro de extinción son, en su mayoría,
relacionadas con la degradación de su hábitat y la electrocución y
colisión con tendidos eléctricos, entre otras.
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