El PP sabe
que necesita salir del aislamiento en el que se ha sumido tras las
elecciones del pasado 20 de diciembre si quiere poder gobernar. Pese a
que fue el partido más votado hace algo más de cuatro meses, tras la
renuncia de Mariano Rajoy a presentarse a la sesión de investidura,
quedó absolutamente marginado en el proceso negociador de cara a la
constitución de un nuevo ejecutivo.
Han
aprendido la lección y están lanzando todas las redes posibles.
Aunque buscan recuperar el apoyo de sus antiguos votantes,
también quieren mejorar sus relaciones con los líderes de los
partidos más próximos ideológicamente.
Sin duda que el
primer objetivo es recuperar al menos una parte de los 3.615.000 de
votos que perdieron el 20 de diciembre respecto de los 10.830.693 que
confiaron en el PP y en Mariano Rajoy el 20 de noviembre del 2.011.
Solo
esos más de tres millones y medio de votos le situarían como la
tercera fuerza política más votada cuatro años después, pues
Podemos consiguió 3.182.082 votos y 42 escaños sin las
confluencias. Por su parte los 3.500.541 votos de Ciudadanos, que le
otorgaron 40 escaños, se sitúan también por debajo de los votos
perdidos por el PP.
Los expertos en demoscopia del PP son
además muy conscientes de que las próximas elecciones se juegan en un
escenario completamente distinto. La confluencia de Podemos e
IU, que han buscado la alianza con otra veintena de partidos
menores, puede revolucionar los resultados finales del 26J.
La
novedad principal es que si se produjera la suma de los votos
obtenidos por Podemos e IU en las pasadas elecciones, ambos
necesitarían solo 61.000 votos por obtener un escaño mientras que
a Podemos le costó 75.000 votos y a IU nada menos que 462.000 por cada
representante en el Congreso de los Diputados.
Según los
cálculos realizados por la empresa demoscópica GAD3, el que más
sufrirá las consecuencias de la Confluencia de Unidos Podemos será
Ciudadanos. Manteniendo las condiciones del 20-D donde cada escaño le
costó 88.000 votos, con la confluencia de Unidos Podemos
necesitaría 9.000 votos más para conseguir un escaño.
También
la confluencia tendrá consecuencias negativas para el Partido
Popular. Aunque todos los sondeos le presentan de nuevo como
ganador, con el entorno del 30 % de los votos, si en las pasadas
elecciones necesitó una media de 59.000 votos por escaño, en esta
ocasión necesitaría 3.000 escaños más. Para el PSOE serán
necesarios 63.000 votos por escaño, frente a los 61.000 que le costó
en diciembre, siempre según los cálculos de GAD3.
Desde el
partido conservador se considera que el voto inútil que fue a parar
a UPyD, 153.505 votantes optaron por el partido fundado por Rosa
Díez, podría haber ayudado en dos provincias a conquistar el
escaño que finalmente fue a parar a Ciudadanos.
En este
contexto se produce la entrevista que este lunes mantendrán en
Madrid el candidato de UPyD a la presidencia del Gobierno en las
elecciones generales del 26 de junio, Gorka Maneiro, y la
secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. Maneiro acude
para explicar el nuevo proyecto de la formación magenta.
Pero
el PP está más interesado en sus votos que en su proyecto que
consideran inviable. Maneiro, parlamentario vasco de UPyD, es el
único diputado que este partido tiene en un parlamento autonómico
y fue elegido el pasado 14 de mayo en primarias como candidato a
la presidencia del Gobierno en los comicios del 26 de junio.
En
el sentido de ampliar su base de posibles electores, la campaña
también irá dirigida a los que recelan del comunismo y del
extremismo radical. Lo anticipaba este domingo el
vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, quien ha
asegurado que en el PP "tienen su casa" los que "recelan del
comunismo, del extremismo o de la izquierda radical".
Para
Casado a su formación política le da "miedo" que Podemos y PSOE
"hagan una alternativa de Gobierno". Y tras hacer esta declaración
añadía que el PP quiere hacer una campaña para las elecciones
generales del 26-J en "positivo, vendiendo ilusión y futuro", pese
a que una de las primeras iniciativas en la precampaña de los
populares ha sido realizar un vídeo en el que se critica duramente
la gestión en las provincias donde gobiernan la formación morada
junto a los socialistas.
(*) Periodista
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