LORCA.- El alcalde de Lorca, Francisco Jódar, ha afirmado esta mañana que la
postura del PSOE respecto a sus convenios urbanísticos trampa es
“ridícula”, ratificando que “lo que tienen que hacer es pedir perdón por
sus errores y dejar de marear la perdiz e inventarse excusas. Ya está
bien de esconderse detrás de un negacionismo esperpéntico”.
Jódar
Alonso ha señalado que la única comparecencia que los lorquinos esperan
del PSOE en este tema es aquella en la que pidan perdón. "Desmarcarse,
echar la culpa a los demás, intentar cargar a otros con el muerto solo
demuestra que no se han arrepentido todavía de la enorme injusticia que
cometieron para con las familias lorquinas que tendrán que pagar 520
euros cada una para solventar el injustificable despilfarro socialista”.
El alcalde ha calificado de “grotesco” que, "después de ponernos a la
soga en el cuello a todos los lorquinos, ahora encima nos quieran echar
la culpa. Aquí solo hay una verdad: disfrutaron de una lluvia de
millones y nos dejaron una avalancha de condenas, púas y pufos".
Resulta
lamentable que esta mañana Diego José Mateos haya obligado a sus
concejales a “hacer la estatua”, algo que "llevan haciendo más de diez
años. Mientras ellos hacían la estatua, nosotros advertíamos de lo que
iba a pasar. Ahora, en vez de pedir perdón, vuelven las estatuas para
defender lo indefendible", en velada alusión a la etapa como alcalde de Miguel Navarro.
Francisco Jódar ha subrayado que las
sentencias judiciales "afirman que los convenios trampa eran
irrealizables y no reunían los requisitos medioambientales mínimos para
ser aprobados. La clausula maldita de los tres años que el PSOE puso en
esos convenios nos condenó a todos. Nosotros lo que hicimos desde el
primer día es trabajar a contrarreloj y, de hecho, los propios servicios
municipales afirman que el Ayuntamiento ha hecho todo lo posible en su
tramitación".
El alcalde ha recordado que el PSOE "diseñó un Plan
General a golpe de talonario y de espaldas a los lorquinos; quien podía
pagar recalificaba sus terrenos. Después de la aprobación del Plan
General llamaron a los propietarios de los terrenos no urbanizables para
recalificárselos pasando por caja e incluyendo la maldita cláusula
trampa de los tres años”.
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