Si alguien tiene interés en saber con propiedad lo que está
ocurriendo en el laborismo británico y los motivos de fondo en la
disputa entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias por apropiarse del efecto
político de la emergencia de Corbyn ha de leer El Establishment, de Owen Jones (Seix Barral). No se dejen engañar por el falso subtítulo (La casta al desnudo)
ni por la imagen de portada (un gordo capitalista de bombín a punto de
aplastar a un minúsculo subproletario), oportunistas recursos de la
editorial que en realidad caricaturizan el rigor del contenido.
Se trata
de un ensayo con técnica del mejor periodismo sobre el país de
Thatcher, Blair, Cameron y adyacentes, que en realidad parece tratar
sobre España si sustituyéramos las nomenclaturas británicas por sus
equivalentes. La debilidad más perceptible del libro procede del hecho
de que el ensayista es, además, activista, y así mientras su análisis
del funcionamiento del sistema es impecable y demoledor, sus
conclusiones y alternativas resultan más cuestionables, pero la suerte
para el lector es que ambos bloques están aislados. Algo así como lo que
en España hemos observado con el fenómeno Podemos, un partido que ha
sido capaz de desvelar las imposturas y servilismos del sistema, pero
que ya no sabe qué hacer con eso.
En este libro se anticipa el modo como el corresponsal de El País
en Londres justificó en portada el pasado domingo del triunfo de Corbyn
en las primarias del Partido Laborista por su ‘discurso radical’,
consistente, al parecer, en que pregona “la igualdad y otro modo de
hacer política”. O sea, ahora resulta que hasta para la prensa progre se
aparece como radical hablar de igualdad (no a la soviética, sino como
se entiende en nuestro entorno, en el sentido de crear un mayor
equilibrio) en países donde las clases medias han sido devastadas y ha
aumentado espectacularmente la brecha entre ricos y pobres; como también
es radical proponer otro modo de hacer política, aunque el vigente haya
generado distancia de los ciudadanos con las instituciones, corrupción
estructural y sometimiento de lo público.
Owen Jones expone con mucha agudeza las claves sobre el entramado de
ingenios que facilita que los ciudadanos acaben votando políticas
contrarias a los intereses que éstos mismos revelan a través de
encuestas o manifestaciones y por su posición objetiva en el sistema.
Quien ose quebrar ese estatus señalando que el rey va desnudo se hará
con el poder y provocará el vuelco real. Fenómenos como el de Corbyn, si
no son neutralizados, pueden contribuir, al menos, a que se amplíe el
marco de la cueva de Platón. De ahí que Sánchez e Iglesias se disputen
el referente por si esta vez funciona. Pero el segundo ya se había
adelantado a saludar las tesis del libro con una cita en la propia
solapa. Sánchez, con toda probabilidad, aún no lo ha leído.
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