¿Está el presidente Rajoy meditando un adelanto de las elecciones
generales para hacerlas coincidir con las plebiscitarias catalanas del
27-S? Si no es así ¿por qué tan urgencia para adelantar la base de los
Presupuestos Generales de 2016, y por qué una rueda de prensa para hacer
balance de una legislatura a la que le quedan seis meses? Una rueda de
prensa donde no ha dicho nada nuevo y donde repitió tres cosas: que
Cataluña no será independiente; que la economía mejora; y que él
representa la estabilidad política y económica del país.
La único que garantiza el fracaso de los comicios plebiscitarios de
Artur Mas es adelanto de las elecciones generales que coincidan con las
catalanas del 27-S. Y lo que sería por parte de Rajoy la única decisión
política de envergadura de su tiempo al frente del Gobierno. Porque el
presidente insiste en que Mas no logrará sus propósitos, pero no explica
lo que piensa hacer para evitarlo. Y pone los pelos de punta cuando
promete que ‘no habrá elecciones plebiscitarias’ -¿cómo piensa
evitarlas?- como dice que tampoco hubo referéndum, pero si que hubo consulta del 9N, cuando Rajoy miró a otro lado con la excusa de la
respuesta proporcional.
¿Está Rajoy tramando el adelanto electoral? O continua siendo el
Rajoy de siempre, el inmóvil incapaz de arriesgar, o enfrentarse a los
grandes desafíos de los secesionistas. El Rajoy que maniobra una y otra
vez por detrás con los fiscales -rebajas de fianza a la Infanta Elena- y
abogados del Estado, el que huye del compromiso y del ruido, y al que
‘el valor’ solo se le supone porque nunca entró en el combate político
del cuerpo a cuerpo.
De la corrupción en boga con las Púnicas en marcha Rajoy no dijo nada
de nada. Y menos aún del escandaloso nombramiento de Ignacio Wert como
el embajador de España ante la OCDE para colocarlo, como si de un regalo
de boda se tratara, junto a su nueva esposa y ex secretaria de Estado
de Educación, Monserrat Gomendio a la que previamente Wert había
colocado en la OCDE en París. Y todo ello en España, país con el récord
del paro en Europa.
El presidente Rajoy pareció que estaba de despedida, de fin de
curso -o puede que incluso de la política si adelanta las elecciones-,
pero no dio una sola noticia ni un titular. Insiste en que la economía
va como ruedas -aunque tarde en llegar a los ciudadanos- y anuncia unos
Presupuestos mas sociales o mas electoralistas, pero sin ninguna gran
novedad.
Salvo que todo eso sea una fachada para tapar la gran decisión de un
adelanto de las elecciones generales para hacerlas coincidir con las
catalanas de Artur Mas. Para ver si eso es así habrá que esperar aún
algunos días o semanas porque debe ser Mas el primero que convoque y
acto seguido lo tendría que hacer Rajoy si es que se atreve a tomar
semejante decisión. Debería hacerlo para evitar males mayores y, de paso
dar a los secesionistas, una severa lección.
(*) Periodista
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