MURCIA.- La sede de la confederación empresarial regional, CROEM, volvió a
ser este jueves punto de encuentro del campo murciano, cuyas
organizaciones empresariales y de regantes han puesto de manifiesto "la
grave situación" en la que se encuentran por la falta de recursos
hídricos, valorando movilizarse si no se atienden sus demandas.
CROEM
y las asociaciones sectoriales Proexport, Apoexpa, Fecoam, Fecamur,
Agrupal, Asociación Empresarios Hortofrutícolas y ASAJA; la Junta de
Usuarios Regantes de la Cuenca del Segura (JUCERS), que forma también
parte de la confederación, y las organizaciones agrarias COAG y UPA,
junto al Sindicato Central de Regantes del Tajo-Segura, con todos sus
representantes territoriales, incluido Alicante, han acordado exigir una
serie de demandas al Gobierno central; demandas para las que piden
igualmente la complicidad del Gobierno de la Región de Murcia.
En
primer lugar, la eliminación de las trabas que impiden la compra de agua
a otras cuencas y en segundo, que se establezca un precio competitivo
para el agua desalinizada, según han informado fuentes de la CROEM.
Como
tercera petición urgente quedaría la culminación de la olvidada
variante de Camarillas, que incluye como actuación el recrecimiento de
la presa de Camarillas y, por tanto, una mayor disponibilidad de agua.
Finalmente,
y como medida clave "que desarrolle una política coherente, solidaria y
regulada de los recursos que existen en España", los reunidos han
exigido la culminación de un nuevo Plan Hidrológico Nacional, ya
prometido para la actual legislatura.
Han estado asimismo de
acuerdo en la conveniencia de solicitar una reunión de urgencia con los
presidentes autonómicos de la Comunidad Valenciana y la Región de
Murcia, además de una representación de la provincia de Almería, para
trasladarles las citadas demandas.
Por otra parte, y a pesar de
las enormes dificultades existentes, los regantes han recibido con
satisfacción el anuncio del presidente de la Junta Central de Usuarios
Regantes del Segura (JUCERS), Isidoro Ruíz, de poner a disposición del
Sindicato los caudales necesarios para paliar la situación en lo que
resta de año.
Tanto empresarios como regantes consideran que, de
persistir las actuales circunstancias, se valorarían medidas más
contundentes, sin descartar movilizaciones.
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