Lo del coranovirus está causando estragos, sobre todo en China, pero
también en otros países poniendo en entredicho acontecimientos de todo
orden político, económico, social y deportivo.
Por ejemplo la Olimpiada
de Tokio en 2020 (por la que había suspirado Madrid); y el Mobile World
Congress de Barcelona, que ya estuvo amenazado por la violencia
soberanista y del que se están descolgando importantes expositores ante
la presencia esperada de miles de chinos -esenciales en esta tecnología-
en esta convocatoria.
¿Qué va a ocurrir? Nunca se sabe, pero no es imaginable ver a los
atletas olímpicos compitiendo, entrenando o paseando por Tokio con
mascarillas. O el Mobile World Congress de Barcelona vetando la
presencia china que sin duda es fundamental, o con las salas y los
pasillos llenos de personas ataviadas con mascarillas.
Todo va a depender de lo que ocurra en los próximos meses y si se
lanza o no una vacuna eficaz y de aplicación inmediata. Pero si esto no
ocurre algo se debería de hacer para salvar la Olimpiada de Japón, país
que ya tiene un crucero turístico bloqueado y con 61 afectados por el
coranovirus entre sus pasajeros, lo que sin duda es una catástrofe.
En China el verdadero alcance de la epidemia es todo un misterio
porque las cifras oficiales no son de fiar. Allí acaba de morir el
valiente médico Li Wenliang, que fue quien descubrió y denunció la
epidemia y que fue sancionado por el Gobierno de China. Lo que no
impidió que el pueblo chino le haya dado un gran homenaje de despedida,
presentándolo como un héroe nacional.
El avance y posible freno de esta epidemia se ha convertido también
en un secreto de Estado que buscan descifrar los primeros analistas
financieros del mundo por el posible impacto que todo puede tener ello
en el sistema financiero internacional y principales plazas bursátiles
del mundo.
De momento en China ya están sufriendo un brutal impacto económico
por la caída en picado del turismo, lo que también afecta a las
aerolíneas de todo el mundo y a las agencias de turismo. Como puede
estar afectando también a la exportación de numerosos productos
alimenticios de China.
Estamos pues en una tensa situación de espera que, en cualquier
momento, puede empeorar o se puede relajar. El objetivo de las vacunas
puede resultar decisivo y fundamental, mientras tanto máxima alerta y
atención sanitaria por lo que pudiera pasar.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
No hay comentarios:
Publicar un comentario