MADRID.- Las
temperaturas comenzarán a descender este lunes, aunque la situación
meteorológica seguirá estando marcada por un ambiente cálido. La primera ola de calor del verano llegó este domingo a su fin tras
cinco días sofocantes que han causado dos muertos y récords de
temperaturas en muchas provincias, pero el calor persistirá en el
arranque de la semana y mantendrá bajo aviso durante el lunes a doce
provincias.
Los termómetros han descendido y seguirán esa
tendencia hoy, jornada en la que los únicos puntos que seguirán con
temperaturas cercanas a los 40 grados –y por ello bajo aviso de
nivel medio, naranja– son el Pirineo y la depresión central de Lérida,
en Cataluña; y el sur de Huesca, la zona occidental de Zaragoza y el
noroeste de Teruel, en Aragón.
Será un inicio de semana cálido pero alejado de la situación de bochorno generalizado reinante desde el pasado miércoles, cuando comenzó un episodio extremo que deja dos personas fallecidas por golpes de calor –un joven de 17 años en Córdoba y un hombre de 93 años en Valladolid–
y varios casos de hospitalizaciones, en algunos casos de gravedad, en
Murcia, Córdoba y Navarra.
Tras un mes de junio con varios récords por temperaturas, la ola de calor, que comenzó el pasado jueves, remite tras dejar tres fallecidos, concretamente en Córdoba, Valladolid y un último en Logroño.
La última víctima ha sido una mujer de noventa años, con patologías previas, que ha fallecido en Logroño como consecuencia de un golpe de calor y que se suma a la del joven de 17 años que murió en Córdoba cuando trabajaba en el campo y al anciano de 93 años que se desplomó cuando iba caminando por una céntrica calle de Valladolid.
Arranca julio, que dará un respiro con unos valores máximos que han bajado este lunes más de 10 grados en el tercio norte, pero que seguirán siendo aún muy altos en amplias zonas del país.
Ayer domingo se supo que el hombre de nacionalidad inglesa hospitalizado el sábado en Pamplona en estado grave tras sufrir un golpe de calor en la localidad de Erratzu (Navarra) evoluciona favorablemente, aunque permanece ingresado en la UCI.
Tras un mes de junio con varios récords por temperaturas, la ola de calor, que comenzó el pasado jueves, remite tras dejar tres fallecidos, concretamente en Córdoba, Valladolid y un último en Logroño.
La última víctima ha sido una mujer de noventa años, con patologías previas, que ha fallecido en Logroño como consecuencia de un golpe de calor y que se suma a la del joven de 17 años que murió en Córdoba cuando trabajaba en el campo y al anciano de 93 años que se desplomó cuando iba caminando por una céntrica calle de Valladolid.
Arranca julio, que dará un respiro con unos valores máximos que han bajado este lunes más de 10 grados en el tercio norte, pero que seguirán siendo aún muy altos en amplias zonas del país.
Ayer domingo se supo que el hombre de nacionalidad inglesa hospitalizado el sábado en Pamplona en estado grave tras sufrir un golpe de calor en la localidad de Erratzu (Navarra) evoluciona favorablemente, aunque permanece ingresado en la UCI.
Su estado, han informado fuentes del Departamento de Salud del Gobierno de Navarra,
ha pasado a ser "menos grave" y, si continúa la evolución positiva, en
las próximas horas se le retirará la respiración asistida.
La burbuja de
aire cálido instalada sobre Europa occidental ha provocado que el aire
se reseque y caliente, y ha causado además decenas de récords de
temperaturas máximas para un mes de junio en casi una treintena de
estaciones de medición de casi una decena de comunidades.
Más de veinte observatorios registraron temperaturas máximas históricas
para junio. En Cataluña ocurrió en Barcelona Aeropuerto (35), Gerona
Aeropuerto (40,1), Lérida (43,4) y Tortosa (42,4), mientras que en
Castilla y León se superaron los topes históricos absolutos en Soria
(37,9), Burgos (38,3), Valladolid (38,8), Ávila (36,9), Segovia (38,1 y
25,9).
En Castilla-La Mancha rebasaron todos su hitos en Molina de
Aragón (37,8), Ciudad Real (40,8) y Cuenca 839,2); en Madrid, en Madrid
Aeropuerto (41,1) y Madrid Retiro (40 y 24,2); y en Aragón, en Teruel
(38,8), Calamocha (39,5), Daroca (40,7), Zaragoza Aeropuerto (43,2) y
Huesca Aeropuerto (41,2 y 24,9).
En la Comunidad Valenciana ocurrió en
Castellón-Almassora (38,8), en La Rioja en Logroño Aeropuerto (42,2) y
en Navarra en Pamplona Aeropuerto (41,3).
El ambiente reseco, acompañado de polvo en suspensión que llegó a
Europa con una masa de aire tropical africano, ha facilitado la propagación de incendios forestales, que han dejado hasta el momento más de 10.000 hectáreas calcinadas
en grandes incendios en las provincias de Tarragona, Ávila, Toledo y
Madrid, además de muchos otros de menor entidad sin contabilizar.
España
no ha sido un caso excepcional en esta ola de calor. En el resto de
Europa, tras el registro de temperaturas de hasta 45,9 grados que han
batido el récord de 2003, las autoridades declararon la alerta roja por
primera vez en algunas zonas de sus países.
El sindicato UGT ha exigido al Gobierno que desarrolle una estrategia nacional contra la pobreza energética
que proteja a las familias y personas más vulnerables ante las olas de
frío y de calor a través de un bono energético y que se aplique un IVA
reducido en este bien esencial.
Aunque las temperaturas empezaron a descender este lunes, hay zonas que posiblemente se vuelvan a ver envueltas en una nueva ola de calor a finales de semana.
Es el caso de Alicante, que afronta el primer fin de semana de julio
con temperaturas superiores a los 40 grados, según ha informado el
Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante.
El portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, ha explicado que "la ola de calor remite" y advierte de que no hay que olvidar que "las máximas seguirán siendo altas, con previsiones de más de 35 grados en el nordeste y puntos del centro y sur peninsular y Baleares, al menos hasta el viernes".
A partir de esa fecha, la tendencia es que las temperaturas suban de nuevo en todas las regiones menos en el cantábrico que podrían bajar, con un repunte que podría situar los termómetros en zonas del nordeste ese día en torno a 40 grados.
En su opinión, todavía es pronto para "vaticinar" si a finales de esta semana podría darse la hipotética llegada de una nueva ola de calor porque eso requiere una extensión muy concreta afectada y una duración e intensidad de las temperaturas que aún no se pueden valorar.
En los próximos días habrá "vaivenes" de las temperaturas según las zonas, ha dicho el portavoz de la Aemet, tras destacar que el centenario observatorio del Retiro en Madrid registró el 28 de junio el día más caluroso desde 1920 con una máxima de 40,7 grados, tras superar el récord de 2012 en una décima.
Este martes, la previsión apunta a que el calor seguirá remitiendo hasta dejar tres comunidades (Aragón, Baleares y Cataluña) bajo alerta amarilla o nivel intermedio por temperaturas de hasta 36 grados y tormentas.
Los dos últimos días de junio -el pasado fin de semana- fueron respectivamente los más calurosos del período de referencia 1981-2010, los de mayores valores de toda la serie de la estación y récords anuales para toda la serie.
Ayer las máximas alcanzaron casi 43 grados en Zaragoza y superaron ligeramente los 42 en Teruel, Lérida y Navarra, frente a unas mínimas cuyos valores más bajos se registraron en Las Palmas (Vega de San Mateo) con 5,5 grados, y en Vizcaya (Punta Galea), con 6,4 grados.
Mañana, martes, en Madrid el tiempo será algo más fresco, con 35 grados, mientras que en Toledo, Lérida, Ciudad Real se llegará previsiblemente a los 37, y en Zaragoza, 36. Por el contrario, las máximas más bajas serán probablemente en San Sebastián y Oviedo, con 21, y en Santander y La Coruña, 22.
El portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, ha explicado que "la ola de calor remite" y advierte de que no hay que olvidar que "las máximas seguirán siendo altas, con previsiones de más de 35 grados en el nordeste y puntos del centro y sur peninsular y Baleares, al menos hasta el viernes".
A partir de esa fecha, la tendencia es que las temperaturas suban de nuevo en todas las regiones menos en el cantábrico que podrían bajar, con un repunte que podría situar los termómetros en zonas del nordeste ese día en torno a 40 grados.
En su opinión, todavía es pronto para "vaticinar" si a finales de esta semana podría darse la hipotética llegada de una nueva ola de calor porque eso requiere una extensión muy concreta afectada y una duración e intensidad de las temperaturas que aún no se pueden valorar.
En los próximos días habrá "vaivenes" de las temperaturas según las zonas, ha dicho el portavoz de la Aemet, tras destacar que el centenario observatorio del Retiro en Madrid registró el 28 de junio el día más caluroso desde 1920 con una máxima de 40,7 grados, tras superar el récord de 2012 en una décima.
Este martes, la previsión apunta a que el calor seguirá remitiendo hasta dejar tres comunidades (Aragón, Baleares y Cataluña) bajo alerta amarilla o nivel intermedio por temperaturas de hasta 36 grados y tormentas.
Los dos últimos días de junio -el pasado fin de semana- fueron respectivamente los más calurosos del período de referencia 1981-2010, los de mayores valores de toda la serie de la estación y récords anuales para toda la serie.
Ayer las máximas alcanzaron casi 43 grados en Zaragoza y superaron ligeramente los 42 en Teruel, Lérida y Navarra, frente a unas mínimas cuyos valores más bajos se registraron en Las Palmas (Vega de San Mateo) con 5,5 grados, y en Vizcaya (Punta Galea), con 6,4 grados.
Mañana, martes, en Madrid el tiempo será algo más fresco, con 35 grados, mientras que en Toledo, Lérida, Ciudad Real se llegará previsiblemente a los 37, y en Zaragoza, 36. Por el contrario, las máximas más bajas serán probablemente en San Sebastián y Oviedo, con 21, y en Santander y La Coruña, 22.
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