Hago
un llamado oficial y solemne a la Fuente Original de la Creación
Universal, a todos los ángeles del universo, a la Federación
Galáctica y a todas las razas cósmicas benévolas, empáticas y
solidarias que ayudan a la humanidad, para que ordenen lo antes
posible una intervención divina directa para liberar a la
humanidad, a los animales y a la Madre Tierra Gaia de todo el mal
existente.
Nos comprometemos a hacer nuestro trabajo, pero ustedes deben de
hacer el suyo de rescate mundial. Algunos de ustedes se escudan en
la pasividad y dejan campar el mal a sus anchas, lo que los hace
cómplices del sufrimiento de seres inocentes, con la excusa de
respetar el libre albedrío, pero nosotros, los habitantes
despiertos de este planeta, hacemos ahora uso de nuestra libertad
para pedir y decretar con toda nuestra fuerza una intervención
divina directa para liberar a la humanidad, a los animales y al
planeta de todo el sufrimiento infringido por la ignorancia y la
maldad.
Pero atención, mucho cuidado con este argumento del libre albedrío,
porque puede ser falaz y engañoso. El libre albedrío es
incompatible con la ignorancia. No existe cuando se carece de toda la
información necesaria para poder tomar una decisión correcta.
Por eso no comprendo y no estoy de acuerdo en absoluto con la
ocultación de información que algunos miembros de la
Federación Galáctica han impuesto sobre la humanidad, a menos que
tengan intenciones malignas o sean lobos disfrazados de corderos.
Por lo tanto pido y decreto el cese de toda censura informativa,
la desclasificación de todos los secretos y tecnologías limpias
ocultadas a la humanidad y la revelación pública de todos los
enigmas y misterios cuya ocultación ha mantenido esclavizada a
la gente durante milenios.
Animo a todos mis lectores a sumarse a esta petición y a leerla en
voz alta todos los días, a ver si se enteran los de arriba, porque
cuantas más personas lo pidamos, tanta más fuerza tendrán
nuestros decretos y más se sentirán obligados a ordenar la
intervención de la Caballería de la Luz.
Así lo firmo como trabajador de la luz en el nombre de mi poderoso
Yo Soy Dios, al tiempo que decreto mi rechazo a cualquier tipo de
injerencia en mi Ser por parte de seres oscuros o de baja vibración,
rescindiendo cualquier contrato firmado con ellos en cualquier línea
de tiempo o realidad.
(*) Periodista
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