El
mundo actual comenzó en España cuando un hijo de Noé fundó la
ciudad de Toledo, después del diluvio universal, y el fin del
mundo (es decir, el final del sistema esclavo del dinero-deuda
que fundó Enlil en Sumeria y Babilonia) también tendrá
lugar en Toledo cuando Alberto Canosa saque el Arca de la Alianza
de la Cueva de Hércules.
España es y ha sido siempre el ombligo del mundo
por una u otra razón, y no sólo por el descubrimiento de
América, que más bien fue un encontronazo, sino además porque
la segunda guerra mundial comenzó en España con nuestra
guerra incivil.
Mientras tanto los españoles seguimos enredados en nuestras
rencillas domésticas sin ser conscientes del papel glorioso y
trascendental que nos ha reservado el destino. Lo sepamos o no,
somos el punto neurálgico del mapa mundi, sin caer en el
chovinismo, ni menospreciar a otros países, que también tienen un
papel importante que cumplir en este fin de los tiempos tan
agitado.
CUEVA DE HÉRCULES
Se denomina cueva de Hércules a unos espacios subterráneos
abovedados de época del Rey Salomón situados en la ciudad de
Toledo, que se localizan en los números 2 y 3 del callejón de San
Ginés, bajo un inmueble que ocupa el solar de la que fue iglesia de
San Ginés hasta 1.841.
Según la leyenda, el Rey Salomón edificó un palacio
encantado cerca de Toledo, construido con jade y mármol, y
ocultó en su interior maravillosos tesoros, entre ellos el
Arca de la Alianza y la famosa Mesa de Salomón. Estas
cuevas eran el recinto misterioso cuyo ingreso estaba prohibido a los
mortales, y cuyo desvelamiento acarrearía grandes males.
Salomón puso un candado en la puerta y ordenó que cada nuevo rey
añadiera uno, ya que las amenazas se cumplirían el día en que uno
de ellos fuera curioso y entrara. El rey don Rodrigo se atreve a
entrar y con ello arrastra a la ruina a su país, que se verá
invadido por los árabes. Posteriormente,
fueron
utilizadas como refugio por los cristianos perseguidos por los árabes
y, luego, por los árabes y judíos perseguidos por los cristianos.
MURIERON DE MIEDO
Fue
a esa ubicación donde descendieron los bragados enviados por el
Cardenal Silíceo que
más tarde murieron del susto
que sufrieron. Tan fuerte
era la creencia, al acabar la edad
media,
en las cosas infernales que sucedían en los subterráneos
toledanos y en
los monstruos que los
habitaban, que el Cardenal
Silíceo mandó practicar un reconocimiento en las Cuevas de Hércules
en 1.546. Los exploradores se internaron con antorchas en los
subterráneos de San Ginés; pero aparecieron demacrados
y contando tan terribles historias
que la extraña cueva se tapió;
este suceso fue registrado en los anales toledanos.
Precisamente Toledo fue la ciudad más disputada de la guerra
civil, a pesar de no tener valor estratégico-militar, porque es
el centro espiritual de España, y posiblemente sea “la
Jerusalén celestial” de la que habla el Apocalipsis de San
Juan.
La tradición popular cuenta que, durante la guerra civil, muchas
personas huyeron a través de esas cuevas desde Toledo, saliendo
a través de una bóveda hundida cerca de la vecina población de
Mocejón. Estas cuevas llegaban varias leguas fuera de Toledo,
alcanzando el paraje conocido como Cuevas de Olihuelas, en la finca
de Higares, término de Mocejón.
INDIGNADOS
También España fue el primer país en el que la gente
salió a la calle espontáneamente para quejarse del sistema con
el movimiento del 15-M, que luego se extendió a todo el mundo
con el “Ocupa Wall Street”, “YoSoy 132” o “Nuit
debout”. Pero luego fue domesticado con la creación del
partido ‘Podemos’, que son marxistas disfrazados de hippies.
Si analizamos la historia, encontraremos muchas más sincronicidades
que comenzaron en España.
El Movimiento 15-M, también llamado movimiento de los indignados,
fue una movilización ciudadana formado a raíz de la manifestación
del 15 de mayo de 2.011, convocada por diversos colectivos, donde
después de que cuarenta personas decidieran acampar en la Puerta del
Sol.
Esa misma noche, de forma espontánea, se produjeron una serie de
protestas pacíficas en España, con la intención de promover una
democracia más participativa alejada del bipartidismo PSOE-PP
(binomio denominado ‘PPSOE’) y del dominio de bancos y
corporaciones, así como una auténtica división de poderes
y otras medidas con la intención de mejorar el sistema
democrático.
Ha aglutinado a diversos colectivos ciudadanos con distintos lemas,
como el de la manifestación del 15 de mayo: «No somos marionetas
en manos de políticos y banqueros» o «Democracia real ¡YA! No
somos mercancía en manos de políticos y banqueros.»
ESPIONAJE
Cada vez que menciono el nombre de Alberto Canosa, entra en
mi ordenador una legión de espías, que a veces me bloquea el
PC, para vigilar lo que estoy escribiendo como si yo fuera un
peligroso terrorista islamista, o un traidor a mi patria o a mi Rey.
No sé si serán del CNI, de la CIA o del super-ordenador cuántico
dotado de inteligencia artificial autónoma llamado “Reina Roja”
que se halla bajo el Aeropuerto de Denver (Colorado, EE.UU.) que
emite ondas cerebrales desde todos los teléfonos móviles del
mundo para manipular a la población.
Por eso recomiendo a todo el mundo que utilice orgonitas para
protegerse de la contaminación electromagnética, y que utilice
cables en lugar de ‘wifi’. Las mejores orgonitas son las que
tienen forma de pirámide. Yo las compro en Ocurruncho de Barnimela y
van geniales.
NO SOY UN TRAIDOR
Pues no señor, yo no soy un traidor. Yo amo profundamente a Dios,
a mi patria, a mi Rey, a mi gente y a mi tierra, y jamás iría
contra los intereses de mi propio país. Además, como
militar, juré lealtad a la Patria, al Rey y a la Constitución
Española, y jamás violaría mi juramento.
El que yo hable del señor Canosa no quiere decir que yo esté en
contra del Rey actual, al que considero el mejor Rey ilustrado que
ha tenido España, junto con Carlos III, y que está cumpliendo
un papel muy importante para evitar la fractura territorial de
mi país. Otro tema son los enredos de su familia, en los que yo no
voy a entrar porque no me corresponde.
Si yo menciono al señor Canosa es porque como Periodista de
Misterio estoy obligado a hacerme eco de las profecías del Gran
Monarca, que se hallan en los “Falsos Cronicones” de Toledo,
no porque yo me haya afiliado a ningún movimiento, que no lo he
hecho, con el fin de conservar mi independencia periodística. Jamás
en mi vida me he afiliado a ningún partido político ni a ninguna
sociedad secreta para poder seguir escribiendo con libertad.
(*) Periodista
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