MADRID.- Sin tiempo para acomodarse en el Ministerio de Economía, Román Escolano tendrá que lidiar con el proceso de privatización de Bankia.
Pero su comportamiento en bolsa no ayuda, mientras que corren los
plazos con el límite de 2019 marcado como objetivo para la desinversión.
La entidad pierde un 8% en el parqué en 2018, frente al -1% de la banca
española y al retroceso del 2% de la gran banca europea (Euro Stoxx
Banks), constata El Confidencial.
El flamante ministro, que sustituyó a Luis de Guindos en
marzo, asegura que no hay presión para nuevas ventanas de liquidez. “El
Gobierno no se siente presionado para vender”, aseguró el viernes en
una entrevista en RNE.
Fuentes del ministerio reiteran la falta de
presión para vender, aunque admiten que las caídas recientes alejan la
posibilidad de nuevas colocaciones a corto plazo. El Fondo de
Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB)
aún cuenta con el 60,63% del capital, valorado en 6.600 millones de
euros frente a una capitalización de 10.960 millones.
El plan de
privatización sigue en pie bajo dos premisas, según el ministro: que
“Bankia tiene que volver al sector privado” y que lo hará con una “maximización de la recuperación de ayudas”.
De lo primero, pese a la iniciativa de Podemos este jueves en el
Congreso para debatir la creación de una banca pública, casi nadie tiene
dudas. El problema llega con el segundo punto.
La última ventana de
venta del FROB fue en diciembre, cuando colocó un paquete del 7% por 818 millones de euros, con pérdidas de 70 millones respecto al valor en libros y de cerca de 300 millones si se compara con los números del rescate.
Desde
aquella desinversión, las acciones de Bankia ceden un 12% del precio,
con lo que ese 7% hoy valdría 767 millones. De hecho, está entre los bancos europeos más infravalorados en bolsa respecto a su valor contable. La entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri cotiza en el parqué a 0,8 veces su valor en libros, por debajo de la media de las entidades comparables, según Bloomberg.
Solo
los bancos franceses y los que aún cuentan con presencia pública en el
capital tienen valoraciones al mismo nivel o inferiores entre los bancos
europeos con más de 10.000 millones de euros de capitalización, a tenor
de la base de datos de Bloomberg. Commerzbank cotiza a 0,5 veces y Royal Bank of Scotland (RBS) a 0,7 veces.
En este sentido, Bankia tiene varios problemas. La propia presencia
del FROB es uno de ellas, porque los inversores saben que habrá ventas
de acciones durante el próximo año y medio.
“Para un inversor de largo
plazo, que piense en comprar y mantener, no debería ser un problema,
pero para ‘hedge funds’
y gran parte del mercado que tiene visión más cortoplacista puede ser
un incentivo para esperar a las desinversiones del Estado”, señala
Julián Pascual, presidente y gestor de Buy & Hold.
"El gobierno
puede esperar, sí, pero nada le garantiza una subida en la cotización, y
a medida que se acerque el plazo la presión podría empezar a ser
mayor", agrega Victoria Torre desde Self Bank.
No obstante, la
clave para que la futura desinversión sea o no un lastre está en la
propia valoración que hagan los inversores, según Ignacio Cantos,
director de Inversiones de ATL Capital.
“Es algo habitual en los fondos
de 'private equity'.
Si la empresa se ve atractiva en el mercado, las colocaciones impulsan
la cotización, porque cuantas más acciones se colocan, menos quedan.
Pero puede ocurrir lo contrario. Depende de la percepción de la demanda”, arguye.
Sensibilidad a los tipos
Esto enlaza con otro desafío para
Bankia, que es crecer en un entorno de tipos al 0%. En este sentido, el
Estado tendrá que intentar maximizar la recuperación de ayudas públicas,
que ascendieron a 22.424 millones de euros, justo cuando el BCE subirá
el ‘precio del dinero’. El consenso da por hecho que esto no ocurrirá
antes de mediados de 2019, probablemente ya sin Mario Draghi al frente del banco central.
Bankia es uno de los bancos más expuestos, para bien o para mal, a las futuras alzas de tipos, especialmente tras incorporar a Banco Mare Nostrum (BMN).
El 56% del margen bruto (suma de ingresos de una entidad) del primer
trimestre provino del margen de intereses, que es lo que ingresa un
banco con el negocio tradicional de prestar y captar dinero. Es el mayor
porcentaje entre la banca del Ibex 35.
Según cálculos de Goldman Sachs, el beneficio neto de Bankia aumentará un 8% por cada 50 puntos básicos en los tipos de interés de referencia.
“El
problema para Bankia es que, al contrario que a inicios de 2018, cada
vez se va retrasando la futura subida de tipos a tenor de las
expectativas de inflación, aunque ahora podrían repuntar por el
petróleo”, avisa Ignacio Cantos.
“En los últimos años, la gestión de
Goirigolzarri ha dado visibilidad a los beneficios al aumentar la
eficiencia y sanear el balance, pero ahora necesita crecer”, añade
Pascual.
Los últimos resultados trimestrales han mostrado cierto
estancamiento. El margen de intereses creció un 4,4% interanual, hasta
los 526 millones de euros. Pero si se suma BMN al periodo del año
anterior para que los resultados sean comparables, hay un descenso del
10%. Los ingresos por comisiones, por su parte, aumentaron un 2,3%,
hasta los 264 millones. Los recursos fuera de balance (fondos, planes de pensiones, seguros, etc.) han aumentado un 1,4% interanual.
Estos múltiplos repercuten en la rentabilidad del banco. El ROE se situó en el 7,5%,
lo que lastra el valor en bolsa frente al contable, ya que está por
debajo de otros competidores. Aunque este retorno sobre el capital está
por encima de la media si se cuenta sólo el negocio bancario local, ya
que el Banco de España estima un ROE sobre el 5%.
Los bancos españoles más rentables son Bankinter y BBVA.
En el primero, la clave es que tuvo menor exposición al ladrillo en la
burbuja y cuenta con más peso en recursos fuera de balance, mientras que
en el segundo, la palanca es la internacionalización.
Bankia no cuenta aún con ninguna de estas dos vías. Este año tiene la posibilidad de volver a crecer en el negocio mayorista,
aunque lo hará aún con los tipos al 0%. Pero si cumple con los
objetivos del plan estratégico 2018-2020, andará en la dirección de
incrementar la rentabilidad, según los analistas.
"Su último Plan
Estratégico es ambicioso, pero la directiva cuenta con la confianza de
haber cumplido el anterior plan a rajatabla, de manera que habría que
darles un voto de confianza", argumenta Victoria Torre.
Una de las palancas es el crédito al consumo,
que actualmente pesa un 4% del total, y que pasaría al 6%. El ritmo de
crecimiento actual es del 10%, por debajo del 15% del sector, según el
Banco de España, con lo que tiene margen de mejora.
También en fondos de inversión,
donde cuenta con una cuota del 6% frente al 11% que tiene en depósitos.
“Lo lógico es que se acerquen las cuotas”, señaló José Sevilla,
consejero delegado de Bankia, en la última presentación de resultados.
La duda es si la mejora llegará antes de que se agote el plazo para la
privatización.
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