CIEZA.- Ecologistas en Acción de Cieza, a través de un comunicado de prensa,
ha expresado su más absoluto rechazo a las corridas de toros, lamentando
que este fin de semana volviese a repetirse en nuestra localidad. Un
espectáculo que califica de “cruel y sangriento, que busca la diversión
a través de la tortura y el ensañamiento con el toro, evidenciando un
absoluto desprecio por los derechos de los animales”.
La organización ecologista condena
especialmente el que se siga permitiendo la asistencia de menores a este
tipo de espectáculos.
Explica que las corridas de toros son un espectáculo que “trasmite y
exalta los valores más negativos de una sociedad, como el uso
injustificado de la violencia, el desprecio hacia los derechos de los
animales, o el disfrute con la tortura y el maltrato animal”. Y condenan
especialmente el que se siga permitiendo la asistencia de menores a
este tipo de espectáculos.
La organización ecologista no logra entender por qué Cieza fue
reconocida por Unicef Murcia como Ciudad Amiga de la Infancia en noviembre de 2016, cuando organizaciones como la ONU aseguran que la
tauromaquia contraviene la Declaración de Derechos del Niño.
Y recuerda
que otros ayuntamientos, como el de León o Palma, comienzan a
preocuparse por las repercusiones que en las niñas y niños pueden tener
la contemplación de un espectáculo tan sangriento y aberrante y han
dictado normativas para prohibir su entrada, e incluso impuesto
sanciones cuando no se cumplían, con el fin de proteger a la infancia.
Desde estos y otros ayuntamientos además se ha decidido eliminar,
retirar las subvenciones a las corridas de toros o incluso las ha
sometido a consulta resultando en una eliminación final de las mismas
dando voz al pueblo.
Por otra parte, un informe llevado a cabo por AVATMA (Asociación de
Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y el Maltrato Animal) hace
un año, registró que en 2016 se celebraron 1.598 festejos taurinos, lo
que supone 2.053 menos que hace 11 años. Así pues, y de forma
porcentual, entre 2007 y 2016 se ha producido un descenso del 56,24%, lo
que indica que es un claro sector en declive.
Además, el número de
personas aficionadas a este cruel espectáculo también ha descendido en
los últimos años, por ello, Ecologistas en Acción atribuye la relativa
frecuencia de las corridas de toros y los festejos taurinos en algunas
regiones, como es el caso de Murcia, al apoyo político y económico de
las administraciones locales, autonómicas, estatales y europeas que son
las que realmente están manteniendo esta actividad.
Por otra parte, la
ganadería de lidia también se halla en claro descenso, y además el 77,2%
de las ganaderías de lidia registradas en el Ministerio de Agricultura no vendió ni un sólo animal en un festejo taurino durante
2016 para su lidia posterior. Este dato es de gran importancia, ya que
uno de los argumentos más rancios y usados desde el mundo de la
tauromaquia incide en que si esta desaparece, también lo harán las
ganaderías que se dedican a la crianza de esta raza de vacuno. Los datos
indican que la gran mayoría no vive de la venta de estos animales para
festejos taurinos en general.
La organización ecologista quiere dar voz a la conclusión a la que
llegó el informe realizado por AVATMA “podemos decir que la tauromaquia
es negocio para unos pocos toreros, rejoneadores y ganaderías, como ha
quedado demostrado en este análisis, a los que sumaremos unos pocos
empresarios que se hacen con la explotación de algunos cosos taurinos,
en la mayoría de los casos por muy poco dinero, y subvencionados por los
ayuntamientos e incluso por las Diputaciones.
Lo cierto es que en este
mundo, el del toro de lidia, se da la paradoja de que hay toreros que
además son ganaderos, incluso empresarios taurinos e incluso apoderados
de otros toreros y de novilleros. Del mismo modo, algunos ganaderos son
empresarios de plazas de toros y apoderados. Un sector endogámico donde
los haya, que resiste a duras penas el cuestionamiento social desde hace
algunos años.”
Finalmente, Ecologistas en Acción concluye que un espectáculo cruel,
sangriento y violento no puede ser considerado “Fiesta nacional” de
ningún país que se considere civilizado, y mucho menos financiado con
dinero público. Los impuestos que todos pagamos, explican, “no pueden
seguir alimentando una fiesta basada en la crueldad y tortura hacia los
animales”.
Por ello solicitan que desde el ayuntamiento de Cieza debe
dejarse de colaborar con cualquier espectáculo que contribuya al
mantenimiento de la tortura animal, sea desde la Concejalía que sea, ya
que proveer de seguridad, darles publicidad o ayudar en la limpieza es
también colaboración, una colaboración que sale del bolsillo de la
ciudadanía, mucha de la cual no apoya y quiere ver extinguirse este
arcaísmo sangriento.
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