“La derecha suma, la izquierda resta”. Este podría ser, de manera muy esquemática, el retrato de la actual competición política en España. La competición entre el Partido Popular y Ciudadanos –que se reivindica como partido de centro- suma activos electorales para el centroderecha español.
Todos los sondeos coinciden en señalar que en estos momentos PP y
Ciudadanos sumarían más de 180 diputados en el Congreso, una cómoda mayoría absoluta en el caso de que ambos partidos se pusiesen de acuerdo para gobernar juntos.
Por el contrario, el Partido Socialista Obrero Español y Podemos no
consiguen el mismo efecto: lo que gana el uno, lo pierde el otro, y
viceversa. La derecha suma, la izquierda resta, este es el diagnóstico
de la situación.
No hay una única explicación a este fenómeno, pero el “factor Catalunya”
juega un papel determinante. El bloque PP-Cs suma porque Ciudadanos
capta votantes del PSOE –sobre todo en la España interior y meridional-
que consideran demasiado tibia la actitud de los socialistas en relación
al independentismo catalán.
Incluso es posible que Ciudadanos
capte algún votante de Podemos desde esa coordenada. El bloque de
izquierda no atrae votantes ni de Ciudadanos, ni del Partido Popular y
padece en estos momentos un serio problema de desmovilización, según coinciden diversos analistas electorales.
Sin duda alguna, el “factor Catalunya” contribuye a esa
desmovilización, pero hay otros motivos. Pedro Sánchez se he sumergido
como un submarino en apuros, perdiendo toda la iniciativa que ganó en
las primarias socialistas. Podemos es capaz de perder en tres días, lo
que gana durante semanas de trabajo en la calle junto con la España que
protesta.
La pugna entre sus dirigentes no está a la altura de las
expectativas levantadas. Quienes querían asaltar los cielos ahora
parecen muy preocupados en asaltar la secretaría general. El PSOE está
anémico y Podemos corre el riesgo de defraudar a la España joven que les
identificó como “su” partido. La izquierda se está desmayando en
España.
(*) Periodista y director adjunto de La Vanguardia
No hay comentarios:
Publicar un comentario