MADRID.- El sector de las energías renovables comienza una nueva vida tras años
de parón en España. Las tres subastas que ha realizado el Gobierno desde
enero de 2016 han abierto la puerta a una inversión que puede superar
los 7.500 millones de euros hasta el año 2020 para instalar un total de
8.935 MW (4.607 MW eólicos, 4.110 MW de fotovoltaica y 218 MW de
biomasa). Esta capacidad se reparte entre un total de 21 empresas del
sector solar, 40 compañías dedicadas al viento y 14 empresas centradas
en el biogás, la biomasa y los residuos, según publica El Economista.
Los proyectos, de llevarse a cabo en su totalidad, generarían más de
27.900 nuevos empleos directos e indirectos durante la fase de
construcción - hasta diciembre de 2019 -; y elevarían a más de 18.800,
los puestos de trabajo permanentes en tecnología fotovoltaica para los
próximos veinte años, según los cálculos realizados por la patronal de
energía renovables Appa.
La apuesta verde del Gobierno se produce además después de un año
especialmente duro en las tarifas. Las importaciones de gas del primer
trimestre de 2017 en la Unión Europea supusieron unos 20.000 millones,
en torno a un 35% más que el periodo equivalente de 2016. Tanto el
volumen importado (1.090 TWh) como el precio medio (18,6 euros/MWh)
fueron notablemente superiores a las cifras registradas en 2016. Por ese
motivo, los países han comenzado a moverse con rapidez y, con ellos,
las grandes compañías eléctricas que en el pasado apostaron con más
tibieza por las renovables.
Gas Natural Fenosa fue una de las empresas que criticó con más dureza
el sistema anterior de primas cuyo coste total llegaban a estimar en
150.000 millones. Ahora, la compañía considera que ya son tecnologías
competitivas y con la necesidad de ajustar su mix de producción ante la
intermitente entrada de las centrales de gas, apuesta por incrementar su
presencia en este negocio. Su primer gran salto fue la adquisición de
Gecalsa, pero ha estudiado otras opciones como la compra de Gestamp, del
paquete de renovables de Acciona e incluso de Endesa y EDP.
La gasista que dirige Rafael Villaseca ha logrado 666 MW de energía
fotovoltaica y 250 MW de energía eólica, pero ya ha comenzado a tener
presencia importante en energías verdes sobre todo fuera de España.
Un camino similar ha seguido Endesa, a través de su filial Enel Green
Power España, la compañía tardó en desarrollar las energías verdes y
ahora se lanza incluso por encima de las previsiones de su plan de
negocio. En total, la eléctrica invertirá alrededor de 870 millones para
los 879 MW que ha conseguido (540 MW de eólica y 339 MW de
fotovoltaica). La compañía además sigue atenta al proceso de venta de
Renovalia y Eolia y en los planes de inversión previstos para los
próximos años ha superado la cota de los 5.000 millones en España.
En cualquier caso, las dos mayores apuestas para crecer en la energía verde las protagonizan Forestalia y Cobra.
La mayor inversión entre los nuevos dueños de las renovables es la
que tienen que realizar Forestalia. El grupo aragonés ha encargado ya a
Acciona la construcción de su primera planta de biomasa y avanza con la
segunda, al mismo tiempo ha logrado ya algunas de las autorizaciones del
Gobierno de Aragón para sus parques eólicos que desarrollará en gran
medida con el gigante norteamericano General Electric, que quiere
garantizarse así cuota de mercado.
La Diputación General de Aragón está siendo una de las más ágiles a
la hora de otorgar los permisos. De hecho, Cobra -filial de ACS- también
acaba de conseguir los permisos para una gran planta fotovoltaica en la
que prevé invertir 330 millones de euros con una potencia de 549 MW. Es
decir, el primer paso de los 1.550 MW que consiguió en la subasta.
X-Elio, sociedad participada por KKR y Gestamp, está presente en 18
países con 300 MW de energía fotovoltaica en operación o en
construcción. Hasta ahora, X-Elio ha participado en el desarrollo de
casi 600 MW en proyectos fotovoltaicos y también ha resultado
adjudicataria de 455 MW de potencia. Todo un caramelo para los
inversores.
Otras tecnologías
En lo que respecta a otras
tecnologías, principalmente, biomasa y biogás, destacan empresas como
Avanzalia Energía. Esta energética nació en 2006 bajo la denominación de
Global Solar Market, al prever la promulgación de la ley de
liberalización del sector eléctrico y ahora ha conseguido 2,9 MW.
OMS Sacede nació en 1979. Se trata de un equipo especializado en el
tratamiento de las aguas, desde donde han evolucionado hacia otros
sectores relacionados con el medio ambiente, como el del tratamiento de
residuos y la recuperación y optimización energética.
Energía Sur de Europa, fue creada en el año 2.000 con sede social en
Sevilla. En sus orígenes era una sociedad mixta con una empresa inglesa,
que llegó a España importando la tecnología de generación con biogás de
vertedero. Con el paso de los años, la participación extranjera se fue
diluyendo, quedándose la sociedad únicamente con participación española.
La empresa fue adquiriendo las adjudicaciones de diferentes contratos
de venta de electricidad a largo plazo bajo las iniciativas de los
Gobiernos que fomentaban la promoción de las energías renovables. En los
últimos años, han logrado ampliar las plantas actuales y conseguir
contratos en diferentes vertederos.
Durante algunos años también hubo
una sociedad mixta en Portugal, montando y explotando varios proyectos
en el país vecino. Desde sus inicios, Energía Sur de Europa ha actuado
como promotor de sus proyectos. La compañía se ha ido especializando en
financiar, diseñar, montar y explotar en régimen de Operación y
Mantenimiento sus plantas de generación.
Biogastur construyue una planta de biogás con la que realizar el
tratamiento de los purines de las vacas de Central Lechera Asturiana.
Capital Energy nace en 2002 con el objetivo de desarrollar paques
eólicos de forma generalizada y a través de Alfanar desarrollarán 720 MW
de eólica o Greenalia, que salió ayer a cotizar en el MAB con una
valoración de 43 millones y que ha conseguido 133 MW de eólica.
Problemas logísticos
El
sector, no obstante, está preocupado por la capacidad para poder poner
esta elevada potencia en funcionamiento en un plazo tan corto de tiempo.
La necesidad de grúas, de escoltas o de capacidad logística será muy
elevada. Según los cálculos de la consultora Agere, con una retribución
similar a la actual, la eólica subastada en mayo saldría a un precio de
41 euros/MWh, la de julio a 30 euros/MWh y la fotovoltaica a 34
euros/MWh.
Si, como todo parece indicar, el Gobierno ajusta la retribución a
cerca del 5%, estos precios se reducirán y la eólica subastada en mayo
percibirá 38 euros/MWh, la de julio un total de 29 euros/MWh y la
fotovoltaica alrededor de 32 euros/MWh. La duda ahora es si el cambio
será por ley o decreto.
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