Esta semana
se reabre en el Congreso de los Diputados la comisión de
investigación de la crisis financiera de España y el programa de
asistencia financiera. La comparecencia más importante en esta
ocasión será la del exsubgobernador del Banco de España, José María
Viñals, el próximo jueves.
Viñals
fue nombrado subgobernador en julio del 2006, durante el primer mandato
de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno. La crisis
y los orígenes de la crisis no le son ajenos. Hasta ese momento había
sido director general de relaciones internacionales del Banco de España.
Su nombramiento desencadenó una agria polémica entre los responsables
del Partido Socialista y los del Partido Popular que consideraron que
se había roto el consenso implícito alcanzado entre los dos principales
partidos del arco parlamentario para el nombramiento de los máximos
responsables del Banco de España. Ahí se rompió la tradición de que el
subgobernador fuera elegido por el partido que en ese momento no estaba
gobernando.
El entonces director de la oficina económica de la Presidencia del
Gobierno, Miguel Sebastián, se mostró "muy contento" por la designación
de Viñals, mientras el entonces secretario de Economía del Partido
Popular, Miguel Arias Cañete, dijo que el nombramiento consumaba la
ruptura del consenso.
A partir de ese momento se produjo una lucha sin cuartel contra las
actuaciones del tándem Ordóñez-Viñals, que proseguiría también después
de que en el 2009 este último abandonara el Banco de España para pasar a
formar parte del FMI. Fue una decisión muy criticada, sobre todo por el
PP que le acusó de abandonar el barco cuando la crisis financiera
hundía la economía española.
Fue en marzo del 2009, en plena crisis económica, cuando Viñals
decidió dejar España para el 24 de mayo de ese año ser nombrado
consejero financiero y director de Asuntos Monetarios y Mercados de
Capitales del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por esta decisión y por su responsabilidad como subgobernador del
Banco de España, al estallar la crisis fue duramente criticado por los
populares, pues pese a sus advertencias, Viñal había manifestado de
forma reiterada la plena solvencia de las instituciones financieras
españolas.
En cambio, una vez en el Fondo defendió, desde su puesto
institucional, los duros ajustes económicos que el Gobierno dijo haberse
visto obligado a imponer para evitar el rescate de la economía por las
instituciones europeas, lo que hubiera supuesto mayores recortes
salariales y de las pensiones.
Su comparecencia podría servir para dilucidar aspectos importantes
del fracaso del Banco de España a la hora de detectar la gravedad de la
crisis, como confesó el Gobernador actual, Luis María Linde. Pero es una
incógnita cual va a ser el tenor de sus declaraciones.
También es una incógnita si será procesado o no su sucesor y el
exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Ordóñez, por el caso de
la salida a Bolsa de Bankia. Tras varios retrasos sobre las fechas
inicialmente previstas, será el jueves de la semana próxima, el 15 de
septiembre, cuando la sala de lo penal de la Audiencia Nacional decida
si procesa a los ex altos cargos de la Comisión Nacional del Mercado de
Valores y del Banco de España, por su presunta responsabilidad en la
salida a Bolsa de Bankia, caso pendiente de apertura de juicio.
(*) Periodista
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