ALMERÍA.- El trasvase Negratín-Almanzora ha quedado suspendido a consecuencia
del descenso de los niveles de reserva en los embalses de cabecera que
lo alimentan. Desde hace unos días, los pantanos de El Portillo, San
Clemente y La Bolera, ubicados en las estribaciones de la sierra de
Cazorla, se encuentran por debajo del 30% de su capacidad. Esto ha
motivado que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir haya
decidido la suspensión del trasvase en cumplimiento de lo estipulado en
el plan hidrológico de la cuenca, según publica hoy La Voz de Almería.
En consecuencia, la comarca del
Almanzora ha dejado de recibir los recursos hídricos con cargo a su
dotación anual de 43 Hm3 procedentes del Negratín. Esto supone que más
de 19.000 hectáreas de cultivos intensivos y extensivos se quedarán sin
agua de riego.
La pérdida de los 43 Hm3 de agua de riego
procedentes del trasvase Negratín-Almanzora se suma a los 20 Hm3 que
tampoco se reciben actualmente del Tajo-Segura y a los 15 Hm3 que nunca
llegaron a suministrarse de la desaladora de Cuevas del Almanzora,
inutilizada tras las inundaciones de 2012. Por tanto, los regantes del
Almanzora cuentan con 78 Hm3 menos para iniciar la nueva campaña
agrícola.
La conexión Negratín-Almanzora entró en funcionamiento
en febrero de 2004. La explotación del trasvase se viene realizando
desde entonces mediante un convenio entre Acuamed y Aguas del Almanzora,
SA.
La conexión se inicia en el embalse del Negratín, donde el agua se eleva hasta una altura de 400 metros para ser conducida a lo largo de una tubería de 120 kilómetros hasta la pedanía de El Saltador en Huércal-Overa, donde se encuentra el centro de distribución.
La conexión se inicia en el embalse del Negratín, donde el agua se eleva hasta una altura de 400 metros para ser conducida a lo largo de una tubería de 120 kilómetros hasta la pedanía de El Saltador en Huércal-Overa, donde se encuentra el centro de distribución.
La
buena gestión realizada por Aguas del Almanzora ha permitido disminuir
el gasto energético necesario para el trasvase, que actualmente se fija
en 1,5 Kw/m3. Este consumo energético es sensiblemente menor que el de
la desalación. El uso de las aguas procedentes del Negratín y la
amortización de las obras del trasvase supone para los regantes del
Almanzora un coste anual superior a los 5 millones de euros.
Desde
la Federación de Regantes de Almería se considera que la situación en
la comarca es de extrema gravedad. “El panorama es desolador, ya que a
la sequía estructural que padece la zona hay que añadir la pérdida de
recursos hídricos procedentes de otras cuencas, algo que tendrá
consecuencias inmediatas”, asegura el presidente de FERAL, José Antonio
Fernández.
De hecho, se espera una reducción inmediata en el
número de jornales generados, ya que la actividad agrícola descenderá de
forma importante al disminuir la superficie de producción.
A
juicio de Feral, lo más grave de esta situación es que los regantes no
cuentan con recursos hídricos alternativos para garantizar la normalidad
de la campaña agrícola.
Feral reclama al Gobierno de España que
apruebe un Pacto Nacional del Agua que contemple la realidad del agua de
riego en la provincia de Almería y que autorice los trasvases que sean
necesarios.
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