Les da vergüenza decir que se
abstuvieron en la investidura de Rajoy para que siguiera gobernando el
PP. Por eso los golpistas del PSOE se justifican diciendo que tienen al
gobierno atado en corto y controlado y que, en el fondo, hace lo que
ellos dicen.
El
dato de la noticia nos ahorra mayores explicaciones. El PSOE de la
junta gestora miente, como siempre: el PP veta toda la labor legislativa
de la oposición. Esto quiere decir que el resultado es doblemente
desastroso pues el PSOE trabaja como si realmente consiguiera lo que se
propone, pero no lo consigue porque el PP está en contra. Realmente, la
abstención solo ha servido para poner los votos de los electores
socialistas al servicio del PP.
Y
el futuro inmediato aun pinta peor. El gobierno está preparando un
conflicto de competencias ante el Tribunal Constitucional para mantener
su práctica de veto a todas aquellas iniciativas legislativas de la
oposición que, a su juicio, modifiquen los Presupuestos al aumentar los
gastos. Es decir, un proyecto para emascular el Parlamento y conseguir
el tipo de gobierno que gusta a Rajoy y el PP: la dictadura.
Con la sumisión del PSOE.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
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