Podemos Murcia acude a Vistalegre II con
propuestas programáticas en lo que afecta a la Región en un contexto en
que el debate se centra en el modelo de organización, es decir, en el
poder interno y en el liderazgo, una manera de señalar implícitamente su
identidad ´posibilista´ sin reclamarse de manera directa afines a la
opción Errejón (...)
(...) En
Murcia, la dirección de Podemos ha optado por anunciar que su
contribución a Vistalegre II será preferentemente programática, y
relaciona una serie de epígrafes entre los que se encuentra el más
característicos de todos: agua. Es una opción por el posibilismo, es
decir, por la función institucional frente a cualquier otra tentación.
No se identifican como errejonistas, aunque esté claro que es el lugar
de la actual mayoría podemita en la Región, aparte de que la semana
pasada lo recibieran para que protagonizara un acto público en la
capital. Pero el énfasis en lo programático es una señal implícita para
intervenir en el debate y decantarse por lo funcional antes que por las
altas definiciones ideológicas.
El esquema Unidos Podemos, que
conforma la marca nacional en esta fase, en Murcia carece de propiedad.
La convergencia con IU es posterior a las elecciones autonómicas y
municipales en que Podemos se institucionalizó tanto en la Asamblea como
en la mayoría de los principales Ayuntamientos de la Región. Entre los
dirigentes de Podemos y los de IU no hay química, sino competencia
feroz, como en el municipio de Murcia (otra cosa es lo que ocurre en
algunos ámbitos de las respectivas militancias), pero el caso es que
esto no ayuda a que Podemos Murcia se decante por Iglesias, en su día el
líder más refractario a Garzón y ahora el que le presta una acogida más
entusiasta.
(*) Columnista
No hay comentarios:
Publicar un comentario