MADRID.- El pulso del
mercado se ha vuelto a alterar en estos días ante la delicada
situación por la que atraviesa Deutsche Bank. El que fuera en su día
el banco más grande y más influyente de Europa atraviesa ahora por
uno de sus peores momentos, hundido en Bolsa y en claro peligro de
quiebra, sin que las autoridades alemanas parezcan dispuestas a
acudir en su rescate, según www.capitalmadrid.com
El
banco germano está purgando así años de excesos que le han llevado a
niveles extremos de apalancamiento y una elevada morosidad, que se unen a
una grave incapacidad para generar negocio, asfixiado por una política
monetaria de tipos bajos que está poniendo en serio peligro al conjunto
del sector financiero.
Conforme pasa el tiempo, a la entidad cada vez le quedan menos
salidas para escapar del atolladero donde se ha metido y evitar así ser
el epicentro, tal y como ha alertado el FMI, de un nuevo terremoto
financiero. Entre esas pocas salidas, además de un posible rescate de
momento descartado, está su fusión con otra entidad o entidades.
Recientemente, el mercado especuló con una posible alianza con el
también alemán Commerzbank como la única vía posible para reducir sus
riesgos sistémicos.
La operación fue desmentida de inmediato por los responsables de
Deutsche Bank, pero el mercado sigue especulando con esta posibilidad si
no quiere terminar absorbido por otro de los grandes en Europa. Se ha
hablado del interés de alguna entidad francesa e incluso española. Esta
posibilidad, con la que ya se especuló hace años, tampoco parece
demasiado viable al no encontrarse ningún banco en la actualidad con la
fortaleza y la capacidad financiera de acometer una operación de este
calado.
La delicada situación de la banca, en cualquier caso, está desatando
la rumorología entre los especuladores. En España, se ha empezado hablar
también de una posible ampliación por parte del Banco de Sabadell. De
hecho, el bróker francés Société Générale ya advertía tras el Brexit que
la entidad catalana debería ampliar capital por unos 1.600 millones de
euros si quería elevar sus provisiones para hacer frente a su cartera de
préstamos fallidos. Un rumor desmentido de inmediato por los
responsables de la entidad, pero que en los últimos días ha vuelto a
rondar por los patios de operaciones.
Tampoco se muestran muy optimistas los analistas de Berenberg, que
consideran que las acciones del banco se están viendo sometidas a una
fuerte presión bajista en los últimos meses por parte de los inversores
al poner en duda las previsiones de beneficios y la capacidad para
mantener el valor. No les falta razón a estos expertos. La cotización
del Sabadell se mueve en zona de mínimos anuales y en claro peligro de
perder niveles de soporte importantes que podrían llevar a la acción a
deslizarse por debajo de la cota del euro, algo que no ocurría desde que
en el verano de 2012 tocara mínimos históricos fruto de la crisis
mundial que puso en jaque al sistema financiero.
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