MURCIA.- Cáritas Diócesis de Cartagena atendió en 2015 a 81.484 personas en
situación de pobreza y exclusión social la Región de Murcia, haciendo
especial hincapié en las familias y en la infancia, ya que, según un
estudio de Cáritas "8 de cada 10 personas en situación de pobreza y
exclusión ya vivieron esa situación en la infancia".
Por ello, explicó el secretario general diocesano, Juan Antonio
Illán, "desde Cáritas se está luchando para evitar que la pobreza y la
exclusión social se haga crónica y, además, se herede".
Hay que tener en cuanta, que el 52% de los hogares atendidos el año
pasado tenían menores a cargo, y, además, se destinaron más recursos a
la atención más básica como es la alimentación o gastos de la vivienda.
Esta partida consumió gran parte del presupuesto (más de 2,5 millones de
euros directos de Cáritas Diocesana más otros 2 las parroquiales).
Pero esto no es suficiente, explicó el director diocesano, José
Saura, quien destacó la importancia de llevar a cabo programas de
acompañamiento, ya que si no se articulan procesos de acompañamiento a
las familias "no se va a poder romper el círculo de pobreza".
La promoción y la protección de la infancia y la juventud es un pilar
fundamental en la acción de Cáritas Diócesis de Cartagena, que cuenta
con 18 proyectos específicos que inciden en el apoyo del ámbito
educativo, en la promoción de un ocio y hábitos saludables, y en
favorecer un desarrollo psicosocial adecuado y se invirtieron
1.564.659,2 euros.
Pero esta tarea de apoyo y cuidado de la infancia no puede entenderse
sin una tarea específica de cuidado y apoyo a la familia. "La pobreza
se hereda, por eso un niño de hoy que viva en pobreza, es un adulto que
en el futuro vivirá en pobreza", incidió.
El resto de programas ofrecen servicios de carácter más especializado
atendiendo a las necesidades concretas de cada individuo con el fin de
promocionar y conseguir el desarrollo integral de los que se encuentran
en situación de pobreza y exclusión social.
En la Memoria de 2015, presentada este miércoles, refleja que el 22%
de las personas atendidas en las Cáritas Parroquiales acudían por
primera vez, y un 42% en los programas especializados; mientras el 44%
llevan acudiendo desde hace más de tres años y un 7% a los programas
especializados.
Durante el último ejercicio Cáritas Diocesana invirtió un total de
7.451.602,15 euros (un 6,2% más que en 2014) en los distintos proyectos y
servicios de ayuda.
El informe de actividad confirma la tendencia de años precedentes en
lo que se refiere al apoyo recibido por parte de los donantes y
colaboradores privados como de la Administración pública.
De los 7 millones y medio invertidos en 2015, 4.521.935 euros (el 58%
del total) proceden de aportaciones privadas (donantes, empresas e
instituciones legados y herencias) y 3.233.804 euros (el 42%) de fondos
públicos (Administración local, Autonómica, Central y Fondos Europeos).
Los datos muestran el gran compromiso solidario de socios, donantes,
empresas y contribuyentes que como ha asegurado el secretario general
Diocesano, Juan Antonio Illán, "es un compromiso social que nos impulsa a
seguir avanzando en la ayuda a los más frágiles y en la defensa de sus
derechos", a lo que añadió que "los ciudadanos murcianos son conscientes
de la dura realidad que muchos de nuestros hermanos están atravesando y
no dudan ser más solidarios para intentar ayudar a esta institución en
su labor socio-caritativa".
En cuanto al perfil de las personas que el pasado año se acercaron
Cáritas en demanda de ayuda, se siguen equiparando los ciudadanos
españoles (48%) e inmigrantes (52%), con un predominio claro de mujeres
(62%) frente al 38% de hombres.
De esto se extrae que los participantes que acuden directamente a
Cáritas son principalmente mujeres casadas con menores a cargo entre los
25 y 49 años, con estudios primarios, en situación de activo
desempleado (parados).
El acompañamiento y el desarrollo integral de las personas en
situación de vulnerabilidad fue el eje central de la acción de esta
institución. Un trabajo que fue posible gracias a la participación
desinteresada de cerca de 2.000 voluntarios y de los 197 agentes
contratados, que se implicaron en las necesidades, sufrimientos, pero
sobre todo en las posibilidades y capacidades de quienes menos tienen.
"Creemos en las potencialidades de las personas y con nuestra labor
tratamos de descubrir, a los que sufren la pobreza y la exclusión,
nuevos caminos de ser y actuar, potenciando su autonomía,
convirtiéndolos en la piedra angular de sus vidas y en motores que
provoquen su propio cambio social y el del entorno en el que se mueven",
aseguró José Saura, director diocesano.
En total, 847 personas participaron en itinerarios personalizados de
inserción laboral, de los cuales, y gracias al programa de Empleo
Diocesano, 281 personas accedieron a un empleo durante 2016 y 260
mejoraron su formación a través de las 20 acciones formativas
desarrolladas.
Para llevar a cabo este programa Cáritas contó con 79 voluntarios y se invirtieron 474.144,39 euros.
La puerta de entrada de esta institución, generalmente se produce en
las 151 Cáritas Parroquiales repartidas por toda la geografía regional,
siendo el programa de Acogida, Atención primaria y acción de base, el
que cubre necesidades básicas y de urgencia, invirtiéndose un total de
2.500.792,04 euros.
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